Maral es un pequeño café ubicado en una esquinita, muy de paso, donde también se puede comer. Paso simple por la puerta, y en esta oportunidad tenia un hambre incontenible así que entré para desayunar y pedí un café con dos medialunas de jamón y queso($ 56), y la verdad que estaba bien. Salí satisfecha y muy bien atendida. las tres estrellas son porque al lugar le falta un poco de onda y los baños son de terror.