Hemingway’s

Rico pero (sólo efectivo) caro. Muy buen ambiente y decoración pero escasos los platos. Lo mejor el wok de lomo con verduras!

Soy muy pro del «no todo lo bueno pasa en palermo» y encontrar lugares así más cerca de casa me ponen contenta. En cuanto a la estética y el hambiente solo me salen halagos. Pero la carta parece más de lo que promete. Hoy no había opciones de pizza y todo se limitaba a frituras y cerveza. Los tragos son clásicos pero pueden no contar con todos los productos para hacerlo. Y si me vas a decir «bruschetta» traeme un buen pan de campo y no moneditas de pan de molde tostado. Qué se yo. No me muero de ganas de volver mañana pero es una opción para tener en mente.

Ambiente muy agradable. Buena onda. Tragos riquisimos. Comida variada.

«¿Y chicas, 3 ó 4 estrellas?», les pregunté a mis amigas mientras esperábamos pedir el postre y los tragos. Iba para 4 pero no había maracuyá para la caipirinha ni naranjas para el negroni así que me miraron y sentenciaron al hilo: «3». Con los tragos no se jode, con mis amigas tampoco.
Hemingway´s es uno de esos restaurantes fuera del circuito palermitano que llama la atención por su decoración y buen gusto. Todo tipo de productos cotidianos como botones, botellas viejas, una batidora de mano y una pajarera repleta de lentejuelas se transforman en objetos trendy en un ambiente cálido y llamativo.
La carta es acotada pero contundente. Priman las carnes, los pescados rebozados y las ensaladas. Hay una hamburguesa casera con 225 gramos de carne vacuna y otra a base de bondiolita de cerdo. Algún que otro plato de pastas perdido por ahí y las elecciones de la noche: la ensalada Hemingway´s y la triple degustación.
Vamos por partes, decía Tupac Amaru. La ensalada es exquisita; muchas hojas verdes y moradas, palta, salmón ahumado, langostinos, cebolla morada con vinagreta de aceto y miel. Era tan rico el aliño que no le agregué ni una pizca de sal. La triple degustación, con las especialidades de la casa: pechito con salsa BBQ, langostinos rebozados y bondiolita de cerdo. Muy rico pero no tan abundante como imaginamos, aunque el precio y la camarera nos advirtieron que era un plato para compartir.
Hasta ahí era un 4 rotundo. Pero las camareras empezaron a fajinar los vasos en señal de cierre y a no responder a nuestros pedidos de atención (parecíamos los pasajeros del Costa Concordia haciendo señales para ser rescatados). No estaba el vino que anunciaban en la carta ni los ingredientes básicos para los tragos del momento. El mojito, sin embargo, muy bueno. De postre, la copa nueces, con dos bochas de americana, nueces, miel y chocolate. Estaba rica pero nos quedamos con la sensación de que le faltaba algo, de que si la hacíamos nosotras nos quedaba mejor.
Lindo lugar, poca gente, carta acotada, precios elevados. Buenas intenciones pero con falta de visión comercial (fui con 3 ingenieras a cenar). Un 3 le hace justicia.

En Hemingway’s le dan una vuelta de tuerca americana a las comidas tradicionales de varios paises, como la oriental. Un ejemplo son los langostinos rebozados, acompañados de salsa thailandesa con lima, cilantro y mani, o pechito de cerdo con salsa barbacoa.
Entre otras de sus especialidades se encuentra el pincho de pollo japones con arroz jazmin salteado con verduras y los fingers (patitas) de pollo con salsa de mostaza y miel.
El ambiente tiene un estilo elegante/​inglés, es ideal para ir tanto con familia, como con amigos o en pareja. La mayoría de las porciones son chicas pero sabrosas y el precio es elevado.