la Casa de Adann

Exquisita comida. Depende del día y horario que vayas capaz tengas que esperar, pero tienen un lugar de estar y te ofrecen una copa de champagne mientras esperas. La comida y la atención son muy buenas. Tiene platos elaborados tipo gourmet que dan mucho gusto probar. Pedí risotto la última vez y me encanto. Y la carne es grande y tierna.

Fui sin mucha expectativa y me sorprendió gratamente.
La atención de 10, el mozo un genio. Éramos 6 y recordó todo el pedido sin anotar, encima le trajo a cada uno lo que pidió sin equivocarse.
Más allá de eso, que es un plus, la comida fue exquisita. Las pastas junto son las salsas estuvieron sabrosas y el risotto en su punto justo de cremosidad.
Seguro volveré.

Increible lugar! Si hay algo criticable es el precio, nada mas. Eramos 4 y todos los platos que nos pedimos impecables. Insisto: la una critica que le puedo hacer es lo caro que es.

Simplemente un 10.
Este lugar es todo lo que esperaba y mas!
Llegue por una recomendación, yo muy antojada de comer paella, me fui derecho después de que me dijeron que preparaban una increible. Y asi fue, INCREIBLE. Hacia tiempo que no comia una paella tan buena.
Por empezar el lugar es muy fino, una ambientación muy calida, para ir a cenar con tu pareja, salida familiar, o una cena paqueta con amigos.
La atención fue buenisima, muchisma clase a la hora de atender y sobretodo buena onda.
Pero lo mejor de todo, fueron los platos. Hay opciones para compartir y la verdad que no dejan nada que desear. Los platos son extremadamente abundantes asique cuando dice para compartir ES PARA COMPARTIR EN SERIO.
Iba antojada de comer pescado y mariscos asique no supe decidir entre parrilada de mariscos, paella o cazuela, pero me decidi por la paella y fue la mejor elección. La verdad que la variedas y cantidad de mariscos que incluida era impresionante, y el sabor increible.
Lo acompañamos con copa de vino de la casa y para irnos pipones un parfait de maracuya que fue lo que necesitabamos para cerrar una noche increible.
La verdad quiero volver urgente porque tengo muchos platos mas por probar.
El precio es muy acorde a la calidad y sobretodo a la cantidad.
Super recomendado!

Ayer quería cenar con amigas y charlar en paz. Ponernos al día, nada mas que eso. Un desafío no tan fácil en una Buenos Aires tapizada de lugares wanna be cool con música alta, luces innecesariamente bajas, mozos mal entrenados y precios muchas veces volados.
Este desafío se complica aun mas cuando la misión debe ser llevada a cabo en la zona de barrancas de Belgrano. oh oh…
Ahi es cuando una de tus amigas aparece con una idea brillante y con buena comida: La casa de Adann.
A pesar de que el promedio de edad esta por encima del promedio de PAMI, la comida es muy rica, el lugar es lindo, la atención es buena y los precios son razonables. El menú tiende a ser italiano pero tiene de todo, carnes y pescados tb… y lo más importante… se puede charlar en paz! sin que la música te haga gritar o el mozo te apure para que te vayas de la mesa.
Si su objetivo es un buen salmon o un rico bife, y no ir a mirar a chicos lindos de la mesa de al lado, este es un buen lugar.

Me decepciono mucho. Fuimos porque decían que era uno de los mejores restaurantes de pescado y hemos comido mucho mejor.
Pedimos de entrada un plato de rabas que nos cobraron 120 pesos. Una tristeza, vinieron DIEZ rabas pequeñas, pague 12 pesos la raba literalmente.
Pedimos dos platos principales: salmón al vino y abadejo al azafrán. El salmón zafaba, el abadejo fue horrible. El azafrán bien gracias, tenía gusto a poco de gallo.
Y se notaba que los platos estaban recalentados, no los hacían en el momento.
De postre un flan de maracuya que si bien estaba rico estaba congelado.
El cubierto esta casi 40 pesos, una locura. Pagamos por todo 700 pesos, no volvería.

La atención y cordialidad de este lugar me sorprendió gratamente, impecable, una de las mejores atenciones que tuve comiendo afuera.
Los precios están acordes al lugar y ubicación. La comida muy elaborada y gustosa aunque mi solomillo al verdeo estaba un poco sobrecocido para mi gusto.
Ahora, es un lugar para gente grande, el restaurante estaba lleno y ninguno de los comensales tenía menos de dos décadas más que yo.

Buscas un lugar tranquilo para cenar? con buena comida, buena atencion y precios acordes? En la casa de Adann, pequeño restaurante del barrio de Belgrano, sobre la calle O’Higgins, a metros de Jose hernanez encontras eso. Ambiente familiar, buena variedad de platos, y todo muy bien preparado, sobre todo las pastas y los pescados
El menu es variado, pero mis preferidas son las opciones de pastas.
Los mozos son amables, la entrada de cortesia con una copa de campari es una panera muy rica con una pasta de berenjenas bien preparada.
Si son un grupo de damas, agendense los jueves que hacen un 20% de descuento!
Aceptan tarjetas de credito!

Me encanta este lugar! La comida es muy rica, los mozos muy amables y los precios son acorde. Hay promociones regularmente y aceptan tarjetas.

restaurante ubicado en el corazón de belgrano, en una zona plagada de edificios donde esta casa con mesitas afuera llama la atención.
Es un muy buen lugar para ir a comer en familia, donde el nivel de atención es excelente, la comida muy buena, con platos abundantes y mucha variedad.
Los pedidos no deberían salir de un buen plato de pastas como ñoquis, ravioles o sorrentinos. El filet de merluza y la milanesa napolitana son muy ricos.
Los precios son normales para el rubro, y si bien en la zona es difícil estacionar tienen valet parking.

Gran clásico del barrio. Ambiente nada joven (típico de Belgrano!), familias sin chicos, decoración sobria, buena comida, atención correcta.
Hay un menú que, si bien no es barato, es muy rico y trae de todo. Tiene muchas opciones y casi todas están muy bien. Las rabas son riquísimas y las traen en su punto justo. Los pescados en general son muy buenos. La carta de vinos es bastante completa.
No traten de pedir nada muy modernoso porque no va con la onda del lugar y va a ser un desastre (por ejemplo la supuesta ensalada caesar). Los postres son bien clásicos y muy ricos, el semiffredo está genial.

El lugar ideal para comer como en casa, con la familia o amigos.
Menú hiper recontra variado, pastas, pescados, carnes. Una buena carta de vinos.
Recomiendo aprovechar el menú ejecutivo si vas al mediodía.
La parrilla es muy buena, destaco las costillitas de cerdo a la riojana y mientras esperas el plato para picar podes pedirte una rica porción de rabas, calamaretis y/​o gambas al ajillo.
A la noche antes de arrancar te convidan una copa de champagne o un campari. Tanto del servicio como de los mozos podríamos decir que son ágiles. Muy buena atención.
Sugiero ir con reserva y temprano, los vecinos del barrio copan el lugar.
Tiene valet parking y suelen tener descuento con las tarjetas de los diarios.