Biutiful

Malísimo. Estuvimos sentados una hora y tuve que pedirles la carta a la mesa vecina. Mala atención, no lo recomiendo! Todavía estoy esperando la comida y llegue hace una hora y media!!!

Biutiful corta un poco la onda bar de vieja cheta con caniche que hay en esta zona de Belgrano. Es onda brunch peeeero, todavía le falta un poquito para ser más descontracturado (claramente es por la zona) aunque con toda la decoración tan linda va por buen camino. La comida es deliciosa, pedimos el brunch americano: huevos revueltos con tostadas de campo, exprimido y un café con leche. Muy rico (huevos preparados ten points) y el precio estaba bien para lo que era ($ 95 cada). Hay varias opciones de «desayuno y merienda» de este estilo y aparte, un menú muy variado con ensaladas, tartas, sandwiches, bagels con de todo adentro y cosas de panadería.
Algo bueno: Hay mesas adentro, mesas en la calle con sol y mesas en un intermedio todo decorado.
Algo malo: No hay donde dejar bicis y tardan MUCHO en servir la comida.

Lo conocí por un desayuno de trabajo, me pareció un lindo lugar. La decoración de cerámicos blancos con la pastina negra garpa, y más con todas las cosas antiguas que tienen en exhibición. El target que va es de gente grande (por lo menos tan temprano en la mañana). Lo bueno es que es bastante cómodo para estar un rato largo, y al ser tranquilo podés charlar sin tener que gritar.
Pedí un café con leche y medialunas que estuvo bastante bueno. Para mí eso no es algo habitual, porque generalmente el café lo siento como un punto flojo de la mayoría de los bares. No pude probar la cocina, pero seguramente le voy a dar otra oportunidad. Lo único flojo es que la atención demoró bastante y se equivocó con uno de los pedidos.

Bueno, el local esta muy bien distribuido, llama la atención cuando pasas, tiene una muy buena carta, una deco increible, los mozos con buena predisposición.
Lo positivo: la ubicación
Lo negativo: Tienen una carta entera de super licuados, pero SE LES DAÑO LA LICUADORA, a ver creo que el error viene más de gerenciamiento, garbarino esta a 3 cuadras, no puedes perder pedidos con esa excusa, NO PUEDES!
Lo recomendado: ir a Mooï que esta al lado!
No volveré!

Ayer después de pasar por la Pain y por mooi y que haya gente desbordando para afuera, decidí entrar a tomar un café en Biutiful, para conocer un lugar nuevo, vio?
El tema es que el café no estaba bueno, pero nos agarro antojo y pedimos un scon de queso, nos preguntaron dulce o salado? y yo dije… de queso.
Tardaron un poquito y llegaron dos scons de queso muy ricos, con mermelada y dulce de frambuesa a un costado (no me pregunten porqué) y azucar impalpable espolvoreada por arriba. Más allá de lo raro que me resultó eso (si suelen hacerlo en otros lugares cuentenme) los scons estaban MUY buenos.
Y bueno para pasar un rato ya que estas ahí no está mal, tampoco es que te digo antes de morir proba Biutiful.

Me resulta difícil reseñar, porque es un lindo lugar, la decoración esmerada, una carta atractiva en donde parece todo dado para ser un lugar genial y sin embargo…
Todos acordamos que la decoración es linda y creo que es un poco la puerta de entrada a Biutiful y por lo cual, uno le perdona cosas que no se bancaria en un bodegón.
Me pedí un sándwich de lomo que venía con papas, las cuales se notaban a la legua que habían sido recalentadas. El sándwich estaba bien, mi novio se pidió una ensalada que era básicamente lechuga con algo más y una salsa que prometía ser agridulce de frutos rojos pero de la cual habían escasas gotas. Los precios estaban acorde con la zona.
La atención, lejos de ser esmerada, estuvo bien, aunque vi que algunas mesas del patio estaban sufriendo para llamar la atención de un mozo y otra mesa directamente fue a la caja para que les cobraran.
Volvería a probar con alguna merienda, pero la oferta en la zona para la tarde es muy fuerte, y claramente luego de mi experiencia, si bien este lugar no sería mi primera opción tampoco seríà la última.

Fui a tomar la merienda. Tiene para adentro y para afuera. Adentro absolutamente ruidoso, casi no tolerable.
Pedimos dos meriendas en menú. Tostadas francesas y después tostadas tradicionales, ambas con café con leche. Las tostadas francesas no eran tal cosa, parecían recalentadas. Las tostadas tradicionales quemadas. El café con leche bueno.
Tienen wifi pero no andaba por más de haberlo intentado una y mil veces.

Lo poco que conocí me gusto bastante.
Ubicado en una zona de belgrano muy linda.
El mozo era muy amable. A la chica de atrás se le rompió una copa y el rápidamente la cambio de lugar y le pregunto si todo estaba bien.
Ni bien llegue me trajeron berenjenas al escabeche y variedad de panes (uno de ellos. El saborizado)
Pedí para tomar jugo de naranja y zanahoria. Muy bueno estaba. (Preguntar los jugos naturales disponibles ese mismo día pero se que había de limonada, menta y jengibre también)
Para almorzar hay gran variedad de platos desde ensaladas, sandwiches, tartas y bagels.
El bagel de salmón que probé era una exquisitez. Tenía rúcula y queso blanco. Lo único que le faltó fue calentar el pan. Pero el sabor es excelente. Venía acompañado de unas papas al horno en su punto justo.
Lo recomiendo. Y vendría a probar las tortas entre ellas el cheescake de maracuyá. Me quedé con las ganas.

Pasable, la verdad q nada especial. Esperaba mucho más del local pero las pastelerías no son muy ricas ni de gran elaboración. En cuanto a lo salado y al café regular.

Está bien pero no es nada maravilloso. La imagen del local está muy cuidada. Tiene un estilo hippie-​chic-​country-​naïf y todas estas cosas con mucha madera patinada y cosas de almacén de ramos generales de Carlos Keen que tienen ahora muchos de estos lugares.
Hasta ahora fui 2 veces. La primera, por la novedad, un domingo al mediodía. Pedimos pastas y acompañamos con una limonada, todo estuvo correcto. La segunda, otra vez un domingo pero a la tardecita. Tomamos café (muy bueno), té orgánico de frutos rojos (el agua en un jarrito de bar de microcentro con la tapa fallada), un «cuadradito» de limón (9 puntos) y un tostado de queso, tomate y rúcula (la rúcula también caliente… no es lo recomendable). En general, las dos veces fueron buenas, pero tampoco es un lugar que de para super recomendar. Creo que la ubicación es la clave por la que siempre esté lleno. En una misma manzana está Le Pain Quotidien, Mooi, Tea Connection, Nucha (versión para llevar) a los que se les puede sumar por cercanía el Museo Larreta, y algunos más. Algo que me llama la atención es que las 2 veces pasaron cosas con los mozos. Se les caían cosas, jugaban entre ellos, insultaban cuando llegaban a la barra no se si refiriéndose a clientes o cuestiones suyas. Mientras atiendan bien, no me molesta, pero no resulta agradable ese detalle. Volvería a ir porque la verdad es que no fallaron (y me queda cerca). Pero no deslumbran.

Bueno, qué decirles. El lugar es súper lindo y pertenece a la marca Wanama.
De hecho, aprovecharon parte del local enorme que tienen en Honduras y Malabia para destinarlo al café.
Se come muy bien, la atención es esmerada y en todo momento se respira una atmósfera de tranquilidad infinita. Me hace acordar a lo que era Palermo Viejo hace 30 años, donde los domingos transcurrían panchos y llenos de sol.
Pedí una ensalada caesar, mi plato fetiche y lo trajeron con rúcula en lugar de lechuga.
El principal ingrediente de la caesar es lechuga, no me lo podes cambiar. Como que en eso quisieron ser pretenciosos y me parece que no da.
La ensalada no estaba fea, pero no era una caesar.
No me quejé, soy cliente tranquila y trato siempre de relajarme y disfrutar la experiencia, antes que discutir con la persona encargada de traerte la comida.
Las tortas son exquisitas.
Los precios están dentro de la normalidad palermitana.
Volvería, pero para probar otro plato, definitivamente.
Wifi Honduras 4695

Que gran decepción!
Fui dos veces a cenar. Las dos fueron un fracaso!
El lugar desde afuera se ve prometedor, pero lo cierto es que es pretencioso, caro, mal atendido e incomodo.
La primera vez que fui pedí un arroz con una salsa teriyaki. Incomible de lo dulce que estaba!
La segunda vez, no solo la comida fue un fiasco (ravioles de remolacha pasados que me vinieron con un puñado enorme de brotes de soja crudos por encima, combinación inexplicable!!!) sino que la atención fue PESIMA y la mesa sumamente incomoda!
Eramos dos y nos sentamos en el patio cubierto de la entrada. Un rejunte de bancos tan altos que casi no te entran las piernas debajo de la mesa y sillas tipo «director» que perdían su respaldo cada vez que me movía.
Cuando pedimos la cuenta ni siquiera nos retiraron los platos. Termine firmando el comprobante de la tarjeta arriba de la panera.
Con la amplia oferta de lugares que hay en el barrio van a tener que hacer algo si quieren perdurar.

Hermoso lugar que le da un aire hiper copado a esa cuadra de Belgrano. Las veces que fui a mi me gusto mucho lo que pedí. El bagel con salmón es riquísimo y la ensalada ceasar es abundante y fresa. Probé de sus pizzas, wraps, postres y limonadas. Todo rico, el lugar re lindo en torno a decoración, motivo y ambiente. La parte de afuera hermosa para un día de calor, con amigos, familia o en pareja. Se de varias personas que no les gusto lo que pidieron, pero cosas muy detalladas y reclamos medios bobos. Sinceramente el lugar es lindo, el precio bastante bien, la comida rica y salís feliz.
Volví a ir esta semana, a todos aquellos que les guste el salmón pídanse el New York Salmon. Personalmente yo lo adoro, es riquísimo y también la ensalada austral es re recomendable. Tengan en cuenta que hasta el pan esta buenísimo y la limonada con jengibre es lo mas. Aviso que hoy me llego un momento a panfleto que avisa que tiene delivery de 20:30 a 23:30, cosa que esta buenísima y el menú que incluye es casi el mismo que te ofrece el restaurante.

Fuimos a almorzar 5 personas. Total de la factura aprox 800 pesos, lo cual para la calidad es terriblemente caro. El ambiente y decorado es muy lindo. La atención también fue muy amable.
La comida es muy mala, capaz el lugar zafa para un café, pero n sabría, porque la comida fue tan mala q no llegamos a eso.
Pedimos 2 ensaladas, sin gusto y mucho pasto. El wok y los ñoquis aunque buena pinta, sin sabor. El wok no cumplía con la descripción de caramelizado, etc.
Parecería q al sacar la sal de la receta se quedaron sin condimentos.
La limonada tampoco estaba bueno, le faltaba frío y nuevamente, gusto.
De postre (como nos quedamos con hambre…) pedimos in cuadrado de manzana y uno de brownie. El brownie estaba bien. Nada especial… el de manzana estaba horrible masa seca y fea. Apenas tenia un hilo de manzana y no tenia crumble. Todo masa seca sin gusto.
Conclusión: no volveremos y no lo recomiendo

Este local lo conozco de pasada nomas. Vengo a comentar por el de unicenter en realidad pero no está cargado.
En el shopping como se encuentra bastante escondido no suele llenarse y por lo tanto no hay barullo un sábado a las 18 hs como cuando fui.
La carta de meriendas y desayunos en Biutiful es sencilla. Los precios son accesibles y la pastelería nada del otro mundo. Lo que sí advierto acerca del yogur con granola que traía bastante miel (cantidad suficiente para varios tés cuando estás enfermo), lo cual me cayó muy pesado y en la carta solo decía «yogur y granola».
Lo que más me gustó y sí recomiendo por sobre todo es el ambiente y la mesa cominitaria. Tiene enchufes en un recuadro sobre la mesa lo cual es genial si vas la compu y para estar en grupo, obviamente.

Mi mama pidió un tostado de jamón, queso y tomate y le trajeron un sándwich de recula, queso y tomate?
El wrap que pedí de pollo estaba muy feo. Lo cambie por una pizza que teníà la masa cruda y parecía que se les había caído un tarro de orégano. No volveré…

Pésimo. Me dieron un yogur en mal estado, consistencia líquida como leche y granuloso como si estuviera cortado. La granola estaba chiclosa, vieja.
Pensé que quizás tuvieron un apagón de verano y les di una segunda oportunidad. Pedí unas tostadas y el queso crema estaba líquido, horrible. No conocen las heladeras. Lo único es que el ambiente es lindo, amplio y bien decorado. Engaña con eso y al estar a la vuelta de El pan cotidiano los que no quieren esperar una mesa, como yo, van ahí.

La manzana de La Casa del Angel tiene un angel de verdad, si no no es posible el seleccionado que hay alli.
Estas en Belgrano en la esquina de Cuba y Sucre, a la hora de la merienda (por ejemplo, puede ser almuerzo desayuno, brunch, etc) y no sabes si tomarte un te con tu abuela en Surich, un te con tu mama en Tea Connection, un café con pasteleria europea en Le Pain Quotidien, un capuccino con pasteleria tradicional en Nucha, o algo en MOOI (todo en la misma manzana!!)
Si todo esto no alcanza, abrio hace poco Biutiful, una excelentisima opcion para todas las comidas, en un lugar muy amigable, con mesas para dos, para cuatro, mesa comunitaria, silloncitos todo con una decoracion de antigüedades de utensillos de cocina.
Solo tome un cortado, y todo tiene la misma calidad y nivel, valdra la pena ir a probar en otras comidas.
Aceptan tarjetas de credito