La Segunda

Este lugar es un restaurante clásico para los vecinos de Villa del Parque. Es tipo bodegón y ofrece gran variedad de platos, entre ellos se destacan cocina porteña (minutas, parrilla), algo de cocina española (tortilla, mariscos y pescados) y pastas caseras. He probado de todo y la verdad que siempre me fui satisfecha, la atención es muy buena con mozos que están hace mil años, y las sugerencias del chef suelen ser una opción buena. Es ideal para cuando vas en grupo y cada uno quiere comer algo de diferente estilo, como no tiene una especialidad definida puede contentar a todos. Contras: Es caro en mi opinión, y muchas veces hay que esperar bastante porque pareciera que todo el barrio quiere ir el mismo día.

Vivo cerca. Motivo suficiente para habernos decidido a entrar con mi novio. Siempre nos llamo la atención porque esta ubicada en una zona nada comercial, rodeada de casas y siempre que pasabamos estaba lleno… lo cual nos hizo pensar que valia la pena probar. No defraudó, pero tampoco fanatizo mal a mi yo gorda. Comimos una tablita de achuras con papas fritas por recomendacion del mozo (quien nos atendio bastante bien) y estuvo buena realmente. El ambiente, tranqui. El precio, no diria excesivamente caro… pero no fue barato. En fin, nada de otro mundo, pero la experiencia fue buena :)

Buena parrilla la carne es tierna y las achuras son buenas, bien presentadas en su punto justo. También se puede comer pastas que son buenas. La atención es buena y el lugar limpio. Los postres también se dejan comer.

Por consejo de un amigo y como rutina semanal de la famosa «cena de muchachos» caímos en esta pintoresca esquina del barrio de Devoto. Sin nuestras mujeres y despojados de cualquier tipo de freno moral para hablar sobre los temas que nos aquejan día a día, nos sentamos en una mesa lejos de los televisores, para no tener que soportar los alaridos de quien, muy lejos del estadio, alentaba a River como si fuera del grupo mas selecto que sigue al Millonario. Pero para nuestra sorpresa, todo el lugar estaba repleto de elementos de sonido que irrumpieron el buen clima del lugar apenas comenzó el partido.
Aunque algo disgustados, decidimos no hacernos mayor problema por lo que estaba aconteciendo y disfrutar el rato. El mozo nos deslumbro desde el primer momento cuando con textuales palabras dijo: «muchachos disculpen el clima les traigo una entrada que va de parte de la casa» y posteriormente trato de dar sus recomendaciones de platos en base a las preferencias de comida que uno por uno íbamos comentándole.
Lamentablemente al momento de comer los platos, no se acercaban en lo absoluto a lo que el buen hombre –en principio– había dicho. De hecho trajo lo que quiso, hasta un octavo plato de salmón ahumado, cuando eramos siete comensales. A pesar de que la pinta no era la mejor, la comida era rica. El vino acompaño también y al momento del postre los siete coincidimos en que cada uno de nuestros pedidos había estado a la altura. Casi parecía que lo que en principio había comenzado mal, terminaría en una gran recomendación para el sitio. «Chau muchachos que terminen bien» nos sorprendió el mozo retirándose, ya vestido con ropa de civil. Nos miramos entre todos y si bien no dijimos nada uno con el otro, creo que todos pensamos lo mismo: «y la propina?» pero el primer gol de River genero un bullicio anormal en el recinto y en ese momento de distracción el hombre se fue, por lo que seguimos con lo nuestro. Una vez comidos, y habiendo hablado de cada uno de los temas que nos habíamos dispuesto a hablar allí, pedimos la cuenta, pero vino con una sorpresa. Si compañeros, la famosa entrada por parte de la casa no había sido mas que un engaño.
Debimos haber advertido la jugada por el nombre (Tabare) del mozo? No lo se. Pero nos hicieron la uruguaya. Si alguna vez algún esperanzado hombre me pregunta por ‘La Segunda’, diré lo que todos conocemos. La única segunda que conozco, es la categoría en la que jugo River en la temporada 2011. La segunda categoría del fútbol argentino. La B nacional.

–Chicos, conocí un bodegón que pinta bien en el barrio a través de Unilocal.
–Yelp? Eh?!
–Háganme caso, después les explico. 21:30 en Pedro Lozano 3700.
Cuando llegamos, les expliqué lo que era Unilocal y a todos les copó mucho. Decidimos hacer una reseña cada uno, para ver cual hacíà la mejor. Así que probablemente van a ver una serie de reseñas de gente bastante particular, esos son mis amigos, algunos con problemas de mitomanía.
En fin, el restaurante. Me hubiera gustado que sea un lugar más interesante para reseñar por primera vez en grupo, y que sea una competencia más picante. De todos modos, La Segunda no decepcionó, aunque claramente no volveremos una segunda vez.
La elección del lugar fue 1. porque no queríamos ir lejos de casa, 2. porque era la final de la Libertadores y queríamos un bodegón que invite a verla, y 3. porque queríamos bodegón, queríamos Buenos Aires.
En primer lugar es importante saber que La Segunda NO es un bodegón con todas las letras. Falta el ambiente de bodegón, ese aura tan especial en que se respira Buenos Aires en su estado de naturaleza. Aunque algunas cosas las tiene (los mozos y el «rinconcito español» de la carta), este lugar es más un restaurante de barrio que un bodegón. Falta esa decoración vieja que roza lo deprimente pero que es hermosa.
La atención: fue un sube y baja, perlas de los mozos, y catástrofes al mismo tiempo. Cuando llegamos, nos habían dado una mesa en la que no se veía el partido, cuando aclaramos (reserva de por medio) que íbamos a eso. El maître, pidió perdón y no tuvo problema en cambiarnos, pero el mozo encargado de nuestra mesa lanzó un par de berrinches y puteó por tener que cambiarnos.
Hasta ahí un desastre. Pero después el mozo se redimió de forma increíble recoméndandonos sus mejores platos de memoria hasta el último detalle (eran los más caros por casualidad, ningún boludo). Así entendí que el maltrato es típico y hasta pintoresco de los mozos de bodegón, y que lo que importa son esas cosas, esos momentos mágicos de estos barones de barrio que llevan una vida ejerciendo el oficio y pueden atender una mesa de 7 sin anotar (voy a pasar por alto que trajo un plato de salmón demás, Tabaré no sabrá contar pero bueno, son los riesgos de no anotar).
La comida: mis fideos negros con mariscos no fueron la mejor elección, pocos mariscos y una salsa sin mucho gusto. Eso me frustró un poco aunque siendo objetivo, el resto de los platos, los cuales casi todos probé, estaban geniales. Bondiola con patatas bravas. Carré de cerdo en salsa de cerveza. Gambas al ajillo con papas al natural con panceta. Lomo a la pimienta con papas a la crema.
El resto de la carta estaba bien, «rincón español», picadas, pastas, carnes, etc.
El precio: $ 220 por cabeza (con propina), sin delirarnos (sin postre, sin vino, sin entrada). Caro. Bastante caro para el barrio. Esto es realmente lo que no nos hará volver, ya que por el mismo precio nos vamos a un lugar mejor en un barrio con más onda.
El balance es positivo peo no es un lugar recomendable salvo que seas de la zona, tengas entumecidas las piernas para moverte del barrio y esté anunciada una lluvia torrencial.

A pedido y recomendación de un amigo de la colectividad (Santiago Tangirisky), fuimos a este lugar ubicado en Devoto con ninguna ilusión ni esperanza de encontrar algo fuera de lo normal. Para ver el partido de River y Tigres, donde apostamos algo que nadie ganó.
Se pidio una milanesa de ternera de campo junto con una porción de papas fritas a caballo, la cual estaba apanada de manera especial como un niño «haciendose milanesa» en la playa, acompañada de unos bastones de papa con un delicioso aceite, todo esto degustando de forma increible y satisfactoria.
Es de un alto precio para la zona en la que está ubicada.

–Podemos cambiar de mesa?. Habíamos reservado una mesa estrategicamente para ver el partido de RiBer pero al parecer las incongruencias entre los mozos se hicieron notar al no darnos la mesa pedida. Ubicada en el corazón de Villa devoto es un bodegón bastante aprobado por mi exigente paladar. El mozo «Charlie» se mostró de diez ante nosotros recomendando platos para cada uno aunque al final se equivocó y trajo lo que quiso. Yo personalmente me pedí una Pamplona bastante abundante casi tan buena como el gol de Cracklleri a Quilmes. Los precios son dos escalones más caros de la media aunque van de la mano de lo abundante que son. Ir a comer ahí me hizo pasar un buen rato. Amo a mis amigos casi tanto como la comida. Adjunto fotos de mis amigos disfrutando los platos

La Segunda está alejada del centro de Villa del Parque, por eso me llamó siempre la atención que de noche haya tanta gente comiendo en esa esquina.
Mi novia vive a pocas cuadras del restaurante lo cual hacía que pasemos por ahí bastante seguido. Hasta que un día nos mandamos.
Es un restaurante/​bodegón con esos mozos de la vieja escuela que te dan consejos y tienen una gran atención. Escuchalos, porque saben lo que dicen.
La comida es muy rica, buenas carnes y buena onda en un ambiente muy barrial.
No es muy ruidoso, ni tampoco silencioso.
En cuanto a los precios, no es caro, tampoco es barato, es un precio normal, acorde al servicio y la calidad de la comida.
Un lindo lugar para ir a comer en pareja, o familia.

Un lugar muy familiar, con ambiente cálido, buenos precios y rica comida. La atención no fue espectacular (tuve que esperar un rato) pero la calidad de la comida es buena, siendo una de las mejores opciones de la zona. Recomiendo ir o temprano o con tiempo para esperar.

La verdad q es excelente!!! Tanto el delivery como ir a comer al lugar. Eso si, el lugar no es un restaurant de lujo… Es mas bien un bodegon… Pero va…
Algo para aclarar, el pan del delivery NO es el mismo q el del restaurant. Vale decirlo xq el del restaurant es riquisimo y el del delivery no jaaa
Amo los riñones… Son exceleeeeentea! Y la entraña…
Las papas fritas mejoraron mucho! Antes eran muy finitas (no son de mi preferencia asi) y despues le pusieron mas onda!
Las pastas tambien son muuuy buenas y al mediodia en el restaurant ofrecen buenas promociones de platos y no necesariamente de pasta o carne, tb ofrecen tartas…
Muy bueno!!!

Un clásico del barrio. Menú abundante gran atención y la comida suele llegar rápido. De mas esta decir lo delicioso de los platos es caro pero razonable a la calidad de los platos abundantes

Pleno Villa del Parque lo que nos permite estacionar fácilmente, tanto la decoración como la vajilla no son correctas, pero todo esto lo suple la excelente atención, la buena cocina y una acertada variedad de su bodega. Los mozos son de «vieja escuela», gran atención de Norberto, y los precios adecuados.
Acepten las sugerencias de la casa… y vuelvan sin culpas.

Desde que me mudé a este barrio he almorzado y cenado varias veces en La Segunda por varias razones. Principalmente porque se come bien, porque me queda cerca de casa, tiene mesas afuera y no hay tantas opciones buenas alrededor.
Creo que son varias razones buenas para comer en un lugar, no? Además la carta que ofrecen es variada. Podes comer un lomo con papas a la crema, como unos tallarines negros con salsa de azafrán y langostinos o la típica milanesa con guarnición, todo está bueno como me dijo el mozo el otro día y tenía razón. Encontré una leve tendencia española en su carta y eso me gustó más aún.
En cuanto a la atención es excelente, siempre que voy me atiende el señor pelado de anteojos que es copado, podes pagar con tarjeta y los platos no son para compartir pero las porciones son buena onda. Ah! y como es zona barrial siempre hay lugar para estacionar y re tranquilo.