Bingo Avellaneda

Quiero mucho a este Bingo, por el simple echo que después de intentar convencer durante meses a abuela timbera de llevarme al bingo un día pidió un remis y sin avisarme porque caímos al bingo avellaneda.
Están las clásicas maquinitas traga-​moneda (nunca son recomendables, perdes todo enseguida y son super adictivas), la parte del bingo propiamente dicho (se come super bien siempre en el bingo), y ruletas electrónicas.
jugué un poquito a todo y gane algo de plata, no mucha, fui hace bastante y no recuerdo el numero exacto. no recomiendo hacerse habitué de este tipo de lugares, pero vallan, aunque sea una vez para conocer… la suerte del principiante no puede fallar.

Tenia un comercio en Lanus.
Casi todas las noches durante casi dos años emprendíà la vuelta hacia mi casa en el barrio porteño de Barracas.
Al subir al puente, la silueta del BINGO AVELLANEDA cortaba el negro de la noche con una explosión bizarra de néón.
Noche tras noche pasaba y miraba.
Una de esas noches, sabiendo que mi esposa iba a llegar tarde a casa, decidí no seguir de largo y entrar.
Eran las 21hs.
Si venís por la avenida Pavon, tenes una entrada que te deja justo en el estacionamiento.
Pude dejar el auto cerca de la entrada. que suerte me dije.
Era martes, había poca gente.
Hay bingo, maquinas traga monedas y ruletas electrónicas.
Caminé durante 10 minutos estudiando el panorama.
Las maquinas traga-​monedas no me seducen.
Creo que es un juego que un mono, si me lo dejas una hora, entre bananas y cachetazos, te lo saco jugando mejor que cualquiera de las señoras que se sientan horas buscando el premio mayor.
Pase de largo.
El bingo, no es para mi, siento que me faltan 40 años para que no me de vergüenza propia sentarme a jugar unos cartones.
Me quedaban las ruletas electrónicas.
Me acerque y tenia que esperar una para poder jugar.
Pasaron 15 minutos y me embolé.
El ambiente de esos lugares es lúgubre, mi siento una ave de corral encerrada.
Decidí irme sin jugar.
Caminando tras mi pasos hacia la salida, una maquina llamo mi atención: CLEOPATRA.
Me senté y puse $ 100.
Para los que entienden, realice una apuesta máxima (créditos y lineas) y me dio el premio mayor.
Apreté cobrar y me lleve $ 3500.
No volví mas, tengo miedo que quiera recuperar lo que me dió.