Mercado de San Nicolás

Si vivís por la zona estás acostumbrado a pagar precios ridículamente caros por verdura bastante mediocre y la verduleria de este mercado va a ser tu salvación.
La verdura es buena. Tienen un poco de todo, aunque nada demasiado rebuscado (si estás buscando mango o endivias, no estás en el lugar correcto) y el precio es realmente bueno.
Como lo bueno cuesta (?), tomate tu tiempo para ir porque siempre hay gente haciendo cola. La atención depende mucho de quién te atienda y va de mala a correcta.

En este mercado se pueden encontrar verduras, frutas, carnes, quesos, de todo!
Si tenes que hacer compras de comida es mil veces mejor en variedad y calidad que ir a un super y además está dividido en sectores, cada uno independiente de los otros.
De hecho, el funcionamiento y la distribución es bastante parecido al de una feria de barrio, solo que en este caso está todo dispuesto bajo techo.
Lo que más uso de este lugar es la verduleria. La fruta siempre esta impecable visualmente y de sabor tambien.

Este lugar me parece fantástico. Fue la primera vez que entré a un lugar que era con formato de galería para ropa pero en realidad eran todos puestos/​locales de alimentos.
Verdulerías, carnicerías, pescaderías, pollerías, fiambrerías. Y todo de buena calidad y a gran precio. Entras acá y te llevas todo lo que necesitas para llenar la heladera.
Mi preferido es la pollería que está entrando por el pasillo de la derrecha, unos tres locales a mano izquierda, donde el señor que atiende y su mujer que están ambos ahí, preparan ahí a la vista distintas cosas con pollo para meter directo al horno o a freír: milanesas de varios tamaños, de pechuga o muslo, patas de pollo rebozadas, patitas de pollo para nenes. También venden caritas de papa que son ideales si tenes hijos y son muy ricas.
Se compra y se paga por local. Todos los productos son realmente muy frescos, día a día llega el camión proveedor y realmente vale la pena comprar allí. Te sentís en los años ’30, ’40, cuando la gente compraba en lugares como el Mercado del Abasto.

Tener este mercado cerca de casa es la gloria. Me encanta hacer las compras en sus locales porque todo es más fresco y directo de sus productores. Es uno de los pocos mercados solidarios y cooperativos que quedan en la ciudad.
Una vez por semana, sí o sí, paso por la verdulería. Como se puede ver en la foto, la cola es realmente extensa si se va a eso de las 7 de la tarde cuando está por cerrar. Trato de pasar apenas salgo del trabajo pero la mayoría de las veces se complica. Las frutas y verduras están realmente más baratas que en las demás verdulerías del barrio. Además, en el mismo lugar compro el pescado fresco, los huevos de campo y pollo. También tienen dos carnicerías, un local de especias varias, dos almacenes y hasta un puesto de reparación de muebles. Los precios que manejan son muy buenos. Más teniendo en cuenta que está en una zona cara de la ciudad.
El lugar es muy limpio y todos los que atienden son amables. Tanto es así que el pescadero me pasa una receta original cada vez que voy.