Algaia

Rico y vegano. Qué más se puede pedir? La atención es familiar y amena. No es para ir apurado sino para estar un rato.
Tienen viandas para llevar (encargarlas con tiempo) También se puede comer en el salón.
El entorno es una casa de Belgrano reciclada con la onda natural.
Probé una vez y no puedo dejar de regresar cada semana!

Algaia es una propuesta del chef francés Nicolás Darzacq que funciona los fines de semana en una casa antigua en el tranquilo barrio de Colegiales.
Lo interesante de este lugar es que tiene su huerta propia y una búsqueda del autoabastecimiento constante que hace que la cocina varíe de acuerdo a las semanas, el clima y el ingenio del chef.
Fui una sola vez un domingo al mediodía y probé «La Gran Asada» una propuesta que es para compartir entre dos o tres y que incluye una variedad de verduras, salsas caseras, papitas y unas hamburguesas de lentejas que me dejaron más que pipona y contenta.
El ambiente es muy familiar y tranquilo. Sé que venden viandas — todavía no las probé– como para comer sanito en el almuerzo.
Y también dan clases de cocina– una modalidad que viene imponiéndose en este tipo de restaurantes.

Ubicado en la zona de Colegiales en un lindo PH, el Algaia ofrece una opción veggie de hamburguesas para aquellos que son vegetarianos o sencillamente quieren probar esta diferente hamburguesa free animal met.
En Algaia tienen patio, jardín y huerta orgánica para que los visitantes de este lugar se sientan más eco amigos que nunca. Este acogedor restaurante vegano tiene como protagonista la hamburguesa realizada de quinoa y de lentejas. ¡Ser vegetariano no es solo comer pasto! También ofrecen unas deliciosas croquetas de mijo con curry acompañadas de bolitas de arroz.
Con una rigurosa selección de verduras, cereales, legumbres y semillas de primera calidad. También ofrecen panes chapatis con varios rellenos, té en hebras de cosecha propia, variedad en productos orgánicos. Tienen viandas para llevar y ofrecen cursos de cocina.

De Algaia solo conozco la proveeduría y las viandas que venden. Nunca fui a su restaurante, así que esa recomendación llegará en la próxima edición de este comentario. Pero, sin haber escrito más de dos líneas, ya aviso: Algaia está bueno aunque no coincidamos por completo con la propuesta que tienen. Qué propuesta, sí, ahí vamos.
Lo que Algaia propone es una alimentación natural, que favorezca el buen funcionamiento del cuerpo, sin conservantes ni grasas. De la mano de esa filosofía es que ofrecen los productos en su proveeduría: legumbres, cereales, semillas, harinas [no blancas], frutas secas, azúcar [no refinado] e inclusive algunas comidas ya preparadas como croquetas de mijo y hamburguesas de quinoa. Obviamente que las viandas que preparan también son de este mismo estilo de comida: orgánica, sin carne, con nombres gourmet aunque con productos telúricos.
Pero, ¿por qué venir hasta Colegiales cuando estos productos se pueden conseguir en una dietética o en el Barrio Chino? Bueno, lo cierto es que la diferencia de Algaia es la atención: al ser a puertas cerradas, todo se hace muy personalizado, con sugerencias particulares para aquellos que crucen el umbral.
Más allá de las consideraciones que cada uno pueda tener sobre la vida orgánica, la alimentación sin carne y el sinsabor del tofu, una vianda así de liviana al mediodía es una opción ideal para cuando quedan largas horas de trabajo luego del almuerzo. Eso sí, los precios no son demasiado amigables, pero se compensa con la voluntad purificadora del cuerpo, que no llega tan seguido como debería.