Atilano

Lejos una de las mejores pizzas que he probado en el barrio.
si bien soy de BANU esto me queda bastante cerca, lejos del bullicio de las grandes avenidas, en una esquina privilegiada encontras esta pizzeria, que no solo no cobra cubierto sino que tiene unos precios mas que módicos y las pizzas y empanadas son una lo cu ra.
tranca puede competir con la mitica guitarrita.
no se pierdan la picada unicornio que claramente pedi y podriamos habernos llenado solo con ello. es para 1 o más…asi que dependera del tamaño de sus estomagos :)
se ganaron mi corazón con la pared dedicada a Gral Peron y el nofuemagia en su letrero.
sinceramente voy cada vez que puedo, no es nada pretencioso el lugar, bien familiar y barrial. un poco ruidoso. no lo recomiendo para primeras citas. si para salidas con amigos.

Atilano es un muy típico resto café de barrio que está muy bien puesto por la zona en la que se localiza.
Lejos de cualquier lugar muy público y en el medio de un barrio residencial, esta esquina ofrece un local especializado en pizzas y comidas al horno de barro con mucha historia y poca pretensión.
Las opciones son simples, pizzas, empanadas, picadas y sándwiches con panes caseros de pizza y ricos ingredientes. Me quedé tentado con un sándwich de roquefort y crudo, tendré que volver.
Consumí un café con tostadas y mermelada. El café estaba muy bien, las tostadas eran seis mini tostaditas y la mermelada era la de paquetito básica. Punto en contra.
A favor el tema precios, muy económicos para la zona y la ciudad en general.
Una medida de whisky black label menos de 50 pesos!

Esta pizerría de barrio no está ubicada en ninguna arteria principal de la ciudad, ni tiene mucha publicidad, ni regala comida. Sin embargo, siempre está llena de gente que viene especialmente hasta esta parte de la ciudad para consentirse con una buena pizza, bien caserita, y su acompañamiento infaltable: la fainá.
Personalmente nunca voy a entender la función de la fainá para la pizza, mucho menos para una buena, pero pareciera que la de Atiliano tiene algo particular que obliga a pedirla para acompañar todas sus variedades de pizza estilo porteño. Las fainás saborizadas son las más elegidas, y aunque no suele gustarme, la de verdeo realmente potencia el sabor de unas de mis pizzas favoritas del barrio.
La atención suele ser –muy– lenta pero amable, por lo que si uno se arma de paciencia y va con hambre, comer en Atiliano es garantía de satisfacción. Los precios no son desproporcionados, y las opciones son múltiples. Además de sus variedades en pizza (siendo mi favorita la de vegetales), también tienen abundantes y deliciosos calzones y empanadas.