Graffiti Rufino

Andaba dando vueltas por ahi, y como vi que estaba cerca me tire a ir, Valio la pena es desvio porque el mural es gigante y hermoso. En las fotos parece mas chico pero ocupa un gran tamaño y tiene un nivel de detalles que sorprende.
Les recomiendo pegarse una vuelta y sacar fotos copadas que nadie les va a molestar, distinto a lo que puede pasar en Palermo.

Este mural es increíble. Es una sensación indescriptible dar vuelta una esquina cualquiera del barrio de Villa Urquiza y encontrarte este mural enorme y tan colorido. Está pintado sobre la pared de una fábrica y representa una cadena de producción, con obreros (pintados como camaleones gigantes) que producen lo mismo que consumen. Busca generar la idea de la producción como un círculo vicioso sin fin.
Además de ser una excelente obra de arte, también es una parada para reflexionar en el medio de la ciudad que no para de moverse un segundo. Está muy cerca de Congreso y Triunvirato, una esquina muy transitada, así que es de muy fácil acceso. Vale la pena darse una vuelta para conocerlo.

Nunca había caminado por este pasaje y de repente un día pasé y encontré este monumental graffiti! Si bien está cerca de una avenida y ocupa una porción importante de la pared, es muy fácil pasar al lado y no verlo. Me encantan los colores que se usaron para hacerlo, el camaleón está muy bien logrado. Está buenísimo que el graffiti tome los elementos que ya están –ventanas, puertas, etc.- y los integre, queda mucho mejor y muestra que fue pensado ad hoc. Una obra de arte callejero escondida en los pasajes de la Siberia de Villa Urquiza.