Heladeria Tino

Que rico helado gente! Un banana split increíble y un muy buen dulce de leche! (Siempre es el más difícil de lograr, no cualquiera es rico)
Pedimos desde Villa Crespo y llegó sin problemas :)
Precios accesibles y atención impecable.

Pasaste y no te llamó la atención. Escuchaste o leíste recomendaciones para entrar a Tino. Dale, animate. Tino se encuentra en Caballito, justo en el límite con Almagro (cruzando Río de Janeiro cambia el barrio).
El ¼ de kilo cuesta $ 60, el ½ kilo a $ 115, los ¾ a $ 145 y el kilo a $ 180. Lo más destacable son los chocolates y con algunas joyitas como el Chocolate Rocher y el Chocolate Cabsha.
Tienen delivery y sino podés darte una pasada por el local.

Como varios de los lugares que muchas veces reseño, cococí Tino por medio del delivery. (Paréntesis: Unilocal y PedidosYa podrían hacer algo muy interesante integrando sus aplicaciones). Entregan en toda la ciudad cobrando un recargo, pero llegan bastante rápido y en excelentes condiciones.
La mejor forma de juzgar una heladería es por la calidad de sus sabores clásicos, en mi caso, lo hago probando siempre un chocolate, un dulce de leche y dejo el tercero para variar un poco. Los sabores de Tino son excelentes, me sorprendieron las frutas, especialmente el de manzana.
Sin dudas una de las mejores heladerías de Buenos Aires!

Tino es una de las heladerías más antiguas de Caballito, creo que incluso compartía época con El Artesano otra heladería del barrio, también aledaña a Parque Centenario. Cuando uno entra se da cuenta por que sigue siendo una de las mejores: El espacio de planta baja es la heladería en si donde estan las mesitas (afuera a la calle también tienen algunas mesitas). Pero lo más interesante es ver el entrepiso/​piso superior. A la vista de todos se observan las máquinas procesando y produciendo el helado (por si quedan dudas de que es verdaderamente artesanal). Los helados son geniales, logrando excelente textura en cada uno de los sabores. La atención es muy buena también, la señora de la caja hace años que está delante del mostrador y siempre tiene la mejor onda. Recomendable si estas paseando por Caballito

Después de haber tenido la oportunidad de probar varias veces el helado de Tino, me declaro su fan. Ubicado sobre Av Diaz Velez en una parte en donde todavía no entendes si es Caballito, Almagro, Villa Crespo o que, puedo afirmar que es la mejor heladería de los alrededores.
Como puse en otras reseñas de heladerias, a mi me gusta que el chocolate con almendras tenga mil almendras, que la cereza a la crema me venga con cerezas posta, grandotas, y no tengan gusto artificial, que los gustos al agua sean bien frutales y no algo aguado sin sabor, que el chocolate rocher me venga con prácticamente un ferrero rocher entero (bueno, no tanto). En fin, que el helado sea lo que promete ser y que sus agregados (ej, las almendras) sean bien generosos. Tino cumple con todo eso. Te quiero Tino.

En esta movida de ver mis opciones restringidas por no querer levantarme del escritorio para agarrar el telefono para pedir delivery, me encontré con Tino en las opciones de pedir por internet y motivada por las reseñas me pedi mi digno ½ kilo. Soy de las que no le daban dos mangos y cuando probe mi primer cucharada me tuve que tragar mis prejuicios junto con el helado… riquisimo!!! Excelente relación precio-​calidad. La 5ta estrella me la reservo, pedi banana split y le sentí gusto a jarabe, pero el dulce de leche una locura!!! muy recomendable!

increíbles, riquisimos, cremosisimos y todos los isimos posibles.
La dueña con mucha predisposición a hacerte probar lo qué quieras.
He pasado por la puerta de la heladería mil veces y nunca me llamó la atención, vi los comentarios y tuve que probar. Recomiendo mucho.

Uno de los mejores helados de la zona. El dulce de leche es considerado uno de los mejores de Buenos Aires. El sambayon con almendras es muy recomendable.

Por primera vez fui con mi novio a la heladeria Tino. La verdad al ingresar, su fachada y estilo no nos llamo la atencion y no esperabamos mucho del helado. Nos sorprendió por completo la calidad y el sabor (se nota que esta elaborado con buena mercaderia) del helado. Suave, gustoso, intenso algunos gustos y con un precio menor al de las grandes cadenas pero con respecto a la calidad nos pareció algo casi insuperable.
La unica desventaja que encontramos en los gustos que probamos (banana split, dulce d. L granizado, sambayon con pasas y nueces, sambayon con almendras) es que en las pasas del sambayon estan demasiado embebidas en el oporto o marsala que utilizan y las almendras vienen recubiertas por chocolate y no tenian sabor a almendras por el congelamiento de las mismas.
La atencion nos parecio muy buena. La cajera que suponemos que seria una dueña fue muy atenta y amable.
El delivery llega a toda la capital de buenos aires
Pero los fines de semana puede tener demoras de casi dos horas o mas.
Si pedis un cuarto kilo solo para envio, le suman un incremento en el precio. En vez de $ 48 tiene un valor de $ 70 por lo cual conviene comprar de a dos cuartos o el medio kilo a $ 90.
Tiene mesas para sentarse en el interior pero no en el exterior.
Lo recomiendo

Helados mucho mejores que los de varias cadenas caras, precios muy razonables para la calidad que ofrecen y un delivery que llega bastante lejos. Si estás cerca no deberías dudarlo, seguro que le pasa por arriba a cualquier otra del barrio. Si no estás tan cerca por ahí el delivery llega hasta tu casa y se convierte en tu heladería de cabecera.

Heladería de barrio con una calidad excelente. Recomiendo fuertemente el dulce de leche granizado y la crema oreo de este lugar.
El delivery normalmente no tarda cadí nada.

Vivo cerca pero nunca había pasado hasta hoy, siempre tuve una más a mano o apunte a las cadenas que copan el barrio. Tino es esa heladería que le querés mostrar a alguien que no es del barrio, una gema escondida. Siempre había tenido recomendaciones.
Creo que la mejor forma de describirlo es la frase de mi primito de cinco años al probarlo «MMMM ESTE HELADO ES RIQUISIMOOO» y si, el nene no exagera, me haré habitué.

Cuando me mudé a Almagro, una amiga me dijo: «te voy a pasar el mejor secreto del barrio, que me pasó un ex jefe cuando yo me mudé acá: TINO HELADOS».
Y no se equivocó.
Tino es lo más. Con amigos, familiares, desconocidos, qué sé yo, con todos los que me cruzo no me canso de elogiar lo rico de este helado artesanal de larga data. Por fuera el local te engaña; no parece mucho más que una típica heladería de barrio. Pero su producto es excelente. Los helados, con gustos más bien tradicionales, son bien cremosos, contundentes, con «mucho de todo». Sí, así vienen, cargaditos.
Mi favorito desde hace como 10 años: Banana Split.
Tienen delivery que viene entre media hora y cuarenta minutos (hay mucha demanda) y están hasta tarde. He pedido un cuarto a eso de las 1 y pico am y Tino cumple.
Si pasan cerca del Parque Centenario, dense una vuelta. No lo duden.

Es hora de dejar las cadenas de heladerías y pasar por esta heladería de barrio.
Calor y Helado de Tino van de la mano. Antojo de helado artesanal también.
La entrada no te invita a entrar, claramente ese no es su punto fuerte. A uno algunos lugares les entra primero por la fachada y después por lo que pueden encontrar ahí adentro. Me he sentado afuera en las mesitas que sacan a la calle pero al estar sobre una avenida el tomar el helado pierde el encanto. Pedí para llevar o andá comiendo el cucurucho mientras caminás.
Si sos de la zona y no fuiste, vas a ver que lo artesanal y rico se puede encontrar a un precio acorde y sin tener que recurrir a las heladerías marketineras que hacen la competencia.

Tino es la mejor heladería de Almagro y seguro una de las mejores de Buenos Aires. Siempre que estoy por la zona –a unas cuadras del Parque Centenario– es inevitable pensar en pasar a devorar un cuartito en este lugar.
El helado es muy bueno y tiene sabores variados. Es la típica heladería de barrio que está hace miles de años ahí, obviamente porque tienen un producto buenísimo, el único problema es no saber que gusto elegir entre tantos. Es de esos lugares que están buenos para pedir delivery y comprar para llevar, aunque tiene mesitas para comer ahí como también algunas en la calle, por lo que también está copado sentarse en una tardecita soleada y disfrutar de un buen helado.

El lugar parece una heladería de barrio más, pero no te dejes engañar. Detrás de la fachada típica que no sobresale demasiado, Heladería Tino esconde riquísimos sabores. Los chocolates y dulce de leches son geniales: cremosos y bien cargados. Cualquier alma gorda como la mía estará feliz con la elección!

La primera vez que escuché de Tino, ya varios años atrás, pensé que con ese nombre los helados no podrían ser más que regulares. Gran error!
Tino, es una heladería artesanal de barrio, pero de las buenas! No dejo de recomendarla y todos me dan la razón.
Gran variedad de gusto, cero artificiales y se nota que usan ingredientes de primera.
Es cierto que con el tiempo fueron aumentando los precios, como en todos lados, pero aún sigue siendo más económico que las grandes heladerías, y lo cierto es que no tiene nada que envidiarles!
El único defecto que le encuentro es que generalmente el delivery se toma su tiempo. Sin embargo en una ocasión, en la que se habían olvidado nuestro pedido, y la demora fue por demás larga, tuvieron el gesto de no cobrárnoslo. Algo que debería ser más común, pero si lamentablemente no se practica demasiado… Muy buen helado y cuidan al cliente, gran opción para la zona de Almagro y Villa Crespo!

Gran heladería almagrense, medalla de oro del barrio, Tino ofrece helados chapados a la antigua: pesados, cremosos, sabrosos, más cerca de la golosina que del sorbet. No pidas gustos raros, no busques una ambientación paqueta: Tino es una heladería de barrio y una muy buena. Las noches de verano está siempre repleto, pero por suerte cuenta también con un delivery amplio y relativamente rápido. Sólo me queda decir dos palabras sobre esta heladería: banana split.

Se va a armar revuelo pero no me importa, Heladería Tino es para mí la mejor– si la mejor– de todas las heladerías que probé en Buenos Aires.
La cremosidad de sus helados me resulta inigualable. Y miren que me considero una catadora de helados (todavía no se como camino en lugar de rodar).
En fin, si uno se acerca al local de fabricación artesanal probablemente ni fú ni fá, pero si tenés la oportunidad de probar sus cremas heladas: oh! sí! la gloria.
Por supuesto, el helado es algo muy personal, cada uno debe tener su lugar preferido, pero para mí Tino es mi fetiche.
No falta oportunidad en la que esté reunida con amigos y después de una gran cena alguien mencione la preguntita mágica: «¿pedimos helado?». Y ahí automáticamente saco a relucir a mi querido Tino. (A esta altura debería tener un carnet de socia abonada).
En cuanto a los sabores recomiendo los chocolates en todas su variedades desde el amargo, el rocher, el suizo y el chocolate Tino (con pasas al rhum y pedacitos de chocolate) y ni que hablar del dulce de leche tentación– que en síntesis es helado de dulce de leche + dulce de leche repostero, es decir, casi un equivalente a un coma de glucosa ja!
Las cremas y las opciones de frutas más saludables están muy buenas también. Un sabor que amo en esta heladería, y que siempre es polémico cuando hay que elegir los sabores para el kilo de helado entre amigos, es la menta granizada.
La menta granizada de Tino no tiene puntitos de chocolate, te aseguro que literalmente viene con bloques de un chocolate amargo exquisito! Me resulta una opción refrescante.
Otra cosa para destacar, esta heladería de barrio recupera un sabor muchas veces ninguneado, bastardeado y olvidado: el Sambayón.
En Tino tenés varias variedades hechas con vinito Marsala que van desde el sambayón clásico, con cerezas, granizado, con pasas y nueces y una gran vedette el Sambayón Tino con almendras bañadas en chocolate.
Un último dato que habla bien de esta heladería barrial, una vez hace un tiempo pedimos un kilo y como vimos que tardaba mucho volvimos a llamar, entonces desde la heladería nos explicaron que el chico del delivery había chocado (por suerte no le pasó nada) y que no iban a poder llevarnos el helado a tiempo. Finalmente nos terminaron regalando el kilo por la demora. Unos genios que cuidan a su clientela!