In Bocca al Lupo

Un lugar con tanta harina rica, merece 5 estrellas.
Habíamos ido por un brunch hace varios meses atrás. Todo era muy rico pero quiero destacar el café, por supuesto, y la mermelada de arándanos. Sin exagerar, la mejor mermelada en un brunch. Todo lo demás, también era rico, las tostadas, la granola, etc.
Otras veces fuimos a comprar para llevar. Ayer compré un strudel de manzanas y un budín de zanahorias con almendras. Ambos deliciosos, el budín poco más pero porque a la gordita le gustan las cosas más dulces.
En cuanto al lugar, es amplio, luminoso, con muebles estilo escandinavos y un patio. Algo que me llamó la atención mientras esperaba el café, salió un tipo con un perro. Habría que confirmar si, además de toda esta maravilla, es pet friendly.
Sin dudas, es más que recomendable pasar un rato ahí o comprar para llevar.

Llegué a este lugar circa mezzogiorno por cercanía, Unilocal me recomendaba In Bocca al Lupo para un brunch. El lugar es precioso, patio interno, iluminación, la barra, el escaparate del frente da a unas sillones bajos y mesitas muy kitsch. Prometedor. Sencillo. Elegante. Limpio.
Como fumo me fui al patio. Antes de ir, me atendió una moza y cuando le pregunté donde quedaba el baño, me dijo arriba, después me dijo «creo que acá en planta baja hay un baño también».
En la mesa nos atendió otro mozo. Le preguntó a mi novio si íbamos a desayunar o a almorzar. Mi novio le dijo «vamos a brunchear». El mozo no estaba familiarizado con la palabra. Tampoco con la carta.
Los menus de brunch son el típico café con leche con juguito de naranja + un tostado o + granola y yogur o + una poción de torta o + tostadas y dos mermeladas.
Siguen sin comprender qué es un brunch.
Pedimos entonces, dos cafés con leche, una porción de torta de ricota y naranja y un tostado. Todo estaba muy rico, la porción de torta es chica, el tostado es considerable y no es de miga, es de baguetín.
Todavía le quedan cosas para mejorar a este lugar, sobre todo en la atención de los mozos, que no fue la mejor por falta de experiencia, no así de voluntad (como pasa en otros lugares), pero me encantaría realmente que pegaran un salto de calidad y se volvieran un nuevo clásico en palermo.
Fumar es perjudicial para la salud.

Fuimos con una amiga a ese horario que no sabes si almorzar o merendar, y obvio q hicimos ambas! El lugar es muy amplio, esta situada en una casa antigua reformada, osea que los techos son altisimos y tiene un jardin precioso, y decoracion retro.
Yo pedi una merienda copada, q funciona muy bien como «brunch» trae medialuna de jamón y queso, huevos revueltos, café con leche o te, tostadas y una «ensaladita» de frutas. La presentación es divina y todo muy rico.
Lo unico que llego medio tibio, pero a veces pasa.
Mi amiga pidio una ensalada q tenia toda la pinta, con rucula, tomates cherries, mandarina, etc.
Como indica el nombre es italiano, asique se especializan en pastas. Tienen un menu, ($ 175) que incluyo un antipasto, plato principal y postre o café.
Hay wifi y aceptan tarjeta! hay limonada! Super recomiendo visitar.

Fuimos viernes mediodía con una amiga, el lugar es muy lindo, me encantó la decoración. Tiene un patio divino para disfrutar! La atención es muy buena. Nosotras almorzamos tienen un menú con 3 opciones, bebida y café a muy buen precio ($ 109). La panera es buena, todo casero! Acompañada con una pastita de berenjena ahumada que es una delicia. Pedimos pastas que estaban bien. Lo que más nos gustó fue el postre (que se puede agregar al menú por unos pesos más) y el café se puede pedir jarrito, cortado o capuccino. Pedimos capuccino riquísimo! Y de postre chessecake y budín de coco con dulce leche.
Para volver y recomendar! Me pareció que es más para desayuno y merienda pero quizás debería darle otra oportunidad y probar algun otro plato.

Me sorprendió para bien. Tenía muchas ganas de tomar un café rico en un lugar lindo, y si bien In bocca al lupo tenía buenas reseñas, me lo imaginaba medio oscuro, cerrado, más tirando a restaurant. No sólo no fue así, sino que me encontré ¡un patio! ¡Y calefaccionado!
Me encantaron los menúes de desayuno y merienda: nada caros y muy abundantes además de ricos, claro. Por $ 120 tomé un cappuccino, un jugo exprimido mediano, yoghurt con granola, ensalada de frutas y tostadas con queso y mermelada. También hay opciones con huevos revueltos y panceta, medialunas con jamón y queso, budines, tortas, todas cosas tentadoras. Y vi cannolis en el mostrador, algo que no se ve en todas las cafeterías (te diría que en casi ninguna).
En concreto, una re linda opción para una tarde de domingo (en mi caso).

Nuevamente una genial experiencia en esta casona antigua pero modernosa. Esta vez, fuimos a almorzar y a probar las ricuras. Confieso que había leído las referencias anteriores y no tenía grandes expectativas sobre la comida.
Nos sentamos en las mesas de afuera. La atención super súper amable, y sincera. Nos contaron del menú del día, con entrada, plato principal, bebida, postre a $ 240 pero no queríamos atiborrarnos de comida. Fuimos por la carta, hay mucha pasta, algunos paninis, bruschetta y ensaladas varias.
Pedimos 2 lasagnas de carne. Después de unos 10, 15 minutos la moza vino a decirnos que había habido un problema con las lasagnas, que prefería ser sincera y decirnos lo que había pasado: se habían quemado y tenía que volver a hacerlas. No todas sino la cocción. La verdad es que me lo tomé bien porque muchas veces te dan vueltas y no sabes qué pasa. Finalmente en 10 minutos vinieron y la espera valió mucho la pena. Las lasagnas eran exquisitas!!! La masa crêpe súper liviana, carne y mucho queso. La salsa también muy suave. Después de comerla, quedas satisfecho pero casi no notas que comiste una lasagna porque es muy suavecita.
Otra cosa rica: el pan!

Conocí este lugar gracias a un regalo de Big Box que me mandó una lectora del blog (
) después de que le respondí un cuestionario para la facultad (sí, lo sé, un amor!)
Fuimos a merendar, y la verdad, nos encantó.
Una merienda para dos trae todo lo que alguien como yo puede querer: café, jugo, medialunas con jamón y queso, y tostadas con queso crema y mermelada.
Creo que el precio está alrededor de los $ 200 para dos personas.
Pero además de lo rico, y de la genial atención… el lugar! El lugar suma mil puntos: tienen un patio calefaccionado donde pudimos estar con Fidel (a pesar de haber tenido que pasar por dentro del local para llegar), y tanto ahí como adentro el ambiente es buenísimo. Un lugar en el que querés quedarte por horas, sin dudas!

El lugar esta buenisimo! es una casona vieja toda remodelada pero tiene esos tipicos techos altos y ventanal a la calle. Apenas entras tenes unas mesitas con unos sillones que son super comodos. La atencion es excelente… Nos quedamos sentadas como 4 o 5 horas como si estuvieramos en nuestra casa charlando.
La comida es riquisima, habia menu de brunch pero nos tentaron mas las pastas que estaban geniales. Tambien comimos una entrada de bruschetas que estabab ricas (aunque escasas). Tambien comimos una cheesecake de postre que estaba super rica.
No es un lugar barato pero por la atencion y al calidad de comida vale la pena ir.

Un muy lindo lugar de Palermo que no conocía.
In Bocca al Lupo se encuentra en los alrededores del Little Italy palermitano.
Es muy tranquilo y el lugar es muy lindo y agradable.
Fuimos un día entre las 15 y las 16hs. con intención de un brunch, según las fotos que encontramos en Unilocal,pero no había un menú de Brunch.
De todas maneras, nos atendieron muy bien recomendandonos platos y hasta le trajeron a mi novia el menú de desayunos y meriendas para que pida a su gusto lo que quiera, sin importar el horario.
Los platos son muy sabrosos, hay una variedad desde paninis, hasta platos de pastas y comidas clásicas de la comida Italiana con un toque gourmet.
Somos de pedir limonadas para evitar las bebidas comerciales como gaseosas o aguas saborizadas. La limonada estaba muy rica y es abundante.
No me podía ir sin degustar un buen café Illy, en este caso saborizado con avellanas, y obviamente infaltable el cannoli.
También degustamos un brownie muy generoso que estaba muy rico.
Volveré

Es un lindo café pero las pastas merecen una mención aparte. El pesto es suave, justo, sin el exceso de ajo que algunos creen hace a esta riquísima salsa. Los ravioles de cordero son todo lo que está bien en términos gastronómicos.
Importante: las pastas se sirven al dente así que si no son fanáticos de ese punto, avísenlo para que se las cocinen un poco más.

Lindo lugar, fui con mi novia un Sábado por un brunch, y la parte que no me gusto tanto por eso solo 3 estrellas es que las opciones que había no me convencieron del todo, como que a todas le faltaba algo.
La comida en si era rica, lo que mas se destaca es el café es muy rico.
Tiene otras propuestos para almuerzos que parecían interesantes y que seguramente iré a probar.

Very cute shop with high ceilings and an upstairs sitting area and outside patio. Clean wooden look with a spacious full bathroom in the back. Staff was friendly and the best part of course is that they use Illy coffee. Try a vanilla cappuccino here, it’s delicious.
I tried out this place for breakfast and got the combo with a small bowl of fruit, yogurt with granola, and small toasts with cream cheese and jam, small orange juice and coffee for AR$ 65 pesos. Fruit was a tasty mix of kiwi and no-​quite ripe mangos. The yogurt was slightly sour sweetened by the granola. The toasts were the best, thinly slice and the creamy cheese was just sweet enough.

Este lugar tiene bueno hasta el nombre, fuimos una tarde con ganas de tomar un rico café y no solo no nos decepciono sino que nos encanto.
Es una cafeteria con restaurant, tiene un patio muy bonito pero con sillas algo incomodas, adentro hay un gran salon y una especie de recepcion con sillones muy cancheros pegados a la heladera con dulces. La deco en gral esta muy bien, moderada pero linda.
Los precios estan muy muy bien, ni hablar de las meriendas o las promos del dia.
El café especial que pedimos con avellanas era genial por todos lados, calidad, cantidad, espuma, temperatura, etc… el cappu de la promo no se quedaba atras, no era pedorro por ser de una promocion.
El unico punto «flojo» fue que el tostado llego un poco frio, pero era una porcion abundante y con mucho fiambre.
Las tortas y dulces tienen una pinta espectacular… quedaran para la proxima.

In bocca al lupo tiene tres cosas fantásticas: café en serio (y previo a la nueva ola cafetera), atención en serio y lugar precioso.
El café es tan en serio que si querés tomar un expresso más largo de lo que deberías (más agua misma carga de café) en vez de hacerte ese enchastre –que vos pediste– te traen una jarrita de agua caliente para que lo hagas vos (y para que el café no se queme).
La atención es muy muy buena, los chicos saben de lo que hablan y son siempre muy atentos.
El lugar es divino y tiene una terracita que es la delicia de las primaveras y otoños.
Recomendable.

Se me está haciendo un buen hábito esto de merendar los domingos fuera de casa y fue buscando opciones en Unilocal que llegamos a este pintoresco rincón de Palermo. Los cubiertos y las tazas como parte de lámparas y decorado me anticiparon que estaba en un lugar creativo y cálido. Mis percepciones no estaban erradas. Nos sentamos con mi amiga adentro del local básicamente porque soy friolenta pero tiene mesas en un patio hermoso que vale la pena conocer.
Pedimos un menú tradicional y vivimos un instante de decepción cuando nos dijeron que no había más medialunas. No nos quedó otra que ir por la porción de tostadas con café con leche. Pero valió la pena el cambio forzado de planes porque llegó con un potecito de cascarita de naranjas en almíbar que la descocía. También la mermelada de frambuesa nos sacó una sonrisa. El café, exquisito y el juego de naranjas era naturalmente exprimido (nada de cajita).
Nos quedamos unas tres horas hablando de tíos chantas –parece que al menos hay uno por familia, a veces dos o tres– y terminamos la jornada muertas de risa. La atención, muy buena y el aroma a café no te abandona ni por un instante hacen que meterse a la boca del lobo no sea algo tan temerario. Definitivamente vale la pena ir y volver por más.

Un clásico para el buen café. Pedimos 2 «combos» que viene con cappuccino y jugo de naranja (que tiene un tamaño ideal. Normal. No pequeño). Pedimos un rústico y un clásico. Clásico pan baguette, tostadas con mermelada y queso blanco. Y el rústico, baguette de jamón y queso. Una delicia. El café no es sólo lindo y fino sino que sabe riquísimo. No son tazones. Pero tamaño normal. Con un lo dulce diseño. Delicioso todo. El precio razonable. Salio $ 174. Muy recomendable! Definitivamente volvería! Tienen muchos cafés ricos ya sea con canela, chocolate, avellanas. Y sándwiches o ensaladas para almorzar. Es un lugar bien italiano. Un clásico.

Probar el café que hacen es un placer. Un lugar cómodo. y lindo. El dueño es un italiano que trabajo para Illy y como no encontraba buen café en Baires abrió el suyo. Probar el tiramisu

Fui por el espresso y sobre el espresso hablaré: es impecable. Como hace suponer el nombre de este lugar, es italiano. El dueño es Enrico, barista y ex entrenador de Illy Italia, café que sigue usando en Buenos Aires para preparar sus especialidades.
Mi recomendación es que se hagan los tanos por un rato y cumplan el ritual: se sientan en la barra (esas son banquetas, señores!), le piden un espresso y miran como lo prepara en su máquina, que es manual. Mi café llegó con una marca como de leopardo en la espuma. «Eso es porque salió muy bien», me explicó él. El tamaño es como debe ser, 25 cm³ de café, digamos que un tercio de tacita. Si lo quieren estirar se puede con la jarrita de agua caliente que te dan.
Viene con un biscotti muy rico también. Beben el café, pagan la cuenta y siguen su camino, que así se hace en Italia.

Tenía muchas ganas de ir a este lugar, me llamó la atención desde que lo vi por primera vez, pero recién pude ir hace poquito.
Me gustó el ambiente y el lugar en sí es lindo, todo el rato que estuve se escuchaba de fondo la música que ponía una radio italiana, el menú estaba todo escrito en italiano, pero nada que no se pueda entender, en todo caso, si tienes alguna duda, les puedes consultar a los meseros, quienes por cierto son muy buena onda.
Pedí el desayuno «goloso», jajaja, el nombre… estaba indecisa entre el cheesecake y la torta de manzana, pero la mesera me dijo que me podía servir media porción de cada uno. Increíble, obvio que lo acepté. El sabor estaba bien, pero la verdad es que esperaba que fuera mejor. El cheesecake había tomado «sabor a heladera» a pesar de estar rodeado de tortitas, eso no me gustó (por esto le quité una estrella).
Otra cosa que me gustó mucho es que puedes cambiar el café típico que viene en el desayuno por un café más «fancy» que tienen en la carta de cafés y pagar la diferencia, que puede ser muy poco, según el tamaño y el café que pidas.
La presentación es muy linda, como pueden ver en las fotos. Volvería por el café, no sé si comería tortas otra vez allí (quizás solo si veo que recién las están sacando del horno o algo así), pero le daría una oportunidad a lo salado.

Fui a merendar y tiene varias opciones para gustos tanto dulces como salados con menús ya armados y todo es súper rico y dan ganas de volver. Los precios están más que bien.
Fuimos a este lugar gracias a que el novio de mi amiga lo tenía en su lista de pendientes. Queríamos merendar y era fin de semana. El lugar no estaba repleto de personas a pesar de ser sábado a las 18hs y fuimos para el 1er piso. Lloviznaba sino íbamos al patiecito, ¡hasta tienen un limonero! Es muy lindo.
El menú está todo escrito en italiano. Lo cual es un charm a más y por otro lado un punto a restar si no sabes muy bien el idioma. Lo bueno es que tienen menús armados para desayunos, meriendas y brunchs y todos tienen varias cositas ricas, mezclando dulce y salado y también opción sana para el team light.
¿Lo mejor? Los menús de meriendas y brunchs viene con café, té, cappu o chocolate caliente (¡fue mi alegría!) tamaño XL (más alegría aún!). No saben lo riiiiiicoooo que es el chocolate caliente. Es puro chocolate amargo bien espeso. Creo que podría tomar chocolate caliente todas las tardes allí.
El menú que pedí tenía un bowl de frutas de estación, huevos revueltos, el tazón de chocolate, unos pancitos y también juguito de naranja, amo cuando son tan completos.
El lugar es cálido. Recomiendo ir con amigas, pareja o familia. Es ideal para todos.

Meh.
Esperaba un poco más de este lugar, no sé por qué.
Vamos de a poco:
Pros:
— El lugar es precioso. El jardín es muy bonito y te podes sentar hasta en invierno.
— La comida es muy rica, elaborada y hecha en el momento. Tienen varias opciones, dulces y saladas. Hay platos bastante elaborados, ensaladas, sándwiches y muchas variedades de tortas, budines y muffins.
— el café! Es uno de los más ricos que probé.
Mehs:
La atención. Ni buena, ni mala. Estuvo.
Trajeron lo que tuvieron que traer, aunque tuvimos que recordarles que nos faltaba el cafè que venía en el menú.
No me pareció una atención excelente, pero tampoco estuvo terrible.
Cons:
— Si bien entiendo a los cocineros y su embole, la cumbia que escuchaban en la cocina inundaba todo el patio y parte del local. La verdad, para escuchar cumbia me voy a una parrilla de barrio.
— como la comida es elaborada en el momento, la comida taaaaaaarda!
— El menú «brunch» es raro. Es más un almuerzo que otra cosa. Pero ojo, es riquísimo. Esta armado con varias miniaturas de platos de la casa, bien mediterráneos.
Volvería? Si, probablemente. Pero no me sentaría en el patio si están escuchando música y no pediría brunch.