Normando

Normando es EL lugar cuando estás antojado de algo dulce y queres almacenar para vos y agasajar a tus visitas con bombones y/​o chocolates
Su estructura antigua, las personas mayores que cálidamemte te atienden te da ganas de quedarte por horas en esa pequeña esquina llena de galletitas en lata, bombones importados, del sur, cajas de alfajores, fideos de Italia y un sector especializado en licores, vinos, champagne.
Te recomiendo los bombones rellenos de whisky y los de cereza al cognac.
Hay varias promociones para que no te lleves uno solo, es para ir y comprar, comprar y comprar en cajas.

Hace poco recibí gente de afuera y se volvieron locos con los alfajores Cachafaz. Querían llevarse unos cuantos de regalo y para tener y me preguntaron dónde podían conseguir cajas a buen precio. De casualidad pasamos por Normando y les fascinó: había de todo. Pudieron comprar varias cajas, hasta consiguieron una que tenía mitad de chocolate blanco y mitad negro. El precio realmente hacía una diferencia: te terminaba saliendo $ 10,75 cada alfajor, cuando en un kiosco open 25 estaban a $ 15.
Había también varias cosas más y miles de golosinas que venden tanto en mayorista como minorista. Y hasta cuentan con un espacio donde ofrecen distintos tipos de alcohol a precios bastante decentes.
La atención fue muy buena: enseguida nos atendieron y, aunque había gente, casi no tuvimos que esperar para que nos cobraran.
Otra cosa positiva es que aceptan tarjeta, algo no tan frecuente en este tipo de lugares.

Normando es el paraíso de los fanáticos de los dulces (como yo). Cada vez que voy a danza tengo que pasar por la esquina, y es increíble lo mucho que me tienta la vidriera.
Se trata de una bombonería («fundada en 1945» asegura el cartel de la entrada) que realiza ventas al por menor y al por mayor. Todos los chocolates, alfajores y afines que se te ocurran, van a estar ahí. Incluso muchos bombones y chocolates importados (los europeos son carísimos).
También venden una enorme cantidad de vinos y otras bebidas alcohólicas. El local es bastante grande pero está tan repleto de mercadería (al igual que la vidriera) que es imposible visualizar el color de las paredes.