Pikito

Pikito es un bodegón de Villa del Parque que tiene mas años que la injusticia.
Tiene una carta extensísima de cosas que todas pintan bien y tienen sabor demasiado parecido.
Las ventajas son varias por ejemplo las porciones son para compartir, tienen bebida de litro y medio (incluso light), línea Cola y casi todo sale con papas. Sumado a que es bastante mas barato que cualquier otro restaurante.
La desventaja es que se parece mas al restaurant la angioplastia de Capusotto donde fritan todo y terminás con el aroma del restaurante puesto para llevar.
Rescato que tiene buenas pastas y muy buena carne. Y si no tienen ganas de prepara un bife o llenar de olor preparando una zarpada milanesa, pikito es el lugar para ir. Todo desborda de todo.
No es para todos los días, tampoco es light pero es comida que satisface a todos con platos tradicionales porteños. Ensalada rusa con matamble, vitel thoné. arroz con calamares, peceto con algo, parrillada y postres.
Está siempre lleno de gente pese a todo lo anterior sigue siendo bueno.

Uno de los restaurantes más viejos de Villa del Parque, en sus comienzos con una gran variedad y un excelente precio, comida rica y casera para llevar. Todo esto lo fue perdiendo con el tiempo.
La atención hoy en día es bastante mala, la ambientación del lugar deja mucho que desear, con aspecto sucio.
La comida no es terrible, pero tampoco es buena y los precios no concuerdan en relación a la calidad que brindan.
Luego de haber ido hace años y teniendo una buena idea del lugar, me llevé una gran descepción al volver.
Esta última vez pedí parrillada para 2 personas.
No era abundante y la carne era dura y muy seca.
Gastamos muchísimo más que en otros lugares donde comimos mejor por menor precio.
Una lástima, ya que no solo quedé mal en recomendar el lugar para ir, sino que todos mis recuerdos de ir con mi familia cuando era más chico se desvanecieron (bueno, muy trágico).
No voy a volver.

Mezcla de bodegon, cantina y restoran de club, bien de barrio. Si tenes ganas de comer en serio, ponete lo que quieras y anda derecho sin mas vueltas.
Ambientacion? La conversación de la mesa de al lado. Decoración? Una copa con escarbadientes. Si queres ver algo lindo, pedite una milanesa y ponete a llorar. No tiene sentido mayor analisis que ese. Es para ir a comer milanesas con fritas rejilla a morir, contemplar el plato medio lleno todavia y pedir el paquetito para el almuerzo de mañana. Si vas a eso, le das cinco estrellas porque es un lujo para tal fin.
Postres tipicos de este estilo de lugares: flan, copas de helado, lo logico. Analizar la oferta de vinos de un lugar asi es malgastar las teclas (y la vida).
No aceptan tarjetas de credito a la fecha.

Mucho que desear. La primera vez que fui no me gusto pero le volvi a dar una oportunidad. La carne muy grasosa, eso si las papas estaban muy buenas!
El lugar, muy en el tiempo, diria que horrible…
Las 2 veces que fui comi parrilla pero hay minutas y otras opciones.
No volveria y por unas cuadras mas (y unos pesitos mas) hay mejores opciones como La Segunda. Ojo, tampoco es barato!!!

Quedado en el tiempo pero vale la pena.
No necesitas gran atuendo, solo ganas de comer para ir a este lugar. Esta lo bastante escondido, en una calle que pega con la vía. Es de esos lugares a los que llegas por recomendación o mera casualidad.
La carta está bien si tenes hambre, en lo que es pasta mi última elección fueron ñoquis con salsa mixta. Lo bueno la cantidad, son de papa la salsa blanca es autentica y no deshidratada. Lo malo es que no los pasan por el tenedor asi que no quedan livianitos y con esa forma simpática.
Quien me acompaño pidió milanesa a caballo con papas fritas, no pudo terminar las fritas que dicho sea de paso estaban muy ricas (siempre uno picotea del plato del otro) jajaja.
Postres había varias opciones, yo por lo menos no opte por ninguno ya que no pude terminar el plato. Hay vinos blancos y tintos, algún champagne bien.
No pidas lujos pero que vas a comer como un rey de seguro. Podes elegirlo para almorzar o para la cena.