Los Talas del Entrerriano

LAmentablemente este lugar ya no es lo que era. Super caro y la comida horrible. No deberian aprovecharse del nombre que se han hecho con el paso del tiempo y estafar asi la confianza del cliente. Se durmieron en los laureles.

Parrilla de estilo criolla, ideal para venir con amigos y familia. No aceptan tarjetas, solo efectivo. Suelen tardar en entregarte los pedidos, pero la calidad y cantidad de las porciones, hacen que valga la pena esperar. Se pueden pedir medias porciones para los que son de comer poco.
Gasto aproximado por persona $ ¹⁵⁰⁄₂₀₀ con bebida.

Amor de barrio.

Asador al estilo criollo, ideal para ir en familia o amigos y degustar de las mejores carnes a la parrilla. Todo cocido a la perfeccion. Buenos postres y precio accesble. Buena relacion precio-​calidad-​porciones

Vale la pena escaparse hasta José León Suárez para llegar a la catedral de la carne. Ya conociendo el tema de la espera, suelo ir temprano. Apenas entrás te encontrás con una parrilla tipo elástico de colchón de tamaño king size y un asador de proporciones gigantezcas, con decenas de cruces, alimentados por pilas de leña. Los costillares se van haciendo enteros. Aparte, tienen una parrilla enorme pero convencional donde hacen las achuras (la rueda de chorizo tiene el tamaño de un neumático de camioneta) Me comentaron que manejan su propio frigorífico. Desde todo punto de vista, se trata de una operación excelentemente aceitada. Las porciones son enormes y llegan a los 5 minutos. No me iría jamás de Los Talas sin probar el asado y el lechón. Las achuras están muy bien, sobre todo la molleja. Recomiendo medias porciones para poder probar de todo. La carta de vinos es algo limitada.

Tenés que ir preparado para esperar, pero vale la pena cada segundo.
No es el lugar para llevar a una nueva novia, más bien es el lugar para ir con tus amigos y quizás después de jugar a la pelota.
Las porciones son gigantes, la atención correcta, terminas gastando un poco de más pero con una sonrisa
No te pierdas de probar la rueda ni el asado en este lugar, me lo vas a agradecer…

Excelente servicio y calidad, los mozos manejan un muy buen timing y súper recomendable si te gusta comer hasta reventar.

Si sos amante de la carne y del buen comer, andá. Parrilla con carne de primera cálida a precio de parrilla con carne de primera calidad. No termina siendo caro porque las porciones son grandes y el amante de la carne, sabe apreciarlo. Yo fui de acompañante porque sólo comí provoleta (que no tenía nada del otro mundo) y dulce de leche con flan casero –sí, uno con otro y no, otro con uno-​. Mesas largas de madera y bancos. Se comparte si son pocas personas.
Es para ir en grupo y comer mucho. Te atienden los viejos «graciosos» estereotipo de mozo argentino. Es para llevar a algún guiri que te haya venido a visitar desde cualquier parte del mundo y quiera ver el show del asado.

Acá vengo a ser la oveja negra del grupo. No quiero pecar de pequebú ni quiero hacer una reseña cliché clasista, así que yo les cuento mi experiencia y ustedes no me juzgan.
Llegamos, queda en una zona donde no hay nada más que este parrillón enorme. Estacionar es complicado, a veces tenés que estacionar a una cuadra. Entrás, te anotás en la lista de espera y te van llamando: si la idea es comer ahí un sábado o un domingo y aparecés a las ¹²⁄₁₃ hs, hacete la idea de esperar 50′ como mínimo, parado en la puerta.
Finalmente te llaman por micrófono y pasás al salón, el mozo te dice donde sentarte. Te traen la carta, el menú es el de cualquier parrilla, cortito y al pie.
Mirás alrededor en las otras mesas, las comida luce bien y a la vez también te da la sensación de que tendrías que tener el carnet de la prepaga a mano.
Fuimos dos, pedimos mollejas, vacío, provoleta, ensalada, un chori, las bebidas aparecen de inmediato.
A los 20′ (que es mucho para un espeto corrido) el mozo trajo la ensalada preparada con aceite de maiz y vinagre de alcohol. Te la banco aunque soy del team oliva. También trajo las mollejas y el chori.
No tienen media porción de mollejas: la porción trae casi medio kilo. El chorizo no estaba bueno de gusto. La molleja parecía hervida y no era de las más ricas que probé ni por lejos.
Media hora después, el mozo trae el vacío y la provoleta sigue sin aparecer. El vacío estaba bien, era rico, no hacen la mariconada esa de preguntarte a qué punto lo querés como en las parrillas snob de Palermo, te lo traen cocinado como corresponde y cometela.
A la media hora, cae la provoleta (no sé, como si fuera un postre y no una entrada), buena pinta, muy salada, imposible de terminar nada, ni la provoleta, ni las mollejas, ni el chori, ni el vacío, ni la ensalada.
Terminamos de comer, estuvimos un rato de sobremesa. El lugar sigue a tope y hagan la cuenta, caímos a las 14 hs, más 50′ de espera, entramos 15 hs, el mozo nos trajo la comida a las 15:20, media hora más para el vacío 15:50 y media hora más para la provoleta 16:10 pedimos la cuenta y tardaron 40′ literales en cobrarnos. Nos fuimos casi a las cinco de la tarde. Era como el infierno del Dante, porciones pantagruélicas, y el mozo como un Virgilio escurridizo y malvado.
Finalmente trajeron la cuenta y nos cobraron: $ 600.- (con servicio de mesa -?-)
Me empecé a sentir mal. Realmente mal. Meat sickness. La pasé mal durante 24 hs, no sé que teníà la comida… mi novio también estuvo mal. Realmente hay que tener el carnet de la prepaga a mano.
Es una experiencia de mil, vayan, prueben. Para mí, ni el lugar, ni la carne, ni la experiencia valían la guita que pagamos.

Si sos amante de la carne y solo carne y que se venga todo junto sin piedad definitivamente Los talas este es tu lugar.
El lugar es enorme se podria hacer una fiesta de casamiento mesas infinitas que tienen un espacio entre uno y otro aceptable.
Tienen de un lado una zona para que jueguen los nenes, hacique es aceptable para llevarlos sin problemas.
Nose si sera de las mejores carnes (yo personalmente mientras que no este cruda y que me sirvan bien no me quejo) haci fue con una porcion comimos 3 bocas y satisfechos quedamos, con una porcion de papas fritas (riquisimas, sin una gota de fritura, las mejores) y ensalada mixta (te vas a unos kilometros lejos de tu casa y las verduras tienen otro sabor).
Tambien hay postres y por lo que vi son bastantes potentosos.
Si llegas al postre hay que hacer un sacrificio importante porque no te entra despues de tanta comida es imposible.
La atencion es rapidisima, el mozo fue atento y comida hay de sobra.
Super recomendable para ir en familia o entre amigos, si vas hay que ir temprano o a ultima hora te lo aseguro.

muchas cosas para recomendar, en principio les podria decir q ahi se come la mejor carne de buenos aires, tambien les diria que es economico, si no quieren quedarse a comer, pueden comprar para llevar, tambien les comento q las porciones son abundantes.
excelente atencion, ya que es atendido x sus dueños.
cualquier duda m consultan?

A ver, esto es simple: Es un lugar para ir a comer cosas a la parrilla o al asador.
Perdón, este es EL lugar para comer cosas a la parrilla o al asador.
Perdón de nuevo, este es el lugar que yo les mostraría a los extraterrestres cuando vengan a conquistarnos para que vean que no pueden destruir una civilización que hace cosas tan deliciosas.
Seguro, no es un lugar cool o super ambientado como podés tener en otras parrillas que dicen ser las que tienen las mejores carnes (de hecho el lugar es básicamente un galpón, pero tené en cuenta que vas a comer asado, no al MoMA), pero cuando vas a los bifes (pun intended) este lugar tiene absolutamente todo lo que esperas y necesitás de una parrilla :
Atención rápida: Checked.
Mesas amplias, y largas por si vas con gente: recontra checked
Pan fresco: checked
Ensaladas frescas preparadas en el momento (nada de pretensiones, lechuga, tomate cebolla, zanahoria y la infaltable de papa y huevo): checked
Matambre a la parrilla que se corta con la cuchara sin filo y se te deshace en la boca: OH YEAH!
El circuito básico es este:
Llegas, dependiendo el día a veces tenés que esperar un poco una mesa porque a veces está lleno (a menos que tengas un grupo mayor a 15 personas, ahí si podés reservar). Te sentás, te atiende un mozo, te pregunta la bebida, te da la carta y te ponés a elegir. OJO: las porciones son grandes y si no estás acostumbradx a morfar cual Godzilla quiza sobre; pero a no preocuparse porque se sale mucho la frase «me lo envolvés para llevar?» y todos contentos.
La comida llega RAPIDISIMO, es clave obviar comerse el pan con el chimi como uno suele hacer mientras espera.
Recibís lo que pediste en la mesa y ya en el primer bocado te das cuenta que no vas a querer irte nunca mas de ahí. La carne literalmente se deshace en tu boca, los parrilleros hacen del corte mas rebelde una mousse de felicidad carnivora en tu boca.
Algunos dirán que parece Parrilla La Angioplastía, pues a ellos les respondo que no conozco mejor manera de morir que rodeado de tantos sabores exquisitos.
Mis recomendaciones personales (no necesariamente en orden de preferencia):
Vacio
Bife de chorizo
Matambre
Costillar
La zona? Honestamente no es la más agradable del mundo, y de hecho, si venis de capital puede ser un poco lejos, pero realmente vale la pena.
No dejen de ir, en serio, hagansé un favor.
Edit: QUE BUENAS PAPAS FRITAS!!! Listo, ahora si.

Este lugar es excelente para comer carne, siempre hay gente, y se nota por que.
Hay muy buena atención aunque siempre estan a mil apurados y la comida a veces se hace desear un poquito. Pero cuando llega el pedazo de carne es tipo. Neneeee veni para acá jajaja
Precio y calidad.
UNA de las mejores carnes que probé después de las que hace mi papá y abuela. Si mal no recuerdo mi papá conoce a alguno de los que trabaja ahí y no se si tiene que ver con el tema de que nosotros tenemos unas casa en entre ríos, no me acuerdo bien la historia
SAY NO MORE

La mejor parrilla de la zona. Porciones para compartir. Atención cálida y la comida tarda muy poco en llegar.

Ambiente familiar y amable, organización prusiana de las mesas, no está nada librado al azar para disfrutar una de las mejores parrillas del universo conocido. Fuimos con amigos con niños pequeños en una suerte de peregrinación al santuario de la carne en José L. Suárez y de verdad que valió la pena el viaje. Comimos chori, morcilla, mollejas, asado y vacío, acompañado de papas y ensalada, la gaseosa viene en envase de litro y medio. Destaco principalmente el vacìo, es un corte que no me suele gustar tanto como el asado, pero acá estaba tierno, sabroso, impecable. La atención es muy eficiente, sumado a la calidad de lo que sale de las parrillas hace que Los Talas sea, como diría Susana, «imbatible».

excelente parrilla, precios y carne, recomendado la rueda. Ir con tiempo siempre esta lleno y hay que esperar eso si una vez que uno se sienta la comida llega rápido.

«El Entrerriano» como es conocido por todos es EL MEJOR LUGAR PARA COMER CARNE EN BUENOS AIRES. No exagero.
En su momento fui fanático de la carne, a tal punto, que me puse un límite. Ahora no sólo como poca carne roja, sino que prefiero una ensalada o un buen pescado.
El Entrerriano es mi punto débil.
Es imposible resistirse a la carne de este lugar. Es más, me suelen agarrar antojos –muy fuertes– de ir y comerme todo el asador.
La zona es horrible. No pares en los semáforos si querés llegar vivo, pero vale correr el riesgo sólo por el hecho de probar esta carne.
Los fines de semana –en hora pico– puede ser que tengas más de 1 hora de demora y más de 100 personas adelante. Por suerte llaman rápido y también traen la comida en tiempo récord.
Me causa gracia pasar por la puerta a las 5 de la tarde y ver gente que sigue comiendo un domingo. Es insólito.
Jamás tuve que mandar un pedido de vuelta porque no esté cocido, esté feo o duro, o nada. Es increíble. Eso se paga.
Por lo que es el lugar, es caro. Es un galpón enorme no apto para pretenciosos. Enserio tiene pinta horrible, pero vas a comer la mejor carne del mundo. Y eso sí que no tiene precio.

Acá van a comer el mejor asado del mundo, incluso mejor que el de sus familias. Abre todo los días al mediodía y algunas noches por semana. Si son más de 15 pueden hacer reserva, sino, hay que ir y esperar.
Siempre está lleno, llenísimo. Van a tener más de 100 personas adelante si van tipo una, pero no más de 20 o 25 minutos de espera, porque todo lo hacen rapidísimo.
Ya el olorcito a carne de las parrillas los va a ir aclimatando. Es un galpón enorme lleno de mesas. Todo lo que pedís llega rápido. La carne es super tierna, todos los cortes son riquísimos. Es todo todo perfecto.
Si querés pedir para llevar también hay cola pero hay menos gente. Lo único «malo» que tiene es que sin auto no podés llegar, o si, pero es muy largo y complicado. Por todo lo demás es lo mejor del mundo.

Si vas a comprar mucha carne para guardar, este lugar tiene un delivery de carne que llega a la mayor parte (norte-​oeste) de Capital y no tiene competencia. La carne es increible y los precios muy buenos.
He viajado en más de una ocasión hasta José Leon Suarez para comer acá. Es un lugar gigantesco donde sirven carne de primera. La carne la traen de Entre Ríos de campos del mismo dueño.
Te sentás, pedís una porción de bife de chorizo, una de vacío, un chorizo y una morcilla y comen cuatro personas. Te los traen en no más de 15 minutos, porque el asador es tan grande que tienen siempre la carne que pidas lista.
Una vez pasé atrás, donde está el asador y es una locura. Es como tener 20 parrillas juntas en un patio. Con 10 asados a la cruz más al lado. Una locura.
Además comés toneladas de carne de la mejor por un precio que no podés creer en comparación de lo que recibiste a cambio.
Casi siempre hay gente esperando para comer, pero la espera vale la pena y va bastante rápido.