3 Bewertungen zu Feria de Libros Parque Centenario
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Lisandro N.
Rating des Ortes: 4 Buenos Aires, Argentina
La feria es un lugar interesante para ir a buscar libros. No tiene el tamaño y la abundancia de los libros del parque Rivadavia, pero tiene muchas ventajas para compensar. Es solo un fragmento de una feria mayor, que se hace todos los fines de semana en el centenario y que no se limita a libros, sino a toda clase de cosas: ropa usada, antiguedades, cosas hippies, juguetes, figuritas, etc. La feria de libros propiamente dicha esta todos los dias(aunque no estan todos los stands abiertos) y se dedica pura y duramente a los libros. Una ventaja es que hay libros que son muy buenos a un precio regalado; eso no te pasa en el Parque Rivadavia, donde los puesteros son mas vivos y conocen mejor el precio de sus libros. En la feria del centenario podes encontrar buenas gangas, cosas raras y los libros clasicos de todos los tiempos.
Alberto A.
Rating des Ortes: 5 Buenos Aires, Argentina
Esta feria de libros tiene varias particularidades, siendo una de ellas el cambio que se va produciendo en el material ofrecido. El espacio que ocupa es largo y tiene gran cantidad de puestos. Comienza, si venís del lado de Corrientes, en un costado de la parte que da a Angel Gallardo para luego doblar y avanzar en forma continua con un puesto tras otro. Hay puestos que tienen material especializado en algún tema, como medicina, historia o psicología. En otros hay mayor variedad. Siempre conviene ir caminando lentamente y mirar los lomos con el título de los libros, para preguntar luego los precios. Un consejo al respecto: no mostrar demasiado interés en un libro, aunque estemos desesperados por él, sino pedir precios de dos o tres volúmenes, de ser posible de temas diferentes. Los puesteros, varios de ellos zorros viejos en este oficio, intuyen el interés del cliente y pueden subir el precio si así lo notan. Si ves el código en letras en la primera página, recordá las palabras Murciélago y Madrileños, que son las que muchos libreros usan para reemplazar los números del 1 al 9 y el 0, uno por letra, y tendrás idea del valor. Ejemplo: 12 pesos MD, SS con la segunda palabra. También esta feria es una oportunidad para completar colecciones de libros, revistas o fascículos, ya que la sorpresa es continua. Por eso recomiendo tener un listado de lo que te falta y no vacilar en comprarlo. Es por supuesto una caminata con tiempo y si la repetís regularmente irás conociendo los puestos con más movimiento y ofertas para otra visita. Muchos puestos se arman comprando colecciones de gente que fallece o dando monedas por lo que vale mucho y son de libreros que durante la semana tienen su negocio en otra parte de la ciudad, por lo que conocen de valores y mercado. Una experiencia que se da en cada comienzo de año lectivo es ver estudiantes que buscan canjear libros de texto que usaron el año pasado por nuevos, o los venden por lo que les den. Allí los puesteros hacen su negocio. No olvides mirar las revistas viejas, ya que hay sorpresas también y es una buena manera de aprender historia y conocer la sociedad argentina. A diferencia de otras ferias, como la de Parque Rivadavia, aquí los puestos de libros y revistas son sólo de este rubro, sin mezclar otros productos. Por eso este sector tiene límites determinados. Después vienen otros puestos, como los de artesanías, DVDs con películas y músicas en los que no se ve el copyright, cosas viejas de todo tipo y lo que se te ocurra. Pero esta feria atrae y si te atrae la lectura una vez que vas conociendo los tesoros bibliográficos que podés encontrar, sabrás por qué los libros viejos son un viaje de ida. Alberto Auné
Lucila B.
Rating des Ortes: 3 Buenos Aires, Argentina
Aquí se desarrolla una feria a cielo abierto de libros y revistas en su mayoría usadas. Son varios puestos que están uno al lado del otro y uno puede ir a vender libros que ya no usa o comprar lo que otros vendieron. Era un paseo habitual de los primeros sábados de marzo, llevar los manuales del año anterior y traerse los nuevos ya sea cambio a cambio o sumandole una diferencia. Después como que perdí la costumbre. Pero llego el momento hace unos días que pase y me detuve ya que estaba buscando material para un trabajo que estoy preparando, por lo cual como estaba cerca pensé en darme una vuelta para ver si conseguía algo ahí perdido. Y la verdad que me fui con un gusto amargo, si bien ya no son la cantidad que había antes y no quiero generalizar ya que mi mala experiencia fue solo con uno de los puestos me puse a revolver en los canastos que tiene para que el publico haga eso. Encontré un material que me resulto interesante pero no de vida o muerte; aclaro eran dos libros del año cero estado de conservación tirando a malo, pero me dije no importa puedo llevarlo y reparalo. Cuestion que despues de examinar todos y cada uno de los libros me di vuelta y consulte su precio porque en este puesto nada tenia precio(en los demás hay carteles o los escriben en la primer hoja) y el vendedor muy amable lo penso un largo rato su respuesta y el precio que me dio les juro que no lo podía creer FORTUNA!!! era un libro usado, maltratado por los años, la humedad y algún ser humano. La verdad no tengo historia de pagar caro los libros me encantan, me parece que es un dinero bien invertido, lo que si me da rabia es que otros se quieran hacer los vivos, porque esto no termino así, cuando yo le pregunte si tenia tarjeta de crédito a fin de salir diplomaticamnte de la situación, me canto truco!(me dice mira que este precio te lo hago pero no se si el dueño del puesto cuando vuelva no va a decir otro valor) No gente no saben con la mezcla de rabia y desilusión que me fui. Me quede a vivir en la nostalgia de cuando uno iba a vender sus manuales y en el combo se traía un libro de cuentos, porque es lógico que esta gente viva de su negocio pero antes lo hacían con pasión en este puesto repito este puesto me pareció que lo único que pretendia era vender según la cara del cliente. Estaba tan enojada que me fui sin comprar nada, pero apuesto a volver y probar suerte en otros puestos, confio en que aun quedan libreros de los de antes, los que saben que venden, que te recomiendan y donde lo tienen.