Me atiendo con Pablo desde que tengo 13 años. Ojalá pudieran verme los dientes, seríà la mejor publicidad porque están muy sanos y prolijos. Lo primero que puedo decir de este odontólogo es que tiene tanta onda que hasta te dan ganas de ir a verlo una vez por año. Les juro que no exagero, él puede estar con el torno serruchándote una muela que ni te das cuenta porque te distrae hablándote de cualquier cosa. Junto con él, atiende otro dentista que no conozco pero mi cuñado sí y me dijo que era excelente. Sí, vamos toda la familia. Yo hasta me cambié de prepaga para tenerlo. Lo malo: es tan pero tan bueno que es difícil conseguir buenos horarios y, si ves su agenda, está repleta por meses. Cuando te da turno la demora es de aproximadamente 20 minutos pero hay muchas Hola! para entretenerse en la sala de espera.