Villa Ocampo

Hace un año aproximadamente visité este hermoso lugar con unas amigas, fui a buscar la historia de una de mis autoras preferidas (la hermana de Victoria, a quien pertenecíà la casa) y me encontré con mucho más. Ya desde el camino previo uno va entrando en sintonía con el lugar, las pocas cuadras que separan la estación de Béccar con la casa son tranquilísimas y llenas de árboles que te preparan para el contacto con la naturaleza en Villa Ocampo.
La entrada es simbólica y las visitas guiadas son constantes así que nadie se pierde de recorrer por completo la casa. En cuanto a la historia que cuentan es bastante extensa y puede que no a todos les guste demasiado pero es interesante conocer la historia arquitectònica no sólo de ese lugar si no de la época.
El parque es increíble, sumamente cuidado y colorido, ideal para relajarse y respirar un poco.
Y llegamos a mi lugar preferido de la casa… la biblioteca! Después de salir de la emoción que nos produjo ver ese lugar empezamos a recorrer los miles de títulos que había, de diferente género, época, idioma, muchísimos dedicados, ahí es donde verdaderamente se encuentra la esencia de Victoria. Nos quedamos un buen rato mirando lo que había y la cantidad de libros anotados y corregidos que tenía (también en otros idiomas), y debo agradecer realmente a los guías que tuvieron paciencia y nos esperaron (esa zona sólo se recorre con guía y hasta cambiaron turno porque tardamos mucho en salir). Junto a la biblioteca se encuentra un balcón hermoso que permite er la totalidad del parque.
Además de la casa, disfrutamos mucho de los senderitos más olvidados del parque, dan ganas de agarrar la bici y mudarse ahí.
Finalmente, visitamos el shop del lugar que tiene varios números (baratos) de Sur y libros de ella, además de pin y cosas comerciales.
Para los que quieran una visita completa, deben pasar por la cafetería, por dentro es común y corriente, pero la mesas en el balconcito sí son muy poéticas, la única aclaraciòn acà es que en la cafetería sí se manejan los precios de zona norte. Para aquellos que estén más cerca atentos a todos los conciertos y talleres que realizan!!!
En fin, todo muy extenso para recomendarles este maravilloso lugar!

Gran casa historica, cabe decirle museo. Si tenes la tarde libre para un paseo, agendate Villa Ocampo. No se pueden ver todas las zonas de la mansión y si no conocés la historia y curiosidades de la casa, la visitia guiada te va a gustar. La entrada es paga y la confitería requiere reserva. Podes sacar fotos en todo el recorrido así que no te olvides la cámara ;)

Increíble lugar, no pude pasarlo tan bien con mis amigas fui con una amiga de acá y una amiga de francia a conocer, particularmente vivo muy cerca de villa ocampo y nunca había ido, una lastima realmente es un lugar muy lindo, con mucha historia, cultura, increíbles cosas, hay una tienda por si te interesa comprar algun libro hay varios textos de varios autores.
Además hay una gran confitería para tomar el te, lamentablemente no pude ir a tomar el te ya que para mala suerte la cierra una hora antes literal que el cierre del establecimiento con lo cual como decidimos hacer la visita guiada y nadie nos informo que cerraba la confiteria nos quedo eso pendiente que realmente tenia buenas referencias de su salón de te;esto sera para la próxima.
La guia demasiado estructurada no era muy divertida si bien sabia un montón pero tendría que relajarse un poco y no ponerse tanto en ese estilo de autoridad, no le quedaba bien.
Villa Ocampo es un lugar realmente hermoso, en su patio extenso tiene una fuente y un lugar para sentarse al rededor están los patitos que caminan al lado tuyo! es muy lindo! se los recomiendo!

He disfrutado junto a la guía Malvina una espectacular visita guiada en esta histórica mansión de Victoria Ocampo en San Isidro, la guía transmitio con mucha pasión la vida de Victoria Ocampo, tanto que me motivo a leer los libros
Hermosa arquitectura, magníficos jardines y una casa de te donde he degustado de unos scons tibios deliciosos

La historia de la casa es muy inyeresante. El guia estuvo perfecto, sabia todo. Para la confitería hay que reservar.

Excelente mansión para recorrer en un lindo día. El estado de la casa y del jardín es impecable. Toda la construcción rechina con su piso de madera y presenta una alfombra roja en las escaleras (inevitable no recordar a Kubrick).
La visita guiada es buena y concisa. También hay una pequeña tienda de recuerdos y una cafetería que funciona sólo con reserva (eso me dijeron apenas llegué — abril 2015). Recomiendo antes revisar la página y el facebook que están siempre actualizados con horarios y datos de contacto.

Invité a mi mamá a conocer la casa de la familia Ocampo porque me parecía un buen momento para compartir entre las dos. Fuimos un día en que no había ninguna actividad en especial (se suelen hacer talleres y lecturas interesantes).
No hay que perderse la visita guiada que explica la historia familiar a través de los ambientes de la casa. Aunque la familia Ocampo vivía allí durante el invierno (los meses de verano se iban a la casa de Mar del Plata, donde hoy funciona el Centro Cultural Villa Victoria Ocampo), es ideal para visitarla en primavera o verano para aprovechar el verde del jardín, la galería y la frescura de los ambientes.
Cuando Victoria se instaló en la casa hizo pintar todas las paredes de blanco, los techos y todos los revestimientos de madera, inspirada por el estilo racionalista que hacía furor en Europa. Se mantiene un ambiente con los colores originales antes de que Victoria impusiera esta tendencia en la casa.
Funciona un restaurante bastante elegante en una de las habitaciones, pero sin lugar a dudas hay que aprovechar la galería y pedir algo de la cafetería. Recuerdo que mientras merendaba con mi mamá y comía un brownie, deseaba poder quedarme en esa galería durante horas charlando con amigos escritores, de cara al parque. Arquitectura, literatura, arte, resuenan los temas de las sobremesas extensas con invitados ilustres que esa casa alojó.

Escondida en una callecita tranquilísima de Beccar esta mansión se alza imperturbable como hace 100 años. Perteneció a la familia de Victoria Ocampo y allí pasó ella sus años de infancia y de juventud.
Hoy en día funciona como museo y tiene una adorable cafetería en la cual les recomiendo que pidan el brunch para dos o tomen el té. Los precios no son nada caros y la comida es buena. Si o si reserven y pidan sentarse en la galería. Se sentirán de los más glamorosos.
El predio es espléndido con un extenso jardín por el cual pasear y también se puede recorrer toda la casa con una visita guiada. Para los que vivimos en un monoambiente es un momento de mucha envidia. Recomiendo efusivamente hacer la visita guiada para que no se pierdan de ningún detalle de su historia. Presten especial atención a cuando cuentan la cantidad de personalidades de la cultura del siglo XX que pasaron por esa casa invitados por Victoria. Cuando termina la visita, pueden pasar por el gift shop (hoy en día todo tiene gift shop) y llevarse un ejemplar de revista Sur por una módica suma.
Me parece un paseo divino y original para un sábado a la tarde. Si no tienen auto no desesperen, se puede llegar perfectamente en tren o en el 60. Aunque después de pasar un día aquí es muy duro volverse en bondi.