Ohlala

OH LA LA está muy bien ubicado en esquina Azcuenaga y Paraguay, a 50 mts. del Htal. de Clínicas, y a 1 cuadra de Av Córdoba.
Para mí es el mejor lugar de esta micro zona para tomar un café, desayuno, merendar o almorzar. Digo mejor lugar y me refiero a su hermoso espacio, amplio, con mesas y sillas (tapizadas) de madera en color crema degastado, tipo vintage, con pisos de madera entarugados, techo blanco y paredes en azul cobalto.
La iluminación, ademas de la luz natural que entra por sus grandes ventanales, tiene sectores con dicroicas empotradas, y otras con lámparas pendientes sobre una gran mesa comunitaria.
También está el sector de sillones, al tono, con su mesa ratona.
Todo es comodidad y buen gusto.
Tienen aire acondicionado mediante split, una gran TV y wifi.
La atención es buena, normal.
El café es de La bolsa de café, rico; lo sirven con un petit four y vasito de soda.

Ubicado en el medio de todos los lugares claves para la medicina, lleno de médicos, odontólogos, enfermeros, ambos por todos lados. Hasta hay platos en la carta con el nombre de médicos asiduos.
El ambiente es el de una tipica cafeteria, el salon es grande con un televisor gigantesco, esta dividido, una zona con cubiertos y la otra sin, como para sentarse a tomar un café.
Fui a almorzar, para ir picando me trajeron unos panes riquísimos y unas salchichitas, me volví loca, todo super rico.
Después pedi unas empanadas «chinas» rellenas de salmón, queso crema y roquefort o algo así. Me trajeron un platazo gigante, no me acuerdo cuantas empanaditas traia pero la porción era claramente para compartir. Estaban muy ricas, pero bueno, me ganaron, no me lo terminé.
Sin duda volveria a merendar, pero acompañada, porque las porciones son gigantes, si tenemos en cuenta esto, los precios son razonables, cobran servicio de mesa pero lo vale y aceptan todas las tarjetas. Bajo una estrella porque la atención, si bien estuvo correcta, se demoro un poquito, y la mesa en la que me senté estaba super pegada a la puerta, con gente entrando y saliendo se volvió bastante incomodo.

La merienda «oh la la» es una bestialidad. Es para que tres o cuatro personas coman. Agregando las otras infusiones obviamente.
Pero porción de torta, cuatro triángulos de tostado, tres medialunas, tostadas, jugo de naranja. Bestial. Y precio lógico.
Es recomendable pedir eso.

Esta Cafetería/​Restaurante está ubicado en un punto estratégico, cerca de el hospital de clínicas, del CDU (Centro de urología), al lado del sanatorio Otamendi, y muchas cosas más. Yo creo que se nutren principalmente de gente que trabaja por la zona y clientes eventuales que son conocidos de gente que está internada.
El lugar es IDEAL para comer tostados. El de jamón, queso y tomate es LA GLORIA. Si te gustan los tostados puede ir 20 pts para un almuerzo… incluso me atrevo a decir que o bien vas con mucha hambre, o lo compartis, porque es demasiado grande.
El lugar tiene un ambiente tranquilo que resulta ideal para ponerse a trabajar con la PC o bien a informarse de las últimas noticias con el diario del día.
Lo que si, ojo con los precios, yo creo que por su ubicación y famosos costados se aprovechan y cobran de más. Los precios son un poco más caros de lo que deberían. Pero de todas maneras creo que alguna vez en la vida hay que pasar por acá a comerse un rico tostado!

Entre varios centros de salud que copan esa zona de Barrio Norte está la cafetería OHLALÁ.
Si sos fanático de los tostados, es parada obligada. Dicen que está el mejor de todo Buenos Aires, y yo coincido.
Es un café-​restó moderno que se encuentra en la esquina del famoso sanatorio Otamendi.
IDEAL para llevar tu notebook y pasarte un largo rato ahí. Tiene wifi. Si vas acompañado y no vas a prescindir de la idea de la computadora, para los otros, hay diarios y revistas.
El café es bueno y el jugo de naranja también. En mi opinión es un muy buen lugar para comer sándwiches. Los árabes de jamón, queso y tomate son riquísimos. Las porciones son abundantes y algunas para compartir. Las medialunas tanto de manteca como de grasa son muy sabrosas.
La atención aparentemente varía dependiendo el día de la semana, el clima o el alineamiento de los planetas o algo por el estilo. Un día te atienden bárbaro y otro bastante mal. Es cuestión de repetirles todo el tiempo que estás sentado en el lugar porque se olvidan de la cuenta o a veces demoran mucho en traerte el pedido.
A pesar de eso, las mozas se disculpan y continúan su labor.
Si vas a Medicus, al IADT, al Otamendi o algún lugar cercano date una vuelta por Ohlalá y probá estos platos, no te vas a arrepentir. Eso sí, la cuenta es un poco más cara que en otros lugares, pero de la zona (hasta ahora) es lo mejorcito que encontré.