Me resulta increíble que nadie haya reseñado esta tradicional panadería del barrio de Monte Castro. Todo lo que tiene es riquísimo y de primera calidad. La hicieron bien, porque a lo tradicional le sumaron lo moderno y te vuela la peluca con su variedad de sandwichs de miga(cantimpalo y queso, césar con pollo, etc), con sus panes, sus facturas, sus bombones y sobre todo con sus tortas, en tamaño grande o individual. La pastelería no tiene nada que envidiarle a los locales de Palermo. Tienen muchísimos productos(incluyendo comidas elaboradas, prepizzas, budines) y todos son sobresalientes. Lo mejor es que los precios son mucho mejores que en locales de tortas boutique con la misma(o mejor) calidad. Aceptan débito, crédito y la atención es muy buena. La calidad de un local a la moda con la calidez de un boliche de barrio. No exagero.