Con las amigas que se casan llegaron las despedidas de soltera y, en natural consecuencia, la visita a las tiendas que alquilan disfraces. Después de hurgar por las grandes casas del barrio de Once entre a Lestard, a pocas cuadras de mi casa. El disfraz de la Mujer Maravilla hizo de anzuelo y una vez adentro quería revisar todos los percheros. Una de sus dueñas, María del Rosario, me explicó con paciencia y simpatía que trabajan con disfraces para adultos y niños, cosen por encargo –especialmente para las fiesta de fin de año de los jardines de infantes– y alquilan trajes, capas, gorros y turbantes. El alquiler promedio ronda los $ 150, se lo puede retirar un viernes y devolver un lunes, por ejemplo. Antes, piden una seña y cuando te llevás la prenda, DNI y servicio con el mismo nombre. Hay maquillajes, alitas de mariposa y princesa y un sinfín de personajes infantiles y superhéroes. Algunos disfraces se ven más limpios y más nuevos que otros, dependerá de la exigencia de quien los alquile. Según María del Rosario los que más salen son los de Mickey, el Sapo Pepe y el clásico Hombre Araña. Hará que probarlos.