Lo de Juan

La típica peluquería de hombres de barrio, con 2 sillones de cuero grandes, un par de ejemplares viejos de El Gráfico, los diarios del día y los mismos profesionales de la estética capilar que trabajan ahí hace 40 años.
Eso es exactamente «Lo de Juan», que mantiene el local idéntico desde que abrió, corta el pelo de una sola forma, todavía usa navaja y tiene los potes de Lord Cheseline a la vista.
Mi abuelo se cortó toda su vida acá, por lo que queda claro que es un estilo híper clásico. De hecho su única innovación en estos años fue la inauguración de una camilla de masajes en el fondo.
Pero te atiende bien, rápido y salís hecho un guapo del 900.