Agrest

La elegancia esta representada por este lugar, hay una disputa por la carrera al lugar con mas gentileza a la vestimenta. Pero la que alcanzó mucha popularidad es este local.
Personalmente nunca fui de preocuparme por la ropa, hasta que crecí y me di cuenta que es como una especie de trato con los demás, «que al hombre se lo trata como se ve».
Duele un poco admitir, porque es mas lindo y cómodo pensar que «todos somos iguales, no importa lo que llevemos puesto», pero la realidad, en la práctica del día a día no es así.
Es un local que tiene los precios tolerables, especialmente si esa vestimenta es parte de tu indumentaria de trabajo, en oficina, o si tenes una fiesta formal en poco tiempo.
El local es enorme, y en la vidriera tienen una exposición con una combinación justa entre elegancia exclusiva y alcance social.
El único defecto que detecto, es el tipo de maniquí que exponen, donde sufre la misma distorsión de ley de talles como les pasa muchas mujeres, con una figura muy delgada.
Que es de público conocimiento que si tenes la edad suficiente de utilizar estos trajes, es porque también tenes una providente «pancita», que hay que tapar.