Perchento

Es difícil escribir sobre Perchento: algunas amigas tuvieron experiencias buenísimas, descubrieron un zapato barato y original que les duró muchos años; otras se compraron un par que no duró ni medio año y no vuelven ni locas.
En este pequeño pero atestado local de avenida Cabildo hay muchos modelos de moda. Y baratos. Muy baratos. La mayoría suele estar a la vista, hay tantos que muchos están en el piso y no sobre estanterías. Si sos de las personas para las que la presentación es muy importante, Perchento no es EL lugar. Acá tenés que lograr observar cada zapato de forma independiente del contexto. No tenés que dejar que la masa de zapatos te nuble la percepción.
Hace poco volví a Perchento. Unos años atrás había comprado unos zapatitos muy muy baratos y lindos que duraron un año porque la suela se perforó. Sí, exactamente lo que dije. Como me parecía que eso no estaba bien, dejé de ir. Unos días atrás recorrí Cabildo en búsqueda de otro par porque lo necesitaba de verdad y me quedé azorada con los precios de los zapatos. Un poco indignada volví a Perchento y después de darle muchas vueltas mentales al tema me compré por $ 450 unos zapatos negros, cortos y acharolados divinos que rezo para que duren.
¡Dentro de unos meses les cuento cómo resultó esta compra!

Este diminuto local, se encuentra a unos metros de Cabildo y Virrey del Pino. La vidriera es muy chica, y suele haber muchos pares de zapatos en un espacio muy pequeño. Cuando entras, bajas una escalera angosta y esperas que te atiendan. Siempre hay demora. ¿La razón? Los zapatos son tan baratos que siempre hay mucha gente comprando, además la cantidad de gente que atiende es poca para el caudal de clientes y el salón muy pequeño. Sólo hay que concentrarse en los zapatos, porque ni un cuadrito tiene colgado el local, es la nada misma, la simpleza en su máxima expresión.
Los zapatos, medio pelo, ó un cuarto. Compré un par de sandalias, y a una se le despegó la suela a los dos días. Se la llevé para que la peguen, y tardaron una semana en hacerlo, y cuando me las devolvieron al tiempo se volvieron a despegar. Las llevé a un zapatero, y problema solucionado en dos días. Después me regalaron unas chatitas de ahí y al tiempo se les descosió el borde de atrás. Saco mis propias conclusiones.
Cuestión, si bien es un local barato, la calidad es muy baja, y duran muy poco. Sirve para sacarte de apuro cuando necesitas algo urgente y no podes comprar algo mejor, pero no lo recomiendo si podes elegir.

Perchento es una gran opción cuando querés comprar zapatos baratos, lo cual no es muy común de encontrar. Tiene dos locales sobre la avenida Cabildo y los dos son igual de chiquitos. A pesar de su tamaño, tienen bastante variedad de modelos y colores (no todos son de mi agrado, pero hay cosas lindas).
La calidad de los zapatos no es la mejor, pero el par que tengo nunca se rompió. Obviamente no se le puede exigir la mejor calidad a un precio tan barato. Suelen tener versiones de los modelos de moda y también zapatos más clásicos. Para todos los gustos y a buen precio, es una excelente combinación.

Este lugar no es para ir con pretensiones: no es el paraíso de la calidad ni de modelos súper originales. Voy a Perchento cuando no quiero gastar mucha plata pero tengo ganas de zapatos nuevos, algo que se banque esa temporada. El local es diminuto, casi en la esquina de Cabildo y Virrey del Pino. Dos vidrieras a la entrada y unos escalones hacia abajo está el pequeño espacio para probarse, pero también ahí tienen los pares de oferta de otras temporadas o números sueltos.
Esta zapatería funciona para calzados simples como sandalias chatitas, mocasines o plataformas clásicas, y siempre tienen los modelos en muchos colores estridentes. Los zapatos suelen estar a buen precio y en las liquidaciones bajan aún más, pero es más complicado conseguir color y talle porque vuelan.
Te atienden bien, bajan al sótano a buscar modelos las veces que sea necesario y a pesar de que el espacio escasea, se las arreglan bien para que esté ordenado. La mala: solo aceptan efectivo. No busques zapatos para una fiesta super importante ni algo arreglado para ir a trabajar, pero si querés renovar un calzado de fin de semana o informal, adelante, el bolsillo agradece.