Capitan Parrilla Delivery

Nunca fui a comer al lugar, pero si solemos pedir mucho para casa.
Se pueden hacer pedidos por pedidosya, y cumplen a la perfeccion asi que eso te saca un problema menos.
La comida es muy buena, y los platos son bastante grandes.
Super recomendable para esas noches en las que no tenes ganas de cocinar, y queres comer carne /​ensaladas.

La comida es rica y abundante. Pero la atención deja mucho q desear. En días con gran cantidad de gente se desbordan y separan mesas para facturar más, aunque eso incomode al comensal y complique transitar entre las mesas. Si le decís algo al dueño se enoja y en lugar de pedir disculpas responde responder de mala manera. No voy más.

Jamás fui al Capitán pero sí pido regularmente.
Tienen el menú más amplio que vi en la historia del delivery.
Sus destacados son las pinesas (milanesa a la pizza) y los matapizzas (matambre a la pizza), que vienen bajo unas 10 opciones cada uno, con guarnición y tranquilamente se pueden compartir (no más de 2 personas).
Las pastas están «bien», pero su carta fuerte definitivamente es la parrilla.
Una vez cometí el error de pedir una ensalada Caesar y me vino en una bandejita mínima, así que no volveré a pedir.
Me resulta muy barato y es una opción perfecta para comer buena carne (y bien preparada) sin salir de casa. Si se anda por Caballito y no hay ganas de salir, pedir al Capitán es la mejor alternativa.

El asunto de comer asado fuera de tu casa, por lo menos para mi, resulta muy complicado. Como el asado de mi viejo no hay, ya todos saben como le gusta la carne a cada uno, que corte, si con mucha grasa, si con poca, si cruda, si cocida, si ‘jugosa pero no viva’, si el choripan pinchado o no… sos demasiados aspectos los que el parrillero debe contemplar para lograr que todos sus clientes queden conformes. Por eso, no suelo ir a parrillas a comer, porque la paso mal.
Sin embargo, este verano unos amigos me insistieron con que fueramos a Capitán Parrilla que estaba bueno. Fuimos, y estaban en lo cierto. Eramos cuatro y pedimos parrillada para compartir con ensalada. A excepción del chorizo, que estaba seco y creo que era en un 80% de cerdo, la entrada de achuras estuvo bien. Las mollejas y los chinchulines súper ricos. Y después vino la carne, que la trajeron con dos bowls, uno con alioli y otro con salsa criolla. El vacío era bueno. El asado me hubiese gustado más crudo, pero no estaba pasado igual. Para culminar aquella cena desastrosamente abundante, compartimos un flan. Muy bueno.
El lugar no es nada especial, es como una parrilla cualquiera. Había mucha gente, conseguimos lugar porque fuimos temprano pero más tarde empezó a haber gente esperando afuera. El mozo, un divino.