Parnasse

Lindo lugar. Muy chico pero se nota que le ponen ganas y tienen vocacion por el servicio. Fuimos a merendar y pedimos café, limonada, cheesecake y un scon de queso. Todo muy rico sobre todo el café y la limonada que resultaron muy sabrosos.
Seguro fue la hora pero me decepciono que la unica torta que habia era el cheesecake. Al margen la torra estuvo muy buena y habia mucha variedad de tarteletas.
Por ultimo, el gato. Es muy lindo, no se si deberia estar por ahi o como afecta a los alergicos, pero es un gato muy lindo, bueno y sobre todo tranquilo. Asi que no hay que preocuparse de que se suba a la mesa

What a special place. Stayed in BsAs for 4 days and just wished I had found this spot before my last day. Coffee is great; food delicious (and rather original– had a tomato bread sandwich with mozzarella, arugula, and tomato), and the service was wonderful. There is also an adorable cat who seems to run the place. Highly recommend. Simple and special gem of Recoleta.

Unilocal funciona! Ayer a la mañana tenía que desayunar y estaba dando vueltas por la zona de facultad de medicina haciendo unos trámites. Eran las 10am y con el estómago vacío estaba a punto de entrar a un cafetín de morondanga cuando de repente pensé: «momento! ahora tengo Unilocal, en dos segundos puedo saber dónde está el mejor desayuno de la zona». Dicho y hecho, la app no dudó: «Parnasse» quedaba a sólo tres cuadras de distancia y las reseñas estallaban de satisfacción.
Se los resumo en una palabra: acogedor (epa… qué palabrita). En Parnasse todo se trata acerca de los detalles: linda ambientación, minimalismo, buena pastelería y servicio. En menos de 10 minutos tenía mi café con leche y dos scones dulces con pasas (riquísimos).
De repente apareció él, si, el rey de Parnasse: el gato Rodolfo (el de las fotos), quise rascarle su cabecita pero no me dejó, quería dormir tranquilo sobre una alfombrita, un capo el gato, cero estrés.
Buen lugar para desayunar o merendar tranquilo. Thumbs up!

Hace unas semanas que estamos de mudanza y entre esperar al señor del piso, al pintor y al que trae la heladera aproveche para conocer el barrio y llegue a Parnasse: la típica casa de te girly, que, como ya leyeron en otras review es cat– friendly! Si! Adentro del local hay un gatito adorable (lo digo siendo team perros), pero ya voy a llegar a eso.
Parnasse es todo blanco: las paredes, las mesas, sillas, tazas y teteras. Todo es muy cute. La pastelería, tengo entendida, es casera y del día. La especialidad es la pastelería francesa: los mini éclair son muy ricos. También hacen budines, mini tortas (el mini rogelito es la gloria) y algún panini del día. Es limitado pero todo es bueno y fresco.
Sirven café Illy y, atención, te twinings!
Ahora bien, como les dije arriba: la estrella del local no es ni el estilo francés, ni el café, ni la comida, sino el anfitrión: Rodolfo, un gatito adorable que se pasa el día ente el patio interno del local y los sillones de adentro. Ahora bien, uno pensaría: que horror un gato dentro de un local de comida, pero no. El bicho esta sumamente bien educado y no se esta paseando arriba de las mesas ni en donde esta la comida.
Ojalá eventualmente se pueda hacer lo mismo pero con las mascotas, no?
En fin, bellísimo lugar. Recomendado.

Amo. Es mi lugar preferido del barrio.
Sirve para estudiar, para curarte la resaca, para merendar con tu tía, para almorzar rápido. Para todo.
Ellas hacen todo: las masas de las tartas, la pastelería, los panes para los sángüiches, todo.
Usan café Illy en cápsulas y eso hace que siempre sea igual de rico, perfecto. También tienen una selección muy buena de tés.
El lugar es lindo, moderno, limpio. Tiene un gato precioso que se llama Rodolfo, que te hace compañía mientras leés el diario.
Lo atiende su propia dueña, acompañada de dos camareras siempre simpáticas.
Ponen música tranquila, que permite charlar o concentrarse en el estudio o la lectura.
Además, hay un patio, al fondo, en el que se puede fumar. Y hay plantas, ¡en Recoleta!
Es precioso.
Quisiera que volviera a abrir los fines de semana, eso sí.

Un día fui a tomar algo y la verdad es que atienden bien y las cosas son ricas. Lamentablemente tuve que ime rápido porque me costaba respirar y terminé en la guardia… Al día siguiente pasé por el lugar vi que había un gato adentro :/
Además de ser muy alérgica (como mucha gente lo es) me parece lo más antihigiénico del mundo sentarme a tomar algo al lado de un gato que anda por el salón, se acuesta en el sillón donde se sienta la gente y pase por los mostradores y lugares donde hay alimentos.
Me sorprende que tanta gente reseñe como dato curioso lo del gato… es más, el local debería tener un cartel grande en la puerta que explique esta situación a los clientes, porque su presencia puede afectar seriamente a personas alérgicas entre las cuales me incluyo y a personas a las que no les gustaría encontrarse con un pelo de animal en la comida.
Una cosa es tener un gato como mascota en un lugar de venta de libros o de otro rubro, pero en un establecimiento gastronómico, no way… ¿Será acorde a las leyes de higiene?

Parnesse es un coffee muy sencillo y tranquilo. La ambientación está dedicada a los gatos, la dueña es fan. En el baño hay hasta un cómic sobre gatitos. El café que sirven es riquísimo y la atención es muy amable. Es ideal para leer, estudiar, trabajar. Está buenísimo para ir solo y despejarse.
Tienen un gatito que siempre está dando vuelta en el lugar. Se llama Rodolfo, se te tira arriba del tapado a dormir.

Todo en esta cafetería está pensado: los muebles, la decoración, la presentación de los productos, la pastelería, el café, la música. Se escucha decir a (la que supongo es) dueña del local «todo lo que elijo es de calidad» y si, efectivamente es todo de calidad, y si te gustan los gatos acá te volvés loco: cuadros de gatos, gatos en las paredes, y el gatito de la cafetería, Rodolfo, dando vueltas, mimando a todo el que le ofrece un lugar en el regazo. Café de calidad, Illy, pastelería que parece casera, una cheesecake riquísima, ambiente casi parisino, casi italiano. Encontré mi lugar para leer o venir con amigas. Parnasse promete.

Un lugarcito divino escondido en plena recoleta, café illy delicioso muy bien hecho, patiseri rica
Pedimos un scon tradicional y un mini éclair de chocolate, todo rico y en porciones acordes para engañar la panza sin irse de mambo y llenarse antes de la cena!
Ganas de volver a seguir probando las cositas ricas del aparador

Un hermoso y pequeño lugar en plena Recoleta. La estetica y la ambientación buscan recrear el típico café moderno francés y a decir verdad lo logran bastante bien. La comida es muy buena y variada, las porciones son las justas y necesarias para quedar satisfecho. La parte dulce es excelente y por ende el lugar es ideal para pasarse a tomar un rico café con alguno de sus scons, tortas, brownies, croissants, medialunas, budines, etc. Impecable la atención, otro de nuestros preferidos con mi novia, y el detalle final es el simpatico y dormilón Rodolfo. Si, el gato de la dueña que cuando esta dentro del local se la pasa buscando que los comensales jueguen con él o durmiendo en sus cercanías. El patio es hermoso y amplio, dándole varias mesas más al lugar. Otro imperdible. Precios de moderados a altos.

Está clarísimo que la dueña tiene una obsesión gatuna. Dibujos, fotos, contornos de gatos por todos lados, en los estantes esquineros, en el techo, escondidos entre los objetos del mostrador, en el baño, y como si fuera poco, uno de verdad. O sea, si sos fóbico o tenes alergia se te complica, pero por lo menos la bola de pelos es tranquila, está echada panza arriba hace rato.
La música es una una mescolanza de música francesa, baladas deprimentes y canciones antiguas en inglés estilo Mary Poppins. Si no te gusta no molesta, el volumen está en la linea de lo apenas perceptible. El ambiente es en si mismo sedante, blanco puro, luces cálidas, decoración con una pincelada parisina y lindos detalles, un pequeño cactus en cada mesa, jaulitas de canarios en las paredes, y un patio cerrado al fondo. A pesar de que no entra mucha luz natural, se las arreglaron para lograr un espacio armonioso en que da gusto estar incluso los días en los que estas al acecho de un rincón en la vereda. Hay wifi y enchufe en cada mesa.
La inspiración francesa se nota principalmente en su carta, y se materializa en la vidriera, con un muestrario típico de patisserie. Scons tradicionales, chicos pero vienen en trío, scons con pasas mas grandes y mas dulces y de queso con hierbas. Yo me pedí el de pasas, con desconfianza porque detesto las pasas, pero increíblemente resulto delicioso. Hay eclairs, brioches con crema pastelera, sándwich con pan de tomate y olivas, mini tarteletas dulces entre las cuales resalta el cheesecake, croissants a secas o con jamón y queso, brownies, rogeles y muffins. Para acompañar, café Illy. Lamentablemente, por más rico que sea todo, los tamaños son literal para dos bocados. Acá es donde el precio que en la carta parece justo, queda incoherente.