Las Margaritas

Mi relación con Las Margaritas comenzó hace más de diez años, cuando era una adolescente llena de esperanza y amor viviendo en zona oeste, por lo que todos los sábados terminaba pasando por el negocio de Las Margaritas de Morón. Llegó un punto en el que había más litros de shampoo en mi casa que la edad combinada de todos sus habitantes. Pero comprar cosas que no necesitaba en Las Margaritas era una pasión de sábado.
Luego me mudé a capital, fui un par de veces a la sucursal que más cerca me queda (la del Paseo Aguirre, en Villa Crespo), pero luego logré superar mi adicción cuando acepté que compraba cosas que raramente usaba.
Pasé varias veces frente a esta sucursal, la de Av. Córdoba, que está peligrosamente cerca de un Farmacity. Cuando hay uno de esos 2×1 demenciales en Farmacity, no hay forma en la que Las Margaritas pueda atraerme más. Soy, sobre todas las cosas, muy rata a la hora de comprar cosas que no necesito.
Finalmente tuve la necesidad de ir a Las Margaritas a buscar productos que no conseguía en otros lados, así que finalmente regresé a la guarida del lobo. Y debo decir, más que guarida, es guardia. Aunque sí compré varias cosas, me sentí súper incómoda con el personal de seguridad que va rondando el negocio. Daba vuelta una esquina, ahí estaba, caminaba unos pasos y estaba detrás mío, y así, toda mi estadía en el local.
El lugar es muy espacioso, las góndolas están separadas con bastante espacio y hay un montón de productos para elegir. Muchas marcas, muchas cantidades, mucha variedad de todo. Hay un montón de personal en el piso respondiendo preguntas y ayudando a los que lo requieran. Las cajas, solamente dos con personal pero funcionaba una sola, iban rápido. Igual creo que hay mejores sucursales que esta, creo que esta tiene mejores cursos, pero la tienda en sí es normal.
Sería genial darle una estrella más al menos, pero es súper horrible que te sigan los de seguridad, en mi caso no me siento cómoda y encima me agarra mucha paranoia. No disfruto de ver qué productos hay, de comparar con otros, de chusmear cosas que no vine a comprar pero que podrían ser la compra impulsiva del día. No me dan ganas de volver a esta sucursal en particular, creo que volveré a darle una chance a la que está en el Paseo Aguirre.
Media pila, Las Margaritas, yo te amaba, no me trates así.

Soy fan de este lugar. Se consiguen todos los productos de peluquería y belleza. Para manicure, es la perdición con la cantidad de esmaltes. Las empleadas son muy colaboradoras y ofrecen buena asesoría

Bueno, este lugar es básicamente la perdición para cualquier mujer fanática de comprar productos de belleza. Casi todas las sucursales son grandes, pero especialmente la de avenida Córdoba es inmensa, si entro a buscar algo sí o sí me quedo un largo rato recorriendo todo, y termino gastando más de lo que pensaba.
Es como un gran supermercado de belleza. Tienen de todo y separado por sectores. Hay unos puestitos especiales de make up artístico de diferentes marcas que no se consiguen en todos lados, y un surtido de esmaltes de uñas inmenso de marcas importadas. Algunos productos están exhibidos en vitrinas así que hay que solicitarlos a los vendedores.
Acá pueden encontrar todo lo que necesita un peluquero o una artista de maquillaje: extensiones, pelucas, postizos, productos de líneas de salón (L’Oreal, Kerastase, etc) en tamaños industriales, tratamientos para el pelo, sprays fijadores, accesorios (tijeras, ruleros, invisibles, picos, pinceles, gorras de látex), pinceles de maquillaje, pinzas para depilar, guantes, tinturas de todas las marcas, etc.
Tienen una pequeña góndola con un montón de surtido de pestañas postizas. También venden máquinas para depilar, secadores de pelo y planchitas. Al final de la compra hay una pequeña línea de cajas así que la compra se hace bastante rápida al momento de pagar.

Bueno, el paraíso en la tierra para la mujer existe, y es este local.
Si pensaste en ir, andá con tiempo, si lográs estar menos de una hora pago todo lo que compres.
Soy fanática de los esmaltes y de hacer nail art, y acá fue en el primer lugar que conseguí todos los materiales para hacer lo que veía en tutoriales de otros países, antes de que acá se ponga de moda.
Tenés de todo para el cuidado del pelo, las uñas, el cuerpo y la cara. Cremas, maquillajes, las distintas cosas que necesitas para hacerte un brushing o uñas de gel. TODO está acá.
Tienen una perfumería muy completa y conseguís casi todas las marcas de maquillaje que hay en el mercado (faltan algunas importadas pero no hace la diferencia).
Hay productos que se venden directamente a peluquerías, así que podes conseguir ese shampoo que usan en tu salón en tamaño chico, mediano y palangana. Siempre compro los grandes y me duran una eternidad (pagás 300 pesos y te dura un año fácil).
No dudes en ir a conocer, tienen tarjetas y hay cuotas!

Digamos que soy fan de este lugar. Tienen los mil y un productos para el cuidado del cabello y belleza en general.
Desde que empezaron a vender esmaltes más copados, tipo China Glaze, me gusta más. De todos modos es como un arma de doble filo, porque vas por una cosa y lo más probable es que te vayas con seis. (?)
Lo mejor de Las Margaritas son los precios, hay muchos productos profesionales a buenos precios. Las mismas ampollas para nutrir el cabello que usan en las peluquerías, van a estar allí y mucho más económicas. Como hay algunos productos que vienen en cajas grandes, quizás es más conveniente si vas con una o dos amigas y se dividen la compra.
También venden productos de las marcas que encuentras en el supermercado, pero la diferencia de precios se nota, definitivamente es más conveniente comprar algunas cosas en esta tienda.

Este negocio es inmenso y tiene todo lo que todas queremos tener en nuestra casa para producirnos. Me imagino que para quienes trabajan en peluquerías debe ser sitio de visita obligada. En el fondo del local se ve que venden todo el equipamiento que puede necesitar un salón de belleza: sillones super cómodos, piletas para lavar el pelo, etc.
Apenas abrís la puerta de este galpón de dos plantas, entrás al paraíso. Venden desde secadores de pelo, planchitas, tinturas, maquillajes, invisibles, postizos, pelucas y shampoo hasta cera depilatoria. Todo y, cuando digo todo, es realmente todo. Reconozco que me dieron palpitaciones al ingresar.
Hace rato que estaba buscando invisibles buenos, que no se abrieran cada vez que me hacía un peinado y se deformaran. Bueno, ahí los encontré. Los vendían al por mayor y menor. También se puede comprar por internet desde su sitio web que está buenísimo y super completo. Tienen todas las tarjetas y te hacen hasta 12 pagos.
Finalmente, la última vez que fui, me encontré con la sorpresa de que también brindan cursos de peluquería, manicuría y pedicuría.