Búffala

Las heladerías de calidad ya se están haciendo comunes en Buenos Aires, y Buffala es una de las q pisa fuerte en el montón.
Una decoración muy simpática y opciones originales. En el subsuelo tienen una ventanita para espiar la cocina mientras arman los helados, que lógica y lamentablemente no está abierta de noche ni el finde, q es cuando suelo ir.
Más allá de los gustos de Kinder Bueno y desde tipo de delicias, ofrecen pan con helado, waffles, palitos con formas divertidas, todo tipo de toppings para las capelinas, mil opciones divertidas para comer helado!!!
La zona es un embole para pasear, pero si estás x ahí x algún motivo, vale la pena q te des una vuelta!!!

Me encantan las heladerías que tienen el helado a la vista. No sólo porque me tientan muchísimo, sino también porque el helado tiene una textura más cremosa y menos congelada. Búffala no es la excepción, y además sus gustos –si bien son muy poquitos– son riquíiiisimos.
El de chocolate es imperdible. El de mascarpone es directamente una genialidad, de los pocos que he probado en el que se siente el gusto a queso en vez de a crema llena de frutos rojos. Pedimos un tercero cuyo nombre no recuerdo que si bien era rico, no estaba a la altura de los otros dos. Una especie de dulce de leche con gusto a relleno de chocotorta. Tengo la teoría de que en este tipo de heladerías los dulce de leches son los que menos se lucen, hay que pedirlos sólo en las clásicas.
Búffala también ofrece diversos helados en palito con pinta muy divertida. Había unos con cara de cookie monster que apelaron a mi irracionalidad y casi me los llevo. Pero por suerte razoné a tiempo y decidí quedarme con los gloriosos mascarpone y chocolate.
El local es pequeño, pero tiene una barra con vista a la calle bastante simpática.

Un día decidí probar los helados de este pequeño local, donde recuerdo que allá por los años 90 existía otra heladería que se llamaba El Lido. Confieso que fui sin expectativas, pero la sorpresa fue grata.
Tienen una muy interesante variedad de sabores que no se encuentra en otros negocios del rubro y que son muy ricos, probé uno que lleva galletitas oreo (perdón, no recuerdo el nombre) y otro de chocolate que es una bomba.
Buffala también ofrece servicio de cafetería y tiene unas pocas mesas donde uno puede hacer uso de dicho servicio. Pero yo esta primera vez fui específicamente por el helado.
La atención es cordial y correcta. El local está muy bien puesto dentro de las limitaciones que tiene por el espacio.
Muy recomendable para seguir probando los diferentes gustos que tienen.

Helados en palito con forma divertida, artesanales ideales para los chicos. Helados cremosos y sabrosos. Helado de limón al agua con textura hiper cremosa. Helado de bayleys y el de chocolate amargo.

Fui un sábado a las 14:30 hs, hace una semana (diciembre 2015, terrible calor) así que no había tanta gente por ese horario.
Como estábamos indecisos para qué pedir, optamos por una oferta que lucía en la caja y consistía en una degustación de bochas de helados. Seis sabores a elección, me dijeron que aproximadamente serían 40 gr de cada uno, exactamente la bochita que sale con la cuchara para servir helado.
Probamos los sabores: kinder, dulce de leche granizado, maracuya, Valentín, chocolate con almendras y banana split. Exquisitos todos los sabores. El kinder es uno para ir a conocer. La degustación nos la sirvieron en pequeños vasos que iban sobre un plato de vidrio similar a una paleta de pintor. Para dos o tres van bien la propuesta.
Nos costó $ 78. Aparte de los helados es cafetería. No vi lo que ofrecían de pastelería pero si tienen lo básico de café y medialunas.
El ambiente es pequeño y muy lindo.

Buffala no tiene muchos años, y es mas bien chica, pero la calidad del producto, el lugar y la atención es todo excelente!
No tiene pretensión de ser una heladería artesanal retro, o invocar al pasado familiar del negocio, sino que todo lo contrario, se presenta como una opción «boutique» queriendo ser mas premium que masiva con una propuesta mas parecida a las de las cadenas grandes (cafetería + heladería).
Se encuentra en el rango normal de precios, para la ubicación y la calidad diría que hasta podrían cobrar un poco mas (ojalá no me lean).
Los sabores son buenísimos, tienen variedades únicas (creaciones de la casa), algunas poco usuales pero que están en otros lugares (inspiradas en galletitas, bebidas alcohólicas, etc) y clásicas de chocolate, dulce de leche y distintas frutas. Con lo cual esta buenísimo si queres ir a hacerte el loco y probar algo raro, como para probar un sabor de siempre pero re bien presentado y de gran calidad.

Muy buenos helados, muy cremosos y con sabores originales.
Tambien se puede tomar café y comer algo dulce.
El espacio es comodo y amplio. Al estar sobre esquina y con paredes vidriadas se puede ver el movimiento de la Av. Pueyrredon desde el interior.
Suelen hacer ofertas interesantes.

Los helados de Buffala son hermosos; tanto por la forma en que están presentados, como por su textura y sabor. El local, si bien es un poco chico, es muy acogedor, ya sea para un heladito al paso o para desayunar tranquilo. Tienen wi fi gratuito y varios diarios.
Recomendado el gusto Gianduia, una crema con chocolate y avellanas, casi casi un helado de Nutella.
En contra: no cuentan con espacio para estacionar bicicletas.
A favor: tienen descuento Club La Nación.

Es una heladeria distinta a las que estamos acostumbrados.
El local es super lindo, tienen gustos muy especiales pero que son riquisimos. Si pedis probar se puede, gol.
Estaria genial que tenga mesas afuera.

El local es chico, pero con un muy lindo diseño.
Los precios son normales.
Los helados daban ganas de probarlos, a la vista eran muy tentadores… Pero esta vez queríamos tomar un café y estuvo muy bien.
La atención es buena y escuche que le ofrecían a quienes tienen Club La Nación un descuento.

La heladeria se encuentra en Av Pueyrredon y Gutierrez, en la esquina.
El local es chico pero esta muy moderno. Cuenta con helados artesanales de gustos especiales y cafeteria con ricas cookies.
El local se autodenominan heladeria boutique.
Los sabores son especiales y distintos a cualquier heladeria convencional.
Sabores como Mojito, Piña Colada, Moulin Rouge, Chocolate buffala, entre otros.
A modo orientativo el ¼ cuesta $ 55
Para recomendar, si pasas cerca no dejes de probar esta heladeria

Moulin Rouge: dicese de un gran gusto de helado que probé anoche en Buffala. Una mezcla de chocolate, frutilla y pionono (sic) que me sorprendió gratamente.
Además de los gustos clásicos tienen un par de gustos originales.
Los precios son muy parecidos a los de Freddo, el ¼ por ejemplo, sale $ 55 pero desconozco si tienen alguna promo con alguna tarjeta.
El local está bien ubicado, además tienen cafetería y unas cookies que tienen mucha pinta.
Vale la pena para probar gustos ricos y originales.

Compite siendo una de las heladerías mas ricas de Buenos Aires. Sabores originales y muy buenos.

Helado premium! El chocolate Búffala, el Moulin Rouge y el Valentín son excelentes. El local está muy bien presentado y la atención es muy esmerada. Altamente recomendable. De las mejores heladerías artesanales de Buenos Aires.

La verdad, de las mejores heladerías de la zona. Muy por encima de las grandes cadenas, buenos precios, ambiente agradable, el lugar está muy bien decorado, y por sobre todas las cosas, ¡el helado es riquísimo! Super recomendable, si sos fanático del chocolate probá el Chocolate Búffala.

Heladerias hay miles, pero si encontras una que se autodefine como «heladería boutique», queres saber de que se trata. De entrada te encontras con la grata sorpresa de que te atiendan amablemente con una tonada centroamericana.
La presentación excepcional en las coquetas vidrieras del lugar y la gran cantidad de sabores particulares que ofrece, dificultan seriamente la elección. Por suerte podes permitirte probar una cucharadita de algunos gustos sin que te pongan cara larga.
No hace falta ser un gran entendido en la materia para saber que no todos los helados son iguales. Creanme que estos son verdaderamente cremosos, bien homogeneos y se nota que utilizan materia prima de calidad. Son de los que te hacen decir «que buen helado!» ni bien los probas.
Además, para seguir con las sorpresas, el precio es mas bajo que el de aquellas cadenas de renombre; asi que aprovecha a comer cuanto antes todo el helado que puedas antes que se arrepientan!
Los contra: 1) las dos vidrieras de helados estan separadas entre si por una columna que incomoda tanto a los clientes como a los empleados que tienen que trasladarse de un lado para el otro, 2) tienen otra cristalera un tanto vacia que exhibe dulces, masas y muffins que quedan en un segundo plano y no seducen en lo mas minimo.

Esta es una de las joyitas de Buenos Aires. Todavía no se volvió una de las heladerías más conocidas de la ciudad (pero sí del barrio) porque no hace mucho tiempo que abrió esta sucursal y por lo tanto mucha gente todavía no la descubrió. Pero doy fe de que los helados artesanales que tienen a la venta son un espectáculo.
Tienen sabores geniales (como Kinder o Ferrero Rocher) y mil opciones de chocolates y dulce de leche. Siempre me cuesta muchísimo elegir porque la verdad es que todos se me antojan (por eso cada vez que voy trato de pedir un sabor diferente). Uno que es genial: «bon-​bón», que es helado de maní y chocolate, con una crema tipo bon o bon. Increíble.
Además tienen algunos toppins para agregarle a tu helado y algunos productos de pastelería (sobre todo mini tortitas individuales que tienen mucha pinta). Podés tomarlo en el local, llevarlo a tu casa o llamar al delivery. No es una heladería barata (al contrario) pero realmente vale la pena darse un gusto de vez en cuando y pasar por Búffala.