Cantina como muchas otras, no tiene nada de especial. Se puede ir en familia o con amigos Los precios son normales, no es ni caro ni barato. El mejor plato para pedir, la cazuela se mariscos.
Ariel G.
Rating des Ortes: 5 Buenos Aires, Argentina
Excelente lugar, comimos una paella exquisita. El mozo muy buena onda. El lugar no tiene lujos, es una cantina. La carta tiene una variedad excelente y los precios son medios. Es súper recomendable para ir en familia y comer las especialidades que son las pastas y mariscos.
Ornella B.
Rating des Ortes: 4 Buenos Aires, Argentina
En el lindo barrio de Villa Urquiza se encuentra este bodegón fantástico que se especializa en pastas y mariscos. Sabiendo esto ultimo me animé a las rabas, los calamarettis y las gambas al ajillo. Todo muuuuuy rico y abundante(todo para compartir)! La atención es muy buena, el mozo que me tocó muy atento. El dueño suele pasear por las mesas para preguntar por la experiencia. Me encantó :) La relación precio-calidad es buena.
Luly S.
Rating des Ortes: 4 Rockville, Estados Unidos
Siempre que voy se come muy rico. Esmerada atención de los mozos. Lástima que hoy se olvidó del último pedido que hice y lo tuve que esperar más de 30 minutos.
Pedro E.
Rating des Ortes: 3 Buenos Aires, Argentina
100% cantina, no esperen gran decoracion pero si porciones generosas atencion familiar, el precio puede ser elevado si no se comparte pero lo vale.
Paloma P.
Rating des Ortes: 4 Buenos Aires, Argentina
La Cantina de Bruno es un bodegón como Dios manda. No hace un especial énfasis en la decoración, se nota que lo importante es que haya muchas mesas para que entren muchos comensales y, clave, que los platos sean bien abundantes. Nada de giladas como porciones chicas y decoración minimalista. Su especialidad es la comida italiana y la española, sobre todo los platos que incluyen pescados y mariscos. ¿Qué mejor que pedir unas pastas rellenas o una paella y que estén repletas de mariscos? Hay mesas adentro y también sobre la vereda. En invierno también están ambos sectores ya que el espacio al aire libre está cerrado con unos toldos de plástico transparente. Además hay tantas personas que calor humano no va a faltar. No me pasa siempre, pero muchas veces tuve que esperar para conseguir mesa, así que recomiendo ir temprano y no en medio del horario de la cena porque hay muchas familias numerosas que ocupan varias mesas.