Post Street Bar

Hermoso bar con una de las mejores terrazas hippie con osde de buenos aires. Una vez pedí un old fashioned y me trajeron una medida de whisky nacional en un vaso de plástico de esos angostos con un poco de jugo de naranja.
O sea, no pidan tragos elaborados.
Stick to cerveza y fernet y van a estar bien.
Tienen pantalla gigante para ver partidos importantes y buenas promo temprano para after. Comida básica de picadas y pizzas.
Pero bueno, la terraza es hermosa.

Post Street Bar was a big surprise to me. The three times I’ve been to Buenos Aires I always planned to go to a street art gallery called Hollywood in Cambodia, but always forgot to. So, this last time I was looking for a cool bar to drink and eat near the apartment that I rented in Palermo. Looking up online I found Post Street Bar and decided to give it a try. Getting there, I instantly realized that the bar and the gallery were in the same place!
The first floor of the bar is a big room with its walls totally covered with graffiti, stencils and stickers. I don’t know why, but there was nobody in this room. When I got to the back of the house, I realized that it was where the gallery was. There were many beautiful posters, frames and colors.
As the first floor was empty, I headed to the terrace, where they were serving people. I was impressed. The place looked amazing: it’s large, you can see the sky from there and check out two big walls (of the neighboring buildings) covered up with really big graffitis.
I was so amazed that I forgot that I went there to drink and eat. And it was great. They have a very good homemade pizza (which is free on Thursdays), cold beer, free popcorn — and everything is very cheap!
So, if you are tired of the fancy places of Palermo and enjoy street art and underground culture, Post Street Bar is your place!

primero tengo que decir que me pasó algo loquísimo: la casa en la que pusieron el bar era donde vivía una de mis mejores amigas de la primaria. me dio mucha impresión entrar por el garage en el que el padre de julieta dejaba el taxi. subir por la escalera a la terraza en la que pasábamos tardes enteras en la pelopincho.
todo el resto: MEH. abajo había un salón enorme vacío. por falta de aire acondicionado. la vereda y la terraza, en cambio tenían bastantes mesas ocupadas. la música brillaba por su ausencia arriba. la atención bien, entendiblemente, un poco lenta.
habíamos elegido este bar por la terraza y porque supuestamente era barato. o se subieron a la ola loca del cambio de precios o no se. pero cien pesos una warsteiner no. no, no y no.
las papas fritas con queso estaban bien. no era cheddar, pero a mí me gusta más.
igual, lo peor de todo, en serio es que hay un solo baño y está abajo.
no se si voy a volver, no puedo prometer nada.

Este bar parece arrancado de san telmo y puesto en palermo. Es de esos lugares donde lo que mas salen son las birras en jarra de litro y porciones de fritas para acompañar (y la birra es de las baratas). La ambientación con stencils y mobiliario de madera ayuda a crear esa onda a bar no-​careta y tranquilo, lejos de toda la parafernalia de los bares de palermo. Le doy 2 estrellas nomas porque no tiene nada que destaque, pero es meritorio crear un espacio así en plena zona de bares en palermo.

Un bar con muy buena decoración, pero no tan buena comida.
Fui un viernes a la noche al cumple de una amiga. Está excelentemente ubicado, es Thames casi esquina Costa Rica.
El lugar tiene una excelente decoración hecha de stencils de distintas cosas: Los ramones, un San Martín hecho Elvis, un kiwi! (el animal, no la fruta).
Por lo demás, la verdad es que no tengo nada bueno para decir.
Fuimos porque había pizza libre: en realidad te traen pizzas individuales una vez cada mucho, y la verdad por ser un grupo grande terminamos pasando hambre.
Los famosos pochoclos que te traen con ola birra resultaron ser mucho maíz quemado sin cocinar con un par de pochoclos, que terminamos usando de proyectiles.
La atención tampoco fue muy buena, para que nos sirvieran teníamos que ir a la barra a buscar a la moza.
Por último, cuando el hambre nos superó y decidimos pedir papas, primero nos dijeron que no sabían si lo podían hacer (no sabemos si era por la hora o por algo más). Luego nos trajeron las papas, que básicamente eran 5 papas grandes con algo de queso tibio por encima.
Sinceramente, no volvería ni lo recomendaría.

Pedí un old fashioned y me trajeron un jugo de naranja. Pero está bien: post no es un lugar oara pedir old fashioned ni ningún trago «de autor». Es para tomar Cerveza, charlar con amigos y que al final debla noche la cuenta no sea tan elevada.

Post Street Bar es una casa antigua en Palermo, acondicionada para funcionar como bar. El lugar es grande y, como el nombre lo indica, su estética es del estilo arte urbano. En su decoración abundan los murales coloridos donde predominan los stencils. Si bien está en pleno Palermo, está unas cuadras alejado de la zona más concurrida.
La oferta de comida y bebida es lo clásico de bares, a precios acordes de la zona. La atención no es lo mejor, casi que tenés que ir a buscar a las camareras para pedirles algo. La bebida y la atención no es para nada destacable.
Creo que lo bueno que tiene este lugar es el espacio; es un salón amplio con mesas que se pueden juntar sin problemas, y además hay tablero de dardos. Es un lugar ideal para grupos grandes. Se puede reservar en caso que se quiera festejar un cumpleaños o algún evento muy concurrido.
Los baños: «baño de bar», eso describe lo inmundo de los baños.
No ofrece nada fuera de lo promedio en cuanto a lo gastronómico, pero es una buena opción para salidas multitudinarias.

Last stop for the Graffiti Mundo Bike Tour was here. Awesome spot decorated by local stencil artists. Be sure to check out Holywood in Cambodia upstairs, which is an arts collective + gallery.

Este bar es de lo peor que visité en Palermo. La decoración puede ser «copada» con muchos grafittis pero lo que suma muchos puntos a un lugar es la atención y este deja bastante que desear.
Fui porque unos amigos me estaban esperando en la terraza. Apenas llegué no me dejaron tomar una silla de otra mesa para no desacomodar. O sea, me quedo parada… Las caras de las mozas eran de terror y muy mal predispuestas.
La mesa donde estaban mis amigos era de 12 personas y al lado otra de diez. A los 5 minutos nos pidieron que pasemos abajo porque no podíamos ser una mesa de 12 en la terraza apelando al que «eramos muchos». Y la mesa de al lado? Nada. Ellos podían quedarse.
En cierta forma nos invitaron a retirarnos. Por delicadeza, nos tendrían que haber avisado antes de acomodar nos pero así y todo las reglas no eran para todos igual. Pagamos la cerveza que tomaron por la mitad mis amigos y nos fuimos.

Buen lugar para un after office relajado

He ido varias veces a este lugar y más que nada me parece copado para las noches de verano. No sólo tiene mesas en la vereda sino también en la mega terraza que está toda graffitada por grandes artistas del street art argentino, uno de ellos es Pum Pum que dejó su marca en una pared. Además de bar, funciona como mini galeria de arte, tienen expuestos algunos cuadros de varias técnicas y artistas variados en sus paredes al lado de la escalera y un sector antes de entra a la terraza. Es un espacio para ir con amigos, tomar cerveza o algún que otro trago y charlar y charlar.
Respecto a la comida he pedido la pizza que es normal tirando a básica y la otra vez éramos tres y con una picada para dos y unas papas fritas estuvimos perfectas. Una de las mozas recuerdo de pelo largo y alta es muy copada al preguntarle donde conseguir cigarrillos me regalo dos así nomás y ese gesto me encantó y claro que así fue una propina copada para ella. La parte inferior interna no me gusta, hay muchas mesas de madera, la iluminación es mala pero al gente se divierte porque hay unos dardos y juegan un poco.

«Vamos a Thames». Durante varios años le dije así a este bar de Palermo, simplemente «Thames», la calle en la que está. Ahí íbamos con mis compañeras de trabajo a tomar cerveza con pochoclos salados después del trabajo. Tiempo después me enteré que ese lugar en el que ya el dueño nos saludaba como habitués se llama Post St Bar.
Está en una casona grande y retirada unas cuadras del epicentro de la palermitanidad. Tampoco comparte estilo con este barrio. Las paredes están repletas de graffitis: hay stencils, murales, stickers pegados, calcos, simples mensajes dejados con fibrón o lapicera. Es un lugar relajadísimo, para el que no hay que estar vestido de ninguna forma determinada ni tener ganas de salir. Es casi como acomodarte en la silla de tu living y compartir mesa con amigos.
A este bar se va a tomar cerveza en jarra o alguna otra cosa simple como un Fernet, nada de ponerse pretenciosos. Los jueves hay pizza, y el resto de los días se pueden pedir sándwiches, hamburguesas, papas, cosas de ese estilo. Es un lugar barato, con buen ambiente, una terraza grande ideal para ir con un fumador y que no proteste por tener que salir a fumar a la puerta.

Lo copado del bar es que está lleno de graffitis, creados por artistas callejeros de baires.
Adentro, cuentan con una galería dedicada al arte de las calles, donde se pueden ver distintos trazos que provienen de las mentes mas crazy y estalladas de orígen porteño.
La barra se constituye de cervezas y tragos. Las picadas están bien hechas, está bueno poder degustarlas en las mesas de afuera sobre la calle con amigos.
Queda muy cerca de plaza serrano, ideal para frenar a deleitar tus ojos con nuevas creaciones y sentarte a disfrutar del momento en un barrio más que chic.
Una buena opción para recomendar a amigos del rubro arte y diseño.

Conocí el Post Street Bar para el cumple de una amiga. Me parece un buen lugar para reuniones bien informales, porque es un lugar dentro de todo barato y con buena onda. Las paredes están llenas de murales y grafittis, tanto en la parte de abajo como en la terraza. De comida sirven pizzas, papas fritas, nachos, y otras cosas para picar no muy elaboradas. La atención de los mozos es bastante buena, respetable para la informalidad del lugar.
El punto negativo que le encontré a este bar es que es un poco oscuro y ruidoso: hablar por momentos se hace un poco difícil. Pero está bueno para organizar una juntada tranquila, sin muchas expectativas.

¿Estás por Palermo y no querés pagar una cerveza lo mismo que un auto? Entonces vení acá. La onda es super descontracturada y las jarras de cerveza están a un precio normal.
El lugar está todo grafitado por diferentes grupos o personas a los que invitan para hacerlo. También podés ver mucho estencileado y firmas de algunos de los que concurren al bar.
Lo mejor es la terraza enorme para el verano, donde podés disfrutar con un grupo grande. Esto lo hace ideal para festejar tu cumple sin arruinar tu departamento o tu economía.
La verdad es que de comida solo probé la pizza, una prepizza de muzzarella libre que a veces sacan hasta las 10 de la noche. Tienen algún trago más, típico. Se destaca el fernet, muy bien hecho.
Para gente que la quiere pasar bien y no es muy exigente.

Post St Bar es un lugar extraño para Palermo Soho. Hasta parece una gran casona tomada por punks u okupas con tanta imaginación artística como la saña con la que grafittean todas sus paredes.
A la entrada, unas poquitísimas mesas sobre la vereda. Pero lo bueno viene después. Abajo, un gran ambiente con muchas mesas, proyecciones y pintadas de los más diversos estilos que adornan paredes y mobiliario.
Un patio interno, algunas escaleras ensortijadas, y arriba una gran terraza abierta. Sin dudas, la terraza es la vedette del lugar. Un lugar imperdible para esas noches de calor insoportable que invitan a tomar unas cervezas a cielo abierto, bajo las estrellas.
El público es bien heterogéneo. Desde algunas parejas que se citan por primera vez, a varios grupos de amigos y amigas que van a hacer «la previa» guiados por los precios económicos del Post St Bar; grupos de punks que dan vueltas por el lugar, y hasta algún cliente insólito, como el mismísimo Horacio Pagani, tomando una cerveza en la barra sin siquiera preguntarse qué es lo que está haciendo ahí.
Todos estos elementos lo vuelven una alternativa (¿la única?) en el barrio para los que quieran escaparle a la coquetería de la zona.