Malvón

Malvon me parece una buena opción para ir a comer algo un tanto relajado, con ambiente algo campestre, comidas de sabor casero y precio considerable. Rico, pero lo que más me gusta son sus panes y sus limonadas.

Muy buen lugar para ir con amigas o en pareja! Es como esta en él living de la casa de tu abuela. Nosotros probamos él desayuno malvon que vale mucho la pena, probamos como torta la carrot cake y una de chocolate muy buena. No RS barato pero vale la pena para darse un gusto!

Todo rico! el dato es que aceptan débito y crédito. Lo mejor el ambiente y el carrot cake:)

Curiosamente decorado, es como la casa de la abuela y huele como tal. Al llegar no había lugar, un recepcionistO nos anotó en una lista y al cabo de 15′ aproximadamente nos ubicó eb la mesa, ratona pero mesa al fin. Fuimos con una pareja amiga, nosotros pedimos por separado y ellos para compartir. Esta última opción no me pareció exorbitante, los vi comer bien pero no quedar reventados, como suele ocurrir en otros lugares con menús de este tipo. Yo debuté con las french toast, en este caso tenía manzana caramelizada, crema y nueces. Me pareció rico y abundante, pero no creo que me haga fan de este plato, más por un mambo mío que por como estaba preparado y/​o presentado. Y todo hermoso el latte art pero lo odio, ya que el punto de la leche para mi enfría (mal) a la bebida, sobre todo si tenés la lengua de amianto como yo.

El lugar al que mas veces he ido a merendar en los últimos años, y aunque me gusta probar otros lugares siempre vuelvo, llevo gente, recomiendo, evangelizo! El cheesecake de maracuyá es herrmosooo, las meriendas que vienen «armadas» están muy buenas; si vamos de a varios solemos pedir la Malvon que viene con de todo para compartir (tostadas, scons, torta), pero sino me pido la britt que viene con english muffin y esta muy buena. Los precios para merendar están bien. Tengo pendiente el brunch que he leído que es muy rico, cuando almorcé probé el bagel de salmón que esta bárbaro, pero comer ya es un billete. El lugar me encanta, casa vieja con un patiecito en el fondo ideal para los días de verano y un interior muy acogedor para el invierno. La atención es variable, en general bien, una sola vez de las muchas muchas que fui se olvidaron de marchar nuestro pedido. Vayan y prueben!

Solía ser mi lugar favorito. Hubo una época cuando venia todos los findes, después, fueron abriendo lugares nuevos y dejé de ir tan seguido. Hoy volví después de casi un año. Me rompió el
Corazón.
El lugar sigue siendo bellísimo. Un clásico. Hermoso patio, hermosa ambientación, todo divino. Pero la atención y la comida decayeron bastante.
Me junté a desayunar con una amiga. Como llegue bastante temprano, me pedí un café para esperarla. Tardaron 20 minutos. Ni idea.
Cuando llegó mi amiga, me pedí un brunch (burrata). Que se supone viene con café con leche y limonada.
El nuevo café con leche lo tuve que pedir tres veces, me llegó después de comer. La limonada me canse de pedirla, nunca la trajeron.
La burrata, SÚPER SECA. SIn nada de gusto, horrible.
Mi amiga se pidió solo un french toast con café (no brunch). PERO SE LO COBRARON COMO EL BRUNCH! sin haberle traído las cosas que venían con el
Desayuno completo.
Quisimos reclamar, pero nos dijeron que las comandas habían salido «bien». O sea, nos dieron a entender que les estábamos mintiendo como para pagar de menos. Un desastre.
Malvon, me rompiste el corazón. No creo volver.

Qué difícil reseñar Malvón. Es bastante una lotería, he comido muy bien y bastante mal. Receurdo una vez que pedí entraña y estaba muy bien, pero también he pedido algunas tartas que no resultaron. Las limonadas y jarras están bien.
Tienen menú al mediodía.
La pastelería se ve muy bien pero nunca la probé, siempre fui al mediodía o a la tardecita y nunca pude probarla. Pero la verdad es que dejé de elegirlo porque nunca sabía si iba a comer bien o mal.

Malvón es un clásico…
Siempre te saca de alguna merienda de apuro que organizaste con alguna amiga.
Sus menues de merienda, brunch y sándwiches son algo raros a mi gusto pero tienen muchas cosas ricas.
El brunch incluye huevos revueltos (la porción es pequeña pero está bien), un scon con queso untable y salmón y un pancake con frutos rojos. Para tomar podes elegir limonada o café.
La relación precio/​calidad en ciertos platos está bien y en otras me parece un poco caro.
La atención depende mucho del día/​la moza, he teñido experiencias de atención muy malas y otras normales.
La pastelería y panadería es muy rico todo!

Hacía mucho que quería comer ahí porque es uno de los lugares más recomendados de la zona, y la vez que intenté hace unos meses explotaba de gente, un viernes por la tarde.
El lugar es una casa vieja decorada con muebles antiguos todos distintos, patio con plantitas y todo. Lindo.
Fui a desayunar y al entrar hay olor a comida, pero no a desayuno, sino a cena del día anterior o frito, que es algo que por la mañana a muchos nos cae medio mal.
Tienen muchas opciones de desayuno y cafetería, yo me pedí el NY Classic que viene con un english muffin con queso crema, manteca de frambuesa y dulce, un scon y un muffin dulce. Se agrega una infusión que en mi caso fue café con leche que vino con un dibujito adorable.
La comida no me convenció, el scon era medio seco y parecía calentado en microondas, el muffin de pera no me tenía con mucho gusto a pera y también un poco seco, lo otro correcto.
Me compre un muffin de chocolate para comer en casa luego.
Loa precios me parecieron razonables, y planeo darle alguna otra oportunidad porque no me pareció malo pero esperaba un poco más.

Fui con unas amigas a almorzar el otro día. Al ser sábado, no toman reservas, pero por suerte no tuvimos que esperar casi nada por una mesa en el ¿zaguán? de la entrada.
Yo pedí un sandwich de pastrón, dos amigas pidieron uno vegetariano que tenía portobellos y berenjenas (creo), y otra se pidió un sandwich de pollo. Las cuatro los acompañamos con papas rotas y dos jarras de limonada.
La atención dejó mucho que desear, te atendían como si te estuvieran haciendo un favor; y la comida tardó fácil 45 minutos en llegar.
Mi sandwich de pastrón tenía un pan muy rico, tostado y crocante, pero vino con un ¿pastrón? todo desmenuzado y bastante escaso. Tan escaso que me puse el relleno (que, encima, al estar todo desmenuzado, se caía por todos lados cuando lo querías comer) de las dos mitades en una, como para hacer algo más «sustancioso». Estaba bien, normal, nada del otro mundo, e incómodo para comer.
Los sandwiches vegetarianos de mis amigas tuvieron buena repercusión, tenían cebolla caramelizada y un pan con algarroba, que les daba una mezcla dulce y salada interesante.
La que mejor se la llevó fue mi amiga que se pidió el sandwich de pollo, que no solo era enorme, sino que además venía con un pan con queso buenísimo. El pollo frito era de un tamaño bien contundente, y venía con lechuga, tomate y cebollas caramelizadas. Todas probamos un poco y dijimos «tendríamos que haber pedido esto».
De postre, compartimos una porción de carrot cake (muy rica) y otra de pecan pie (era una bomba demasiado dulce, para mí).
El lugar es divino, claro, y ya he ido un par de veces antes a merendar, pero siempre me parece que se queda a mitad de camino, si no es por la comida, es por la atención.

Malvón es un localcito súper lindo y quaint en el Paseo Aguirre, en Villa Crespo. Habré pasado por ahí incontables veces y nunca lo identifiqué como Malvón, quizás porque no vi que tuvieran el nombre prominentemente presente en la fachada, aunque sí se puede apreciar en las ventanas (hay poco contraste por la cantidad de gente, luz y demás) y en el menú que está junto a la puerta.
Fui para aprovechar la limonada con vodka de los 31 días de Unilocal,y pasé al local a buscar dónde sentarme. Justo vi a Lorna y me quedé en su mesa, y después afortunadamente se nos sumó Laura. Hasta donde entendí, las tres tuvimos que explicar el tema de Unilocal,y aunque lo que nos trajeron definitivamente no era una limonada, estuvo bien. Pedí una porción de torta de chocolate para que compartamos (me daba cosa sentarme ahí a tomar lo que me dieron sin comprar nada), que estuvo buena. La masa es finita y tipo pie, y el relleno es un mousse de chocolate, cubierto por una capa de chocolate negro con decoraciones en blanco. Muy rica, aunque de tamaño mediano y a $ 65.
Se nos acercó la manager del lugar a explicarnos que estaban acomodándose con el tema de Unilocal todavía, y que por eso las meseras no entendían bien qué hacer con nosotras. De todos modos el trato fue cordial y el servicio en mi caso fue rápido.
Malvón me queda súper cerca de casa y está bueno saber que hay un lugar tan lindo para pasar una tarde, aunque hay que pedir comida estratégicamente porque sino puede resultar caro o quedarse uno con hambre. Da para volver a visitar.

Es una mezcla entre bar-​dulcería-​resto que puedes encontrar caminando por los Outlet de Villa Crespo, los vine a conocer gracias los 31 días de Unilocal.
Si bien al principio no tenían mucha idea de que era Unilocal,enseguida se pusieron al tanto, me prepararon un Aperol muy bueno, me encanto como sabia.
Luego con la copa gigantesca servida me di una vuelta por el lugar, es una antigua casona reconvertida, con un patio muy cuidado con sillas y mesas muy cómodas, también unas salas interiores algo pequeñas para la cantidad de personas que habían sentadas y una terraza exterior… El lugar estaba bastante lleno, pero era como un día lluvioso, afuera en el patio aún quedaba lugar, me senté en una mesa y sillas decorada con pedazos de azulejo que me encanto.
Lo único malo que me pareció ver es que se llena mucho y había fila para entrar, así que si quieren ir, deben tener eso en cuenta… Volveré

Conocí a Malvón el día 26 de los #31DíasDeYelp y fue GRANDE la decepción, si me conoces sabrás que en privado me quejo bastante pero en reseñas suelo ser un poco mas benevolente, y trato de ponerme en el lugar del otro… pero…
19 hs de un Sábado lluvioso, me siento dentro en un salón con ventanas abiertas que invitaban a que el frió, la humedad, y la lluvia que entraba por el viento compartan la mesa con nosotros.
Con el check in te tendrían que dar una Linonada con Vodka, resulta que llego un Aperol Spritz con hielo y agua (en lugar de vino blanco y soda) apenas lo ponen en la mesa, preguntan si voy a pedir algo más, digo que por el momento no, y me dice de mala manera que hay que consumir algo, digo que no es así el arreglo, va a averiguar al gerente y aún estoy esperando la respuesta.
1 — A las 19 hs, ya pasaron por el local muchas personas de Unilocal para hacer uso de la promoción que los dueños /​gerentes del local armaron, por lo que desconocer la APP y el beneficio carece de toda lógica.
2 — Como camarero que me atiendas mal, me mires con odio y despectivamente, no esta nada bien… te perdiste la propina que siempre dejamos todos los UnilocalERS cuando vamos por un beneficio y la posibilidad que consumamos algo mas.
3 — A los responsables de un lugar, NO ARMEN PROMOCIONES si no las piensan cumplir, honrar, respetar, o comunicar a sus empleados.
4 — No me importa el cambio de trago, solo el desprecio y mala atención.
El lugar me dio la sensación de estar como un resto, bar, jardín, almacén… no puedo ser objetivo por culpa de lo anterior, así que la segunda critica es a los equipos de extracción de la cocina que son escasos, ya que estando casi sentados fuera el olor que salia era demasiado fuerte e invasivo.
La atención buena hasta que dijimos la palabra « Unilocal» después de ahí desagradable.
¿Volvería? ayer dije que soy cabeza dura, pero en este caso la respuesta es NO, tal vez cuando pase un tiempo prudencial me olvide de esta situación y les de una segunda oportunidad.

Conoci Malvon gracias a los 31 dias de Unilocal y me encanto. El lugar es muy diferente a todo lo que lo conocia. Tiene unas mesas con unas sombrillas de Campari afuera, pero como llovia entre al local.
El local en si tiene varias partes separadas, como un patio detras y un sector donde esta la barra donde se ve el alcohol y el lugar donde podes ver los productos dulces para pedir.
La decoracion es toda en madera, muy linda y con algunos detalles como por ejemplo un telefono antiguo.
Cuando llegue no estaban enterados de los 31 dias de Unilocal pero fueron muy amables, consultaron y nos trataron muy bien. Dieron un trago por cada check in y hasta a mi me gusto que no tomo alcohol ya que no estaba fuerte y tenia gusto a fruta.
Probe tambien una porcion de torta de chocolate que estaba muy rica, tenia una masa blanca creo que de vainilla abajo y todo el resto era de mousse de chocolate. Todas las porciones de torta costaban $ 65.
Ademas de cosas dulces tienen para comer, mientras estuve vi pasar unas hamburguesas que tenian muy buena pinta.
Es un muy lindo lugar para conocer y pasarla bien.

Visite Malvón en otras ocasiones pero todavía no había tenido la oportunidad de ir de noche.
Y la verdad que no estoy segura si fue por las luces o el clima pero me sorprendió.
Fuimos a cenar para celebrar el cumpleaños de mi suegra. Reservamos una mesa para siete en el hermoso patio que tienen, nos sentimos como en casa. La atención que recibimos fue excelente. En todo momento nuestro mozo estuvo super atento y eso que esa noche creo que era el único trabajando en el lugar. Probé el sandwich de pastrami que viene acompañado con papas rústicas y para tomar una limonada, must del lugar!
Sin dudas este Malvón tiene un encanto que lamentablemente la otra sucursal no pudo imitar. Asi que si tienen dudas eliján siempre la primera opción, lo clásico no pasa de moda.

Una pena.
Había dos veces a Malvón y tenía un grato recuerdo. Decidí volver. ¡Error! Ojo, pudo ser un mal día pero no salí nada contento.
La atención siempre fue mala pero tiene una propuesta interesante para varios momentos del día. Fui a desayunar y pedimos jarra de maracuyada ($ 100), más una cookie, un muffin y un roll de canela. Regular todo, excepto el roll que era realmente malo, muuuy seco.
Mucho tiempo de demora para pedir la cuenta y que la traigan. Tampoco funcionaba el wifi.
No sé, tal vez le dé una nueva oportunidad por las visitas anteriores, pero me desilusionó bastante.

Me encantó el lugar, simplemente es mágico, como estar la casa de una tía vieja con mucha mucha onda a la que amo ir a visitar.
Comimos muy bien, solo dos detalles: uno pedimos huevos con brioche y vino con pan de campo, pero los huevos estaban bien y el segundo, la granola no está a la altura de nada, le yogurt está bueno y las frutas que lo acompaña también pero la granola uff me decepcionó.
Todo lo demás muy bien.
El servicio bueno y rápido.
Es súper recomendable. Voy a volver!!!

Great place! We went for breakfast. My husband is a breakfast fanatic– loves his eggs in the morning and he says the scrambled eggs with pancetta here were among the best he’s ever had! Service was excellent too!

Malvon es un confiteria, hay dos sedes, la de villa crespo es una casona acondicionada. Tiene un jardincito y una decoracion vintage.
Particularamente este lugar es ideal para desayuno (hasta las 12hs) merienda (16 a 20:30hs) y claramente BRUNCH! (findes y feriados de 10 a 16:30hs)
Tiene varias opciones desde huevos revueltos, english muffin, panckakes, sandiwches de pastrami, bagel de salmon, ribbs, huevos benedictos, la pasteleria es increible.
Entiendo que tambien se puede cenar, pero aun lo testie.
No es muy barato, pero todo es super rico y abundante.
Siempre que fui tuve espera, pero por suerte se puede reservar por restorando.

Sé que Malvón es un clásica de Villa Crespo y me lo habían recomendado mucho, pero no fue una experiencia tan buena en mi caso. No estuvo horrible, eh! pero tampoco lo recomendaría, salvo por el lugar que es muy lindo.
Una casona antigua, llena de espacios con decoración bastante ecléctica (desde un playmóbil enorme a máquinas de escribir y planchas antiguas), y un patio muy copado. En cuanto a lo importante, que es lo que ofrecen, pedí una porción de carrot cake, que amo, y era muy grande pero muy llena de queso crema (demasiado casi como si fuera más crema que queso) lo cual tapaba bastante el resto de los sabores. Lo acompañé con una limonada de menta y jengibre que, a decir verdad, daba lástima.
No sé si fui en un mal día o qué, y me gustó el lugar, así que le volvería a dar una chance, pero. lo de ayer no fue bueno :(
La atención muy bien, eso sí.

FLOJO, MUY FLOJO MALVÓN.
Sí, todo muy lindo. Un lugar amplio, onda una casona antigua bastante bien decorada que hace que éste sea un sitio bastante agradable, pero a estos lugares uno viene a desayunar o merendar como un campeón, y con esto no quiero decir que este negocio sea mezquino con sus porciones, todo lo contrario en este caso, pero sí me dio la sensación que los productos que ofrece –al menos los que yo probé– son medio pelo.
Pedí de esas meriendas ya armadas: Un café con leche que estaba bien, lo mismo unas tostadas con manteca y dulce, pero también debo decir que el budín no decía demasiado, que me trajeron un scón que no tenía gusto a nada y –lo peor de todo– una limonada de menta y jengibre –una especie de sensación (?) en lugares similares– que realmente parecía agua con colorante, carente de sabor.
En fin, Malvón es un lugar bonito en Villa Crespo, pero después de lo que me tocó probar –quizás también tuve un poco de mala suerte con lo que pedí– no me dan demasiadas ganas de volver, ya que me quedó esa sensación de que todo es medio insulso.

Great brunch, if you get one of the brunch specials then it’s a ton of food for your money.

Cozy little bakery. Great for lunch, coffee, or pastry snack. Plenty of room to setup your laptop or to spread out with the Sunday paper. French onion soup is a great treat on a cold day.