Fiera

Fui ni bien abrió para conocer porque soy del barrio. Mucha pretención. Platos aggiornados pero no sabrosos.

Linda ambientación, muy rico el vino rosado con frutos rojos. Lo malo: las ribs estaban muy grasosas y frías

Bueno, como se ve en las fotos, esta parrilla queda en una esquina con mucha onda y esmero en la decoración, las mesas industriales, la carpintería abierta, las luces de néón, las lámparas de diseño y la madera, los ploteados en las paredes y hasta las mozas tenían remeras que decían «estoy a punto».
El pan lo traen en una bolsita de papel, como se trata de una parrilla, tienen cuchillos parrilleros y ahí entendés que las cosas van a estar bien: alguien pensó en todo, pensó en las veces que estuviste luchando con la entraña armado con un cuchillo de serrucho sin filo. Te traen el vino en una frappera de metal que parece un balde lleno de hielo, y cuatro dipperas con salsas, criolla, barbacoa y un platito con dos petit fours de parrilla, a modo de tentempié.
Hay dos opciones de vinos cosecha tardía (Nolita). Comprás uno para cenar ahí y te dan uno de regalo al momento de irte. También se puede cenar con tragos o vino, que están en precio.
Pedimos una tabla Fiera, que trae un poco de todo, una provoleta y una ensalada: comíamos dos. En verdad tardó basante en llegar. La presentación de la provoleta, traída en la propia sartencita de hierro y de la carne en su tabla conservando el calor era buena.
El postre fue una copa helada generosa, pero con un dulce de leche suave, y un brownie al que se le sentía un poquito la quemazón.
Críticas:
Todo es excelente, salvo la comida, que zafa. La provoleta no era buena, era un queso para fundir pero de esos que parecen más muzzarella que provolone. De esos que no hacen la crostita. La tabla de carnes parecía un rejunte, había carne a punto y carne pasada y cortada como el tiras chicas, como si fuera para hacer fajitas. Rarísimo. La tabla sale casi 3 gambas, y poniendo una gamba de costo quedás como un duque, no hay necesidad de escatimar así.
Este lugar tiene una ubicación muy buena como para desperdiciar por calidad convertirse en un clásico de Pedro Goyena.
Espero realmente que despeguen con el apenitas que les falta.
Vayan y prueben.

Parrilla cool, quizá no técnicamente parrilla. En excelente esquina de Little Horse, en el polo gastronómico de Goyena. La carne es buena y está bien hecha, aunque venga marinada y no te pregunten el punto. La jarra FIERA (vino rosado con frutos rojos) te llena el totó de preguntas y más en verano. Las papas FIERA con huevo frito y panceta van como piña. Para 2, tablita de carnes + papas FIERA + Jarra loca, 500 pé. Muy buena opción para ir con las chicas.

Depende lo que elijas te pueden resultar chicas las porciones, se recomienda pedir alguna entrada porque sino probablemente te quedes con hambre. La torre de bondiola, por ej, es muy chica para lo que vale. La hamburguesa fiera, en cambio, tiene precio acorde. El servicio de mesa y la atención son impecables: la moza muy buena onda y nos trajo condimentos y pan tres o cuatro veces sin pedirlo.

Fiera es una buena opción para comer carrrrne en Caballito. No es una parrilla convencional pero tampoco es un lugar donde te sientas incómodo por las luces o la música muy alta.
Las ensaladas son un muy buen acompañante de la carne. Son porciones abundantes, todas para compartir. La entraña y el lomo son dos platos que tenes que pedir si vas a Fiera. Deliciosos es poco.
Párrafo aparte para las papas y las entradas: chorizos, morcillas, mollejas, todo es rico.
Los mozos son bastante atentos, siempre bien dispuestos y rápidos.
El bonus fue el postre: un mousse de chocolate amargo que no tiene nada que envidiarle a cualquier lugar especialista en dulces

Me pasa algo contradictorio con este lugar. Fui muchas veces, está en mi barrio y digamos que me une más un factor emocional que no puedo ser del todo objetiva. Me pasa que ni yo me entiendo por qué sigo yendo si son muy limitados en todo. La calidad de la carne y tamaño de porciones son de 10! Ahora tenés que pedir todo literal a la carta, no podés cambiar ni agregar nada. Al punto tal que festejando un cumpleaños y estando mal de la panza pido que en vez de todos los vegetales asados me traigan sólo calabaza y no se pudo. Tuve que pedirlo igual porque sino no comía y solo comí el dado de calabaza porque el resto eran verduras que no podía comer ese día. No podés cambiar guarniciones ni de las opciones de corte de carne que traen las bandejas de 3 cortes. Al terminar pedí un te y la respuesta fue «no trabajamos con te». Como si pidiera línea Pepsi en un lugar que trabajan con Coca. Super raro que no puedan hervir un poco de agua y ponerle un saquito.
Ahora si me leen no van a entender por qué diciendo esto sigo yendo. No? Es que si te gustan las opciones de la carta así literales como las lees, salís con la panza contenta de lo rico, sabroso y buena calidad que tiene todo.
Los mozos atienden muy bien.

Desde siempre vivo en la zona y recién hace una semana conocí Fiera. Es una parrilla ubicada en la ascendente Pedro Goyena y se destaca por no ser una parrilla más. Es una opción para cuando querés variar un poco (es decir, no ir a Cervelar porque ya te van a dar el carnet de socia vitalicia) y gastar un poquito más de lo habitual.
Particularmente soy una persona que a la hora de la parrilla tiene un menú no muy amplio ya que no simpatizo por TODO el menú de parrillas pero cada tanto está bueno que se te llene la ropa de humo y comer carne hasta reventar.
Lo que me ha fascinado de este lugar, es que tiene una onda demasiado copada. Es decir, si bien fuimos en la semana del rock (o algo así) y durante toda la cena estuve con los Beatles, los Rolling, Soda, Los Redó y demás, comer y encima tener excelente música de fondo, es increíble.
Dos tips importantes: ir con suficiente dinero (no es la parrilla del barrio que por 200pe te comes una completa) y cobran cubierto por persona.

Linda y buena opción de comida en Caballito para no caer en los mismos bares de siempre cuando no queres gastar tanto en una cena. Fuimos dos, compartimos todo lo que pedimos, y entre morfi, bebida y servicio de mesa gastamos $ 200 por cabeza.
De entrada te traen PAN CASERO Y CALENTITO, amé. También unas mini tostaditas con morcilla y tomates cherry.
Para comer pedimos una tabla de «degustación» de distintos cortes de carne, marinados y saborizados. Uno de esos cortes era un pedacito de bondiola a la mostaza que podría haber repetido mil.
Para acompañar nos fuimos al c*rajo y pedimos dos porciones de papas: unas Fiera que tenían huevo frito y ajíes asados, y otras con queso cheddar y panceta que también estaban increíbles.
Punto a favor: todo lo que sobra podes pedir que te lo envuelvan para llevártelo.
Lo que tienen caro son las bebidas, pero tienen una jarra «Fiera» de vino rosado con frutos rojos (o sea, clericó) que no pedimos porque no vimos a tiempo pero que ya voy a volver a probar.
El servicio de mesa no es caro (menos de 20pé por persona), y realmente todos te atienden muy bien y te asesoran a la hora de pedir.
El local es relativamente chico y cuando se llena es un quilombo porque también tienen música bastannnnte fuerte, pero no deja de ser un buen lugar para ir a disfrutar un rato y comer bien y rico.

Está muy bien el lugar y el concepto en general para hacerla una «parrilla moderna»
El pan caliente en bolsita de papel me pareció piola
Muy buena la provoleta
Pedimos un plato combinado de carnes y la bondiola era excelente. El resto maso.
Las papas cheddie excelentes.
Pedimos un panqueque y vienen dos tibios. Bien.
Precio normal, lastima que no aceptan crédito pero si débito.
Atención buena

La atención es muy buena. El pan de la panera es recién hecho, muy rico, diferentes tipos de panes. unos pancitos fritos buenisimos! La carta es bastante acotada, no hay mucha variedad de cortes de carne. Los precios son acordes a las porciones. Probamos el Osobuco a la parrilla, muy rico. Las achurras y la provoleta son recomendables. Gastamos 400 entre dos, pidiendo 2 entradas, plato principal (para compartir) un postre, y Jarra Fierra (MUY recomendable). En cuanto a las bebidas, las gaseosas vienen en latita.

Si queres ir a una parrilla con amigos, donde pasen música del momento y no te maten las luces tipo reflectores, Fiera es el lugar.
Es un lugar moderno, con estética «canchera» y detalles originales.
Fuimos a cenar por el cumpleaños de una amiga, pedimos de todo para probar los distintos cortes de carne y platos. Lo más destacado es la jarra de vino rosado con frutos rojos, una locura de rica y rinde bastante a un precio razonable ($ 120).
Pedimos provoleta (muy bien con tomates confitados y rucula), la tabla menage a trois donde venían chinchulines, morcilla bombón y chorizo de 20 cm. Acompañados con papas cheddy (eran al horno y cortadas en cuadrados y nos decepcionaron un poco).
Después pedimos ribs con salsa barbacoa (excelentes), torre de bondiola (con queso y panceta) y una tabla con vacío, matambre y bondiola en tiras.
Todo de excelente calidad realmente. Lo único que no me gustó fue el postre ya que vienen en tarros de mermelada!!! Basta de este horror por favor! Volvamos a los postres en copas o platos se los pido!
Llevamos torta y vinieron a cantar el feliz cumpleaños a la mesa, lindo detalle.

El lugar es lindo, la comida buena pero imposible mantener una conversación razonable, el nivel de la música es muy alto, llame al mozo dos veces para que bajarán la música y ni bola, la verdad que me fui sin comer postre porque no se podía charla, en varias mesas hacían el mismo comentario.

Me la recomendaron. Es una parrilla común, nada fuera de lo normal, excepto la musica extremadamente alta. La música me dejó sordo.

Una buena opción de Parrilla en Caballito. Las porciones son abundantes y la carne de buena calidad. Los precios no son excesivos y el lugar tiene una ambientación bastante canchera.
Lamentablemente el menú no tiene gran variedad y no posee varios cortes de carne clásicos, aunque eso se suplanta con unos cortes alternativos que están buenos para innovar un poco. No tiene la opción de «Parrillada Completa».

La ambientación es muy buena. La atención está bien. Pero no puede ser que una parrilla no tiene la mitad de los cortes de carne que comercializan. Especialmente si los recomiendan en la misma carta.

excelente lugar! comida de primera y atencion muy buena. carta algo acotada, pero el lugar compensa. para ir con amigos y famila!!! prueben papas fiera!

Muy bueno todo, nos atendieron rapido, nos ofrecieron una jarra Fiera, que para los No fundamentalistas del vino, va como loco, porque le meten frutos rojos frutilla azucar y no se q mas, pero estaba muy bueno, pedi entraña estaba de primera y mi mujer despues de su ensalada pidio café,
Yo me clave la jarra entera. Y me fui pipón a mi casa
Super recomendable… Buena musica, habia parejas, amigos y hasta unos se animaron a llevar a su bebe recien nacido
El precio me parecio super bien.
Asi que espero volver pronto…

Lugar lindo, chico, atencion esmerada. La calidad de la carne es regular, nada especial, para ser un restaurant del barrio esta bien…

Una parrilla joven, canchera y con una propuesta innovadora es justo lo que necesitaba el barrio, y Fiera lo materializó de manera excelente.
Tienen cortes o platos mas originales que están buenos como osobuco a la parrilla, milanesa con hueso (costilla apanada), y los clásicos que no fallan, como entraña y ojo de bife.
Las papas fritas a la provenzal son gloriosas. También son geniales el pan casero a la parrilla y verduras asadas.
La decoración rústica a propósito le aporta mucha onda, todos los detalles están cuidados.
Los fines de semana a la noche hay que ir con paciencia, siempre hay gente esperando una mesa.
Precios acorde a lo que ofrecen, aceptan solo tarjeta de débito.

Fuimos a comer a Fiera por el cumpleaños de una compañera del laburo. Había hecho una reserva allí y cuando llegamos nos fuimos ubicando en una mesa que estaba preparada para nosotras.
La ambientación es muy linda, se puede comer adentro y también afuera. La atención fue de lo más amable. Espectacular la parrillda para compartir, pero sin dudas esta reseña va dedicada, exclusivamente, a sus papas fritas: las mejores que comí en un restaurant.
Las porciones son abundantes y los precios para nada caros. Lo único que se puede pagar en efectivo o débito, pero no aceptan tarjetas de débito. La pasamos barbaro. Una de las chicas había llevado una torta y cuando sirvierno café la trajo uno de los mozos. Me pareció un detalle simpático que le ponga una vela y venga cantando el feliz cumpleaños.