Burmana

Solo he ido al mediodia a comer shwarma y la verdad que es bueno pero no es el mejor que he comido en Buenos Aires.
Es una opcion diferente para comer al mediodia

Qué liiiindo tener este negocio tan cerca de mi laburo. Me llevaron unas compañeras hace unos meses con la excusa de comer shawarma y ahora necesito ir todos los días.
Desde la ambientación hasta los shows (y obviamente la comida) es inequívocamente un lugar árabe. El salón es realmente grande e inmaculado, y hay mesitas afuera.
Con respecto a la comida, solo puedo hablar del shawarma porque es lo único que probé (aunque chusmeé la carta y tienen una amplia oferta gastronómica). Hay shawarma de lomo, de pollo, mixto o de falafel. Probé los de pollo y falafel y son riquíííísimos y enormes (me cuesta horrores terminarlos).
La atención es buena y la relación precio/​calidad excelente.

espectacular, vivís la experiencia arabe desde que entras hasta que te vas. Pedimos las picaditas que traen distintos platos típicos muy ricos junto con un pan calentito que se te deshace en la boca!
Podes pedir fumar shisha (narguila).
Además hay un show de odalisca que va bailando por las mesas de la planta baja. Si te sentas en las mesas de arriba no se escucha tan fuerte la música y es mas tranquilo.

Burmana es un lugar al que se va no sólo a comer sino a algo así como tener una experiencia armenia. Desde el momento que entrás te podés olvidar que estás en Buenos Aires ya que tanto la música como la decoración del lugar acompañan al tipo de comida que sirven.
Los platos tradicionales son correctos, aunque la relación precio/​calidad no es de las mejores. Algunos platos son un poco chicos, por lo que es conveniente consultar con el mozo. La atención es amable y el lugar es tranquilo.
Entre las propuestas más interesantes que ofrecen se encuentran la lectura de la borra del café y la posibilidad de probar el anís oriental (aunque debo reconocer que sólo a mí me gustó de los que lo probamos).