Ceres

Empecemos por lo negativo: no tiene pizzas ni picadas variadas (el menú cuenta con un plato de picada simple pero que cumple). Los baños no estaban muy limpios.
Las mesas en el patio están bastante separadas entre ellas y son una gran opción para las noches de calor, además hay mesas adentro.
Los platos son abundantes pero no para compartir. La carta de vinos es buena y tienen una barra para los tragos. Cervezas comunes en porrón o litro.
Es recomendable reservar, de igual manera la espera no supera los 30′. Y nos dieron un trago para amenizar la espera.
No cobran servicio de mesa. Traen panera y una salsita para untar, durante la cena reponen el pan.
Aceptan tarjetas de débito y crédito.

Ceres es un GRAN restaurant escondido en Bella Vista, pero si pasaste por su calle alguna vez, no hay chances de que lo olvides. Una vieja casona bellavistense estilo normando, a metros de la estación de tren y del corredor aeróbico, la zona es sumamente encantadora.
Algo bueno de este lugar es que tiene habilitada toda la casa como restaurant. No sólo una sala y chau, tenés la planta principal con todas sus alas, el primer piso en donde las habitaciones se pueden reservar para alguna cena privada, e incluso el jardín. Todo el edificio mantiene una decoración muy cuidada (hay alguna que otra medio gronchitas pero en general muy bien), los baños mantienen su estructura original y el servicio es amable y atento.
Ahora, la comida. Tienen una carta clásica con toques gourmet, pastas, carnes, cazuelas, todos los platos son muy ricos y bien preparados, las porciones no son enormes pero definitivamente no son chicas. En criollo, te llenan y alimentan como una buena abuela. Tienen bien la parte de vinos y postres, y hasta he oído que tienen una buena barra de tragos.
Los precios son recontra razonables, y es un muy buen lugar para ir con amigos, famila, o incluso una cita. Cita en Ceres es una carta bien jugada.
Es un lugar que me encanta, y sin dudas le meto la etiqueta de Mejor lugar en San Miguel para comer.