Monina

Me encantó! Todo riquísimo y hecho en el momento. La limonada era excelente, y te la hacían a gusto del consumidor, mas menos dulce.
Excelente atención.
Un único detalle, hacía frío en el salón, comimos con la campera puesta.

Precioso Monina!
Pocas veces me pasa de entrar a un lugar y pensar: Qué tiernoo!
Vale la aclaración de que llegué en una tarde de lluvia, con hambre y frío. El mesero me ofreció un lugar para el paraguas y para colgar el piloto (no me di cuenta la importancia que tienen estas pequeñas cosas hasta que te suceden…). Me senté en un lugar al lado de la ventana, ya de por sí el lugar –aunque pequeño– rezuma calidez.
La carta es acotada y me parece excelente. Acá la palabra es BRUNCH. Siendo las 4 de la tarde la cocina estaba cerrada por lo cual pedí unos croissants rellenos con jamon y queso, un café con leche y un jugo de naranja (parte de unos combos que aparecen en una hojita de la carta, de la cual también podés pedir unos revueltos de huevo y panceta, todo muy casero.)
Me esperaba algo re común, pero me sorprendí. Me llegaron croissants caseros gente. CASEROS. Y el barman exprime los jugos a mano, así que es fresco %100.
Eso sumado a que pude pagar con débito, me pareció lo más de lo más.
Por lo que alcancé a pispear de los platos ajenos, y lo que leí después en el manifiesto del local, efectivamente cada plato es elaborado a mano. Así que bien por Monina, banco fuerte.
Ree volvería.

The menu is very extensive with lots of sandwiches, tartines, salads, and brunch. The service was very friendly and attentive. Not the place to go if you’re in a rush, but nice atmosphere. I had the chicken burger with Brie, caramelized onions, and sundried tomatoes. It came with a side salad and potato wedges. With a drink the bill came to about 100 pesos

Fui a este pequeño café básicamente porque tenía que hacer tiempo. Cumplió su cometido.
Tiene poquitas mesas y el ambiente es agradable, la atención, pese a lo chico que es, podría ser muchísimo mejor.
Pedimos café, un tostado y jugo de naranja. El café pasable, el tostado. cuyo precio es el mismo que en todos lados, esperábamos que sean los típicos cuatro triangulitos, sin emargo nos dieron un sándwich de jamón y queso en un pan un poquito más grande que el lactal, tostado. Era para compartir así que pese a que estuvo rico, fue una gran decepción. El jugo de naranja parecía fresco y estuvo bastante bien.
Cuando pedí la cuenta me di cuenta que el ticket fiscal había sido únicamente por el jugo de naranja, el resto me lo cobraron en un remito no válido como factura, cosa que obviamente me parece aberrante. Pero bueno, no tenía ganas de hacer escándalo ahí, en todo caso lo reportaré directamente a la AFIP.
Volvería únicamente si tengo que hacer tiempo nuevamente por la zona.

Monina es un lindísimo cafecito en una esquina de Nuñez. La decoración muy en colores claros y un ambiente tranquilo para sentarse a leer o a bajar ideas. Es silencioso pero con onda.
Fui a merendar una tarde y la propuesta es muy buena. Café o té con muchas cosas ricas para acompañar como tortas, cookies, budines, muffins, etc. Las opciones para compartir son una excelente propuesta.
Tiene mesitas afuera para disfrutar de la tarde o una mañana soleada.

Este simpático local de Nuñez, que quise reseñar cuando en Unilocal!eramos muy poquitos y recién ahora logro hacerlo, pareciera ser que tiene días muy buenos y otros… bueno, mejor no hablar de esos.
La primera vez que fui, llegué con mi laptop para laburar, saludé a las mozas, me senté, prendí la compu, me conecté al WiFi (para lo que tuve que pedir la clave a la encargada) mandé 2 mails y todo sin que me acerquen aunque sea la carta para ver las opciones. Entonces decidí que NO me iban a antender, y me fui.
Unos meses más tarde, por insistencia de mi vieja que labura a unas cuadras y me decía que el local era «buenísimo», fuimos a almorzar. Ese díà la cosa cambió, nos atendieron al toque y la ensalada que me pedí (atún, queso, almendras y hojas verdes) estaba muy rica realmente. El pan que nos trajeron estaba buenísimo y la pasta de, creo, calabaza para acompañar realmente también.
Hoy volví y pedí un sandwich de prosciutto (jamón crudo, bah), tomates secos, brie y rúcula que no era una cosa de locos pero estaba bien (aunque los tomates estaban un tanto «aceitosos»)
Me recomendaron si la cafetería y los brunchs, que parecen ser el fuerte del local.
Manejan tarjeta de crédito y, un detalle no menor, están medio en «zona escolar» por lo que de Lunes a Viernes las mesas se llenan de pibitos y pibitas, cosa que puede ser divertida o un garrón.

Lindo café en una esquina tranquila y arbolada. Mucha gente laburando y tomando café. La atención muy buena, opciones saludables y los precios guardan una excelente relación precio calidad

Buena opcion para desayunos, brunches y meriendas,
Monina es bar restaurante relativamente nuevo, con esperada atencion de las mozas, muy rica pasteleria y variadas opciones tanto para el desayuno como para el almuerzo.
La pasteleria es toda muy tentadora, el café es rico, y supongo que volvere a almorzar, porque los precios no son extremadamente caros, lo que es tentador.
Un desayuno de café con leche con tostadas, queso mermelada (o medialunas, o medialunas rellenas) con un jugo de naranja, por 50 pesos esta bastante bien
El brunch para dos (o tres dijo la moza, permitanme dudar), esta a mayo de 2014, 250 pesos, que no es barato, pero tiene salmon…
Aceptan tarjetas de credito

Monina es una nueva opción que se suma al barrio de Núñez. Abrió hace relativamente poco y ya empezó a ganarse el corazón de los vecinos del barrio. En una zona donde hay varias propuestas gastronómicas, pero que en su gran mayoría son más bien de estilo tradicional, hay varias parrillas y restaurantes clásicos sin demasiado glamour. En cambio este nuevo local se distingue del resto por ser una propuesta más moderna y con estilo.
Se los recomiendo que lo visiten algún sábado y prueben su menú de brunch. Mi elección sin dudarlo: Huevos Benedict. Un plato que aunque es muy simple no es fácil de encontrar en todos lados. Vienen acompañados con salmón, papas y ensalada. Para los más golosos una buena opción son los waffles con frutas.
Otro buen momento para visitar Monina es durante la hora del té, ya que podrán degustar de una muy buena repostería. Hacen un exquisito cheesecake de oreo, que es para aplaudirlos de pie.
Durante los mediodías ofrecen un menú ejecutivo que aunque no es demasiado accesible, a veces merece la pena darse un gusto y salir del rutinario sándwich.