Juan Pérez

La feria está buena, es bastante cara la ropa. Pero es divertido para chusmear. Yo vendo muchas prendas, no te pagan tanto porcentaje pero si no sabes que hacer con tu ropa usada y querés sacar unos mangos, está bien. Pagan cada tres meses, liquidan tu cuenta a ver que prendas se vendieron y cobras el porcentaje correspondiente.

Cuando lo descubrí pensé que sería genial pero duró solo un tiempo la fantasía.
Molesta que te hagan pasar por seguridad si entras con un bolso.
Hasta hace un tiempo se conseguían cosas geniales (campera de Las Pepas de cuero $ 300; cartera de Lazaro $ 100 hace 2 años) pero con el tiempo empezaron a escasear los precios buenos y las prendas en perfecto estado. Igual al ser tan grande y tener mucha variedad siempre algo se puede conseguir por eso no puse un «no» rotundo.
Ventaja: acepta tarjetas de crédito y débito

Es la Meca de las ferias americanas de ropa y los que buscamos algo particular y no queremos pagar una fortuna peregrinamos bastante seguido hacia allá. Es más top que la mayoría y selecciona muy bien su ropa, no acepta cualquier cosa y tiene todo en buen estado. Fui varias veces porque dejé ropa para vender y a la vez me llevé otras joyitas.
El lugar es muy grande y podés encontrar desde un saco de piel hasta sombreros cowboy, pasando por zapatos de fiesta y shorts multicolores de los 80. Si bien también hay algunas prendas muy bizarras, todo es usable. Yo tengo un sweater y varias camperitas que resultaron muy buenas. Vale la pena quedarse un rato porque seguro que encontrás algo para llevar.

Juan Pérez es a los locales de ropa usada lo que Messi a los jugadores de fútbol. Eso quiere decir, por un lado, que es el mejor local de todos peeeero, por el otro lado, que es el más caro. Aún así, todos deberíamos ir de vez en cuando a Juan Pérez.
Como no me compro nunca ropa siempre que entro a un local cualquiera –de jeans, por ejemplo– siempre me agarra un semi-​infarto. No puedo entender cómo un pedazo de tela puede tener el mismo valor que, por ejemplo, un celular o un chango rebosante de comida. Es por eso que hace ya varios años que visito ferias americanas o locales de ropa usados.
Hace ya unos años que empecé a ir Juan Perez y, la verdad es que es el mejor, la ropa está muy limpia, perfectamente ordenada y hay una inmensa cantidad de todo (obviamente hay más para mujeres pero la selección para hombres es bastante grande también). El local está bien iluminado, es cómodo, podés probarte todas las cosas que quieras y es tan inmenso que si vas con una novia indecisa más vale que te lleves una novelita porque le puede llevar el día entero.
Otro dato para tener en cuenta es que Juan Perez acepta ropa usada de clientes. Así que si sos un canchero para vestirte, podés llevar la ropa, ellos la dejan en consignación y a fin de mes podés pasar a buscar un chequecito (con el que comprarte más ropa, no?).
Si te gusta estar a la onda pero tenés cero (pesos), empezá por ir a ferias americanas y la mejor manera de adentrarte en ese mundo infinito es Juan Pérez, no lo dudes.

Encontré este local de casualidad caminando por Marcelo T de Alvear una tarde y entré a chusmear de qué se trataba. Apenas entrás guardan te bolso en una bolsa de seguridad y te presentan un poco las secciones: una fila de ropa de hombre y el resto de mujer. El local es enorme, así que hay que ir con tiempo si se quiere recorrer bien. La ropa está bien catalogada: los jeans con los jeans, los tapados con los tapados. Incluso tienen secciones bien delimitadas dedicadas a las marcas conocidas que pueden llamar la atención de las clientas.
Algo a destacar que me pareció interesante es que tienen ropa actual de marcas jóvenes de acá o de afuera (Complot, Forever 21, etc.). Incluso tienen ropa usada de las grandes marcas como Armani o Chanel (a precio de grandes marcas también). El tema de los precios me pareció un poco exagerado: la ropa estaba en muy buen estado (se nota que se preocupan por tener buena mercadería) pero los precios no eran mucho más bajos que los que se pueden encontrar en una buena liquidación de temporada.
Arriba tienen un segundo piso también repleto de ropa, que incluye una sección de niños y de zapatos, con gran variedad de talles y de calidad. Esta vez no me llevé nada, pero volveré a seguir revisando!