La Colorada

Apreté mal los botoncitos y salió como que le daba una estrella a La Colorada. Udateo entonces: le doy más de uno, pero no muchas más. Le sacan estrellas sobre todo la increíble ineptitud de los mozos, que siempre son distintos (¿huirán despavoridos?), siempre son jóvenes y siempre están apurados (por otra mesa). La última vez que fuimos tardaron lo mismo en traernos la cuenta que lo que tardamos en sentarnos, pedir, comer y pedir la cuenta. La comida es pasable, uno va a La Colorada porque el precio es accesible, porque el lugar es ameno (aunque ruidoso!) y porque está ahí nomás. Para ir con amigos sí, para ir a disfrutar de la buena mesa, armense de paciencia.

La comida es muy buena y abundante. Lamentablemente la atención deja bastante que desear, los mozos son lentos y poco cordiales, y siempre hay que esperar para conseguir mesa.

La Colorada no es más que otra propuesta de los que nos trajeron Las Cholas (Las Cañitas), La Cholita (Recoleta) Las Cabras (Palermo) y El Ñandú (San Isidro), pero siguiendo una línea un poco diferente.
Si ya fueron a alguno de los lugares que mencioné antes, esperen encontrarse con el mismo menú y las mismas porciones abundantes, ricas y baratas a las que están acostumbrados. Lo único que distingue a este local de los otros es que hay más opciones de postre, pescados, carnes y… (novedad) pizzas. A simple vista también tiene aires diferentes, la decoración es mucho más moderna y distinguida a comparación de la rústica y hogareña de los otros. También hay una barra, pero parece que su función es puramente decorativa.
Para un espacio no tan grande (con un entrepiso que cuando fui estaba cerrado) se las arreglaron para hacer entrar muchísimas mesas, pero por alguna razón no resulta incómodo a la vista, al sentarse ni para oír a la persona de al lado. El poco espacio entre mesas solamente parecía molestarle a un grupo de nenes que se pusieron a correr por el lugar (y, déjenme indignarme porque me dijeron «señora». NO TENGO NI DIECIOCHO).
Es una buena opción para salidas con amigos, porque el menú es bastante variado y accesible para todos los bolsillos. Compartir platos es casi obligatorio si no están rompiendo un ayuno de varios días de duración, las porciones me resultan muy grandes.

Es un sitio con buenos precios, sin embargo la pizza cada vez más pequeña y la atención muy regular. nos hicieron esperar más de media hora simplemente para traernos la carta… recomendable el clerico con vino tinto (sangria).

The place is a restaurant built in a huge location. In the back part of the restaurant theres a huge grill and you can see the cooks preparing your meal.
We were invited by my sister’s friends, and they thought the place name was las Cabritas, but later on when we didn’t show up and contacted them, they realized the name had been changed after a fire occurred last year.
1. The host did not know that the name of the restaurant changed, so she basically sent me to find public wifi and connect to find my friends.
2. The place does not have wifi, so, not being from here, I could not checkin in my Unilocal.
3. The food took 1 hour and ½ to arrive.
4. The meal was super expensive.
It was one of the less favorite places I visited in my trip to Argentina. However, I loved the company of the friends who made this night great!

Voy a actualizar mi reseña, solamente para hablar del postre de brownie: No era brownie. Era un biscochuelo cuadrado medio quemadito, con una bocha de helado arriba y relleno de nueces, de las que pude diferenciar en mi boca la cascara de la nuez que tuve que retirar de mi boca más de una vez. Le pongo zafa, porque el arroz con leche iba, pero la verdad, postre no more.

Segunda vez que voy con mis amigos. Estaban encantados con la Colorada la primera vez, a mi parecer era casi lo mismo que ir a la Hormiga, las Cabritas. Se come lo típico, comidas regionales y otras. Eso nomás.

Un desastre, en el delivery el pedido que iba a llegar en 40 minutos demoró 1.30 min, faltó un plato y otro no era el pedido, réclame y luego de 40 min más trajeron los platos correctos, no lo recomiendo.

Muy rica la comida y los precios re resanables. Los platos son abundantes, a veces hasta para compartir y rico hasta el puré. Una pena la atención que es un poco lenta pero con la onda del lugar y amigos ni te das cuenta casi. Re linda la zona y el ambiente del lugar, recomendadisimo.

Pedi una pizza La Colorada ($ 107) y lo que recibí fue MEDIA «PIZZA», Cuando te la entregan te ocultan esto en una caja rectangular que en apariencia trae una pizza de igual forma.
La pizza en sí? Una masa del grosor de un papel con poco queso, dos fetas de jamon crudo, parmesano rallado a punto arena y algo de rúcula. Llegó CONGELADA.
SI TIENEN HAMBRE NO COMAN ACÁ.

El lugar es lindo, la comida es muy buena, los precios son normales (bife de chorizo con fritas y pure de calabaza $ 120). Lo unico malo es que no hay paneles acústicos hay bastante ruido. La atención fue buena+. Es recomendable.

Este lugar es hermano de Las Cholas, La Hormiga, El Ñandú y otros, y funciona donde antes estaba Las Cabritas. Tiene una propuesta de comidas que, para mí, está buenísima. Carta súper amplia con algunos platos de cocina regional, parrilla, horno de barro y algo de cocina latinoamericana. Los platos salen bastante rápido, son todos abundantes y siempre me parecieron muy sabrosos. En la ambientación del lugar se traduce bien lo que ofrecen para comer: es como tradicional pero con un twist.
Por las propuestas simples, la variedad del menú, el ambiente relajado y los buenos precios (para ser en Las Cañitas, me parece un lugar barato) sería ideal para planes grupales y salidas del estilo. Pero el lugar (y todos sus parientes) tienen de malo que son muy ruidosos porque tienen las mesas pegadísimas, y que no toman reservas y eso te obliga a ir muy temprano o esperar bastante, porque se llena todos los días.
Algo bueno: no cobran cubierto, y el pan es genial. Algo malo: solo aceptan efectivo. Ideal para comer rico gastando poco, sin demasiadas pretensiones.

Vengo a subirle un poco el precio a la colorada después de tantas críticas negativas.
A mi me gusta bastante el lugar. Fui varias veces en situaciones informales y nunca me decepcionó.
Es verdad que la carta es muy amplia. Antes se tiraban mas bien a servir comidas regionales pero evidentemente decidieron ampliarla porque hay desde pastel de papa, parrilla hasta milanesas y quesadillas.
Yo probé un poco de todo y salvo las ensaladas, me gusto todo.
El lugar es enorme y lindo. Tienen manteles de papel con crayones, cosa que me divierte para hacer garabatos hasta que llega la comida,
Estéticamente lo que mas me gusta de La Colorada es el techo de vidrio. Si vas de dia vez el cielo mientras almorzas.
Los mozos no son lo mejor del lugar.

Lugar clasico donde comer tipicas comidas regionales y otras… no tanto. Extendieron la carta y ofrecen pizzas y pastas junto a platos tipicos de parrilla y en horno de barro, siempre tirando a abundates. Mi preferida es la cazuela de choclo, calabaza y miel, bien suculenta y no decepciona. Es un lugar mas bien economico que no destaca por la atencion ni por la rapidez en traer los platos a la mesa.

Fuimos 11 personas llegamos primero 3 pero no nos querían dar mesa si no eramos como mínimo 6 personas presentes por politica del lugar… esto les resta puntos… dado que tuvimos que esperar hasta que llegue el resto.
El lugar imposible hablar muchoo ruido ademas tardaron en atendernos y traian los pedidos por tandas… para llamar a los mozos ni con señales de humo
La carta de vinos carisima.
Lo bueno es la calidad de la comida platos para compartir y con un precio super accesible en compraracion con otras parrillas de la llamada zona de las cañitas.
Conclusión para ir con tiempo y paciencia.

Restaurant argentino, el menú es variado, los platos son enormes, te dicen que son individuales pero son para 2 personas. La pizza es muy rica, para compartir entre 3. El pastel de calabaza y lomo con queso gratinado, abundante. La tira de asado viene con puré y papas fritas. La atención es buena tirando a floja, cuando son muchos comensales se marean al tomar el pedido, aunque lo anoten, a pesar de ese detalle en general tienen buena predisposición. El lugar es grande, la decoración agradable. No toman reserva y suele llenarse, así que cuando llegas tenes que esperar anotado en una lista. La limpieza está bien, aunque la circulación de clientes hace que no tengan tiempo de limpiar todo bien. El precio es razonable y esta bueno para ir en grupo porque tienen mesas bien grandes.