Jorge y Su Bota

Los que ya conocían el lugar me dijeron «preparate para comer de todo». Pensé que estaban exagerando, pero no…
Fuimos un miércoles, por lo tanto el amplio salón estaba en un 30% de su capacidad. Ni bien nos sentamos (éramos 9), un hombre le hizo seña a unos los mozos y comenzaron a traer comida. El sistema es así: no hay carta, hay platos fijos, comida típica española y algunos clásicos ya adoptados de la gastronomía argentina. El precio es fijo por persona y te traen entrada, primer plato, segundo plato, otro plato, más platos y postre. La bebida sin alcohol tmb está incluida.
De lo que recuerdo, trajeron: bandejas con fiambre (muy buen jamon crudo, salame, algo ahumado, mortadela), platos con anchoas y quesos, porotos a la provenzal, platos con ensalada rusa.
Plato que se vaciaba, plato que era retirado por el mozo, que nos preguntaba si traía más de lo mismo… Después empezó a llegar la segunda parte de la entrada: platos con langostinos rebozados, cazuelas con langostinos al ajillo y platos de rabas.
A todo esto, el hombre que paseaba por el salón, dandole indicaciones a los mozos y preguntándonos si queríamos algo más, era indudablemente el dueño: Jorge. Sus fotos están por todas las paredes del local e incluso hay una estatua de él tomando vino en bota.
Un guitarrista se acerca a la mesa y mientras toca, Jorge canta canciones españolas mientas toma sin parar de su bota de vino, que luego nos hizo probar.
Resumiendo: las 4 o 5 mesas que estaban ocupadas esa noche cantaron y festejaron con el show de Jorge y comieron hasta reventar.
Como platos principales trajeron: cochinillo, cazuela de cordero y otras de otro animal q no recuerdo, pescados, salmón rosado, y otras cazuelas más que no llegué a probar. Jorge Nos ofreció traernos paella pero decidimos pasar rápidamente al postre porque sino la cosa terminaba mal.
Pagamos 350 por persona pero no sabría decir cuanto salía el servicio por persona porque pedimos varias botellas de vino, algo que no lo incluye.
Lo recomiendo para ir en grupos no menores a 4 o 5 personas, para poder comer toda la variedad que ofrece la cocina de Jorge. La experiencia fue muy buena y no dudaría en volver.