Mamma Shule

Es un tienda excelente de tortas, muffins, scones, palmeritas y masitas. Puedes encontrar tazas de café y te realmente originales. Todo fresquisimo y riquisimo. Las empanadas caseras son muy buenas. La atención de las chicas excelente! Siempre quedas bien si llevas algo de este local! No abren los domingos.

Coincido completamente con Olivia A. y su comentario anterior… el pain au chocolat de Mamma Shule es inigualable… ni siquiera el de «Le Ble» (que es muy rico) llega a tener el sabor de este pan chocolatoso que solíamos devorarnos con mis compañeras de trabajo y que hacía que nos quisiéramos comer 20 cada una!!.
El local es bastante pequeño, aunque tiene un par de mesas de estilo romanticón dónde es común ver a «señoras bien» tomando el desayuno o el té.
También tienen algunas tortas, cupcakes y galletitas… por ejemplo para Navidad cocinan el hombrecito de jengibre y se destacan por tener paquetitos armados súper decorados como para regalarse entre golosos.
Además hacen tortas para eventos especiales y tienen algunas cosas saladas como para comer al mediodía… pero visitar Mamma Shule tiene sólo un propósito principal: comer el pain au chocolat tibio como si fuera el último producto de pastelería que queda sobre la tierra. No te vas a arrepentir.

Este pequeño local tiene en mi opinión el mejor pain au chocolat. Hace un tiempo viajé a Montréal y me deleité con la pattiserie francesa y en particular me enamoré del pain au chocolat. Cuando volví a Buenos Aires busqué incansablemente uno que se le pareciera pero eran todos demasiado grasosos, hasta que me encontré con Mamma Shule. El pain au chocolat es delicioso. Lo malo es que hay que ir temprano porque se acaban rápido. Los vigilantes son riquísimos también. Lo genial de este lugar es que las facturas siempre están calentitas y se deshacen en la boca. Un par de veces probé las tortas y no son tan ricas. A mí no me gustan las palmeritas pero las compré una vez para una amiga que es fanática y le fascinaron. Si les gusta lo dulce este lugar es obligado. El local es pequeño, pero está muy bien decorado. Tiene una mixtura entre lo rococó y lo norteamericano. Nunca las probé, pero tiene cupcakes y la decoración del lugar apunta mucho a eso. Cuando llegan las distintas festividades siempre hacen galletitas que de algún modo las referencian, y suelen ser muy bonitas. Preparan galletas con decoraciones muy cuidadas, así que es ideal para los niños.
Tienen también comidas saladas, principalmente son comidas judías como varenikes.
Tiene unas poquitas mesas para sentarse y comer ahí, pero el espacio es muy reducido como para quedarse un rato. Es más bien para comer algo al paso y seguir o llevarse para comer en la casa.