Fuensanta

Típica confitería de barrio donde van grupos numerosos de señoras a tomar el te. Con dos plantas, el lugar esta siempre repleto, especialmente los sábados, donde las señoras paquetas hacen sus reuniones. Fui una o dos veces con mi flia a tomar un café y lo que mas pinta tiene son los tés completos. No son económicos, pero si muy muy completos.
Otra cosa para recomendar: la gente del barrio que conoce el lugar dice que ahí se hacen las mejores rabas de la zona.
Problema problemon: cash only. Esa es la única razon por la cual todavia no las probé.

Fuimos a tomar el té y pedimos la que salía «con de todo», bien, nada decepcionante, baratísimo si se lo compara con otros lugares donde terminas comiendo mucho menos y en un lugar menos lindo.
Nos atendieron bien pero no podemos destacar al lugar por eso, nos trajeron además de la bandeja con tortas y sanguchitos, una fuente llena de tostadas para untar con queso y mermelada.
Si vas con hambre a la tarde y queres un café con «cositas», excelente opción.

Es un buen lugar si vas a pedir Milanesas o Supremas, pero la semana pasada me tenté con unas rabas. Nos sentamos afuera pedimos las rabas y unas cervezas. El plato era inmenso, pero lamentablemente las rabas no estaban buenas, eran muy chiclosas y gordas, como de calamar viejo, y para rematar pasó un linyera y manoteó del plato unas cuantas. Volveré pero por más supremas, además el pan de pizza y las empanaditas que te dan de servicio de mesa están buenísimos…

¿Vieron esos locales típicos de grandes avenidas que generalmente están en esquinas, son espaciosos, luminosos, de techos altos, muchas mesas y sirven para desayunar, almorzar, merendar, cenar o cualquier cosa? Bueno, Fuensanta.
Generalmente estos lugares no de destacan. No se destacan por su comida gourmet, ni por su decoración cuidada, ni por nada. Pero son útiles y la comida no está mal.
Fuensanta (lugar típico) esta ubicado en una esquina del barrio de Palermo, justo donde comienza el boulevard charcas. Punto a favor.
Obviamente estos lugares se especializan en el típico café con medialunas con jugo de naranja en promoción, y las meriendas de té con tostadas o licuados. Pero también tienen buenas opciones a la hora del almuerzo.
Si van en ese horario recomiendo la pizza.
Nada fuera de lo normal y cliché en la zona, pero atienden bien, se come bien y es útil en la zona. Genial.

Alguna que otra vez que tuve que hacer tiempo por Palermo, caí en Fuensanta. A priori, me pareció una buena idea cambiar el clásico café palermitano de catálogo, por algo un poco más tradicional. Cambiar el café Illy, por el El Fundador.
Rara vez pido comida para acompañar el café, pero esta vez, opté por el menú de café y medialunas porque salía básicamente lo mismo que el café sólo. Las medialunas eran realmente muy sabrosas, y el café estaba bien: no era Illy, pero estaba bien. La atención del mozo fue inmejorable, al punto que me trajo sin que lo solicite otro vaso de agua con el café (cuando me había terminado el primero), y me vino a ofrecer el diario «por si me aburría».
En la carta llegué a ver que tenían varias cosas como para almorzar y cenar, pero me quedé con las ganas de probarlas, así que eso irá para una próxima review. Sin duda es un lugar al que volvería, sino por el café, por su atención.

Ya he comentado varias veces que no me llaman la atención los lugares del estilo de Fuensanta, más que nada porque no tienen mucha personalidad.
Pero es verdad que suelen salvarte por estar abiertos en horarios fuera de lo habitual, porque suelen ser amplios y siempre tienen espacio disponible, y porque en su carta encontrás bastante variedad aunque nada te deslumbre.
Hace un par de días tuve que salir temprano para una reunión y no llegué a desayunar. Caminé un par de cuadras y enseguida me arrepentí, no había cenado y mi estómago me demandaba alimento. Todos los kioscos de la zona estaban cerrados, así como las típicas confiterías de la cuadra. Hasta que me topé con Fuensanta, alegre y abierto, con bastante gente desayunando y su cotidianidad de mozos con experiencia.
Tenía que seguir camino rápidamente, así que sólo pedí una medialuna para llevar. No me voló la cabeza, pero estaba bastante bien. Me atendieron bien y rápido, estaban abiertos cuando los necesité, y tenían lo que estaba buscando. Para eso no hace falta tener personalidad.

Fuensanta me salvó en más de una oportunidad. Comenzando por la primer salida con el padre de mi novio, algo que surgió de improviso y sin tiempo para planear nada. El lugar lo elegimos porque desde fuera vimos a una familia comiendo una pizza y nos tentó a todos. Y no nos equivocamos.
Si bien la estética del local atrasa un poco como para estar en pleno Palermo, es una gran pizzería que pasa bajo el radar de casi todos. Los calzones son especiales, con mucho sabor y llegan a tu mesa que pelan. ¡Hermoso! Si preferís algo diferente a la pizza y los calzones, también podés encontrar en la carta carnes, ensaladas y mucho más. Pero lo mejor es esperar tu pedido con una canastita de pan de pizza y manteca que te traen. Riquísimo.
Es uno de esos lugares buena onda en el cual los mozos son simpáticos y te recomiendan bien qué elegir. Si algo es para compartir te lo aclaran y te traen lo pedido en el menor tiempo posible. Es un lindo cambio si necesitás lago, que el mozo se acerque altoque y no se haga el distraído mirando el techo.
Un punto y aparte es el lugar como cafetería. una o dos veces fui a merendar y no me decepcionó la tazota de café con leche que pedí ni las medialunas con las cuales lo acompañé. Una situación win-​win. ¡No dejes de conocerlo!