Casa Nogal

Hay lugares que conocés, te gustan y pensás en volver. Pero hay otros de los que te enamorás y no te querés ir nunca. Ayer conocí Casa Nogal y califica definitivamente para el segundo grupo. Ubicado en pleno barrio de Belgrano, casi en la esquina de Monroe y Crámer, se esconde camuflado como una casa antigua de techos altos. Detrás de la reja la luz está encendida, esperando. Tocás el timbre y te bajan a abrir, como si fueras el invitado más especial. Subiendo las escaleras hay una casa, un centro cultural, un espacio de recitales, una galería de arte, todo repartido en los distintos ambientes. Las paredes parecen recién pintadas, todo está impecable. En la habitación donde tocan las bandas hay algunas sillas, pero la mayoría de la gente está sentada en almohadones en el piso. En la cocina venden cerveza, fernet, pizza y unas geniales bombas de papa y queso (que se terminaron rápido), todo a excelentes precios. La gente tiene toda muy buena onda, tanto los dueños de la casa como los invitados. Durante la semana organizan clases de música y distintos talleres, así que vale la pena estar atento a las novedades que actualizan en las redes sociales. Una opción diferente para la noche del sábado, un lugar donde se respira arte.