Quimbombó

Que linda terraza señores, chiquitita mini, pero linda y delicada. Es un pequeñito local (en realidad de pequeñito tiene la puerta nada mas) al cual subís por una escalerita divididas por unas cortinas blancas, una deco impecable te sumerge en un mundo relajado mientras vas pasando por los salones, dos internos con aire acondicionado y por último la terraza en cuestión.
Tiene unos sillones, perfectos porque son re acolchonados, y te hundís ahí mientras te tomas un trago y miras a la plaza, una cosa de locos. Velitas y luz tenue logran un ambiente intimo y veraniego, en esta ocasión pedimos dos tragos nada más, el mío un Steve mcqueen baby que en realidad traía maracuyá, pero con no tenían me ofreció hacerlo con mango, el mozo amoroso me aviso que iba a estar muy dulce, pero Hola capricho lo quiso igual, y si estaba demasiado dulce.
Precio? Promedio 90 – 110 cada trago, volvería porque lo quiero con maracuyá gente!

Su menú es bastante copado pero siempre que voy opto por desayunar, es super tranquilo los sábados y un golazo si te vas a la terraza y está lindo el día. Lo que siempre pido es el desayuno que viene con un trifle de granola (riquísima), yogurt y frutas, unas tostadas con mermelada de manzana, queso, y una infusión a elección. Los licuados que tienen (apartes) vienen en vasos altos y son muy ricos! Atienden bien si no hay mucha gente y los precios, de los desayunos, son muy bajos comparado a lo que te pueden salir esas cosas básicas por la zona

Bueno, bueno, bueno, otro que decepcionó.
Fuimos el 1 de enero a celebrar el comienzo del año. Sabía que estaba medio escondido, así que cuando llegamos, antes de subir leímos bien la carta.
Ofrecían algunos platos locos o poco tradicionales como guiso indio de cordero, risotto con langostinos, pollo teriyaki, y otros un poco más tradicionales.
EL LUGAR
Es realmente fenomenal, primer piso, terracita con barra y mesas, una vista hermosa… Indiscutible. Baño lindo, cómodo. Sólo acceso por escalera (punto a mejorar ahí, no tiene baño abajo ni tampoco forma de la gente llegue al resto si no es subiendo una súper escalera)
ATENCIÓN
Mozo distraído (entiendo que es 1 de enero, que la resaca y el cansancio pero al menos un poco de onda), todo SÚPER LENTO. Pedimos platos que no había, volvimos a pedir y tuvieron que volver a preguntar ¡tampoco había!
No había limonada, no había gin, no había nada con naranjas i bananas, no había guiso de cordero, ni una ensalada que pedí.
LA COMIDA
Yo pedí una ensalada y no era una locura, ni cerca de lo que los condimentos prometidos. Tardaron tanto que decidí comerla igual. El risotto era un gran NI. Pocos langostinos y cero condimentos. El pollo teriyaki venia presentado tipo torre, sobre un montón de puré. Estaba rico, pero el plato no era abundante. La bebida estaba bien pero no era guau.
PRECIO
Más bien caro, para mí no lo vale. Tienen descuento con Galicia Eminent
Quizás no estoy en la onda pero para mí, si tenés un resto con carta corta, un espacio exclusivo y precios… TODO tiene que estar bien, o al menos, aceptable.
No vuelvo.

Muyyyy buena variedad de platos (vegetarianos, risottos, quesadillas, pollo thai, verduras o diferentes carnes al wok…) y el sabor deliciosooo!!! La verdad nos dieron muchassss ganas se volver.
La presentación de los platos maravillosa! El sitio es tranquilo, perfecto para ir con amigos (mesas grandes) como para ir en plan romántico con tu pareja (a media luz jaja suena como nombre de canción de Montaner jajajja). es muyyyy acogedor el lugar.
Lo único que le puedo llegar a «criticar» es la atención, si bien es cierto el mesero era buena onda era medio lento y no anotaba los pedidos, teniamos que pedirle todo más de dos veces. pero pues en general muy buena experiencia!

Good place for something different. They are good for those who are gluten free, veggie or generally picky.
Started with cheese bread, very good although the red sauce was rather sweet. Husband got the teriyaki chicken, which he devoured. The chicken was sweet and savory, served over caramelized onions and mashrd potatoes for a delicious and balanced meal. The mushroom risotto was amazing with many complex flavors. I got a pineapple ginger smoothy which was delicious.
Skip the appetizers and go for the main course.

Me encanto este lugar. Situado en una plazita con muy buen ambiente y con una terraza muy bien decorada con luces y velas que le dan un toque especial. Pedimos el pollo teryaki, ravioles de calabaza, y curry de langostinos. No podria elegir uno. Cada cual mejor! Aunque cabe mencionar que tardaron bastante en traer la comida. Sin embargo, totalmente recomendable

Pedimos para empezar unos camarones en panco. Los camarones estaba normales. Nada especial, pero la salsa de soja estaba muy salada. No los volvería a pedir.
El plato principal estaba bueno. Pollo teriyaki.
Los tragos estaban buenos. El mío fue uno llamado «sale como piña».

Quimbombó está muy bien ubicado frente a Plaza Armenia. lo primero que tenés que saber es que cuesta ubicarlo, porque comparte la fachada con otros negocios y el restaurant está ubicado en la parte superior. Una vez que subís las escaleras vas a encontrar dos pisos en los que podés ubicarte. Mi recomendación es ir arriba de todo y salir a la terracita (si el clima lo permite). Es de lo más lindo de Palermo.
En la comida predomina lo veggie (la carne de vaca está ausente, aunque encontrás algo de pollo) y es muy, muy rica. Lo único es que tarda bastante aunque concurra poca gente, así que no vayas con mucho hambre. En una de mis visitas pedí el pollo Teriyaki y la verdad es que la salsa venía media quemada. Lo que es un must es la limonada. De lo mejor de Buenos Aires.
Lindo para una salida en pareja.

Al fin comienzan los días lindos para poder salir sin abrigo y disfrutar de un lindo momento al aire libre. Quimbombó es el lugar ideal para ello. El local está distribuido en dos platas. Bah en realidad serían tres se cuentan las mesas que están en la entrada. Lo más lindo es la terracita que tienen con vista a Plaza Armenia. Recomiendo fuertemente las ensaladas y la limonada. Tienen variedad de jugos frutales bien frescos para los días de calor que se avecinan. En la terraza tienen sombrillas y juegos de sillones muy cómodos. Si tienen que pasar el verano en el cemento una buena opción es visitar este lugar y viajar por lo menos con la mente.

Entras a quimbombo y encontras un ambiente único, la entrada del salón tanto del primer como del segundo piso es una cortina blanca que tenes que abrir, generado un descubrir desde el comienzo. La luces tenues, la música ambiental bien baja, generan un ambiente calmo ideal para tener una cita o bien relajarte con amig@s.
El concepto del lugar es hacer cocina rica y sana.
Mi elección fue la degustación de comida India, poco picante y abundante.
Tiene muy buena carta de tragos y smoothies.

Quimbombó es de esos lugares que te enganchan por lo visual. Es caro, sí… ¿Pero quién puede resistirse a la comodidad de sus sillones y la tranquilidad de su terraza? De la zona, la mejor. Ojalá nunca descuiden la estética del lugar porque es di-​vi-​na.
Ojo, no me mal interpreten, la comida también es excelente. Nunca fui en plan cita, pero supongo que debe ser una linda experiencia. Para plan merienda con amigas es ideal, su variedad de jugos, licuados y batidos es increible para todas las que se estén cuidando y sólo quieran tomar algo fresco, rico y distinto. No se alarmen, la oferta de tortas no se queda atrás, hay para todos los gustos.
Un clásico que no falla para tardes de compras palermeras.

Fui a cenar un sábado. Me re gusto, aunque hay que pagar su precio. La comida super rica, exótica. La moza re atenta y nos explicaba cada plato. El lugar es cálido, con velas. Lo bueno es que no hay barullo y se puede conversar muy bien. Recomiendo para ir en parejas, grupo de amigas. Algún día probare ir en la merienda.

La comida muy sabrosa y el mesero muy atento.
Muy recomendable para ir en pareja.
Se ve que me senté cerca de una corriente de aire ya que pase bastante frio en el local.
Los precios están bien y la atención muy buena.

excelente cheesecake de maracuyá, así como los tragos. El curry de camarones también es excelente, pero a mi gusto le falta un poco de sal.
Igual tenga cuidado, hay poca luz y si salís a la terraza fijate porque te podés comer la puerta de vidrio que, por algún motivo dejan cerrada todo el tiempo.
No apto para discapacitados motrices ni cochecitos de bebé ni gente que no ve bien, como yo XD

No apto para discapacitados motrices o cochecitos de bebé. Aviso desde el vamos porque para llegar a Quimbombó tener que subir una escalera.
El lugar es súper lindo y tiene una terraza chiquita pero divina.
Tiene un menú con comida saludable y muy rica, los platos son abundantes y ofrece muy buenos tragos con y sin alcohol.
Los fines de semana, el brunch la rulea y te cansas, literalmente de comer.
La atención podría ser mejor, a veces los mozos son lentos o no conocen bien el menú.
Es bueno para grupos, amigas y para ir en pareja.
Buena opción en Palermo con precios salados.

Me encanta este lugar. Está escondido, lo cual lo hace más lindo! El lugar tiene 2 pisos muy bien puestos. Las sillas son super cómodas y es un ambiente cálido.
Pedí el desayuno de los huevos revueltos que vienen con queso y tomate + 6 tostaditas integrales + mermelada y queso. El huevo revuelto estuvo sensacional!!! El café con leche no estuvo muy rico, pero el jugo sí: super natural. El queso y la mermelada muy rico también.
Es una promo de desayuno de 8 a 12 que vale la pena ya que es económico y te re llena!

Quimbombó tiene un aire relajado que se siente desde el momento de cruzar la puerta. Yo no soy vegetariana pero es ideal para que vaya quien lo es. Y si querés quedar bien con tu pareja, lo recomiendo todavía más. Es romanticón a la vista, con velas en todas las mesas. La atención fue muy buena y la comida riquísima, tal vez un poco caro pero era de esperar. Ideal para explorar sabores nuevos, recomiendo!

Fui el domingo pasado. No me llevé una mala experiencia, pero sí una neutral. Pedí por ej quesadillas como plato principal y dejé el 70% de la quesadilla. Probé las entradas y estuvo bien. Tomé un rico vino, Altos del plata Merlot y el mozo muy amable. Probé como plato principal también ravioles de calabaza y me parecieron normales también. Esa es mi humilde opinión ^_^

Quimbombó, tal como su significado, va ligado a la onda vegetariana. Sin embargo, a pesar de no ser vegetariana, fui allí por recomendación de un amigo. Lo primero es que uno casi no se da cuenta que existe, a menos que mires con atención desde la calle; pero una vez adentro te encuentras con un ambiente relajado, con terraza, de decoración asiática y vista a la Plaza Armenia.
Fui con mi amigo y de entrada pedimos un pattie gratinado de quinoa, mijo y calabaza con salsa de tomate. El pattie gratinado estaba rico, aunque al tabule de quinoa le faltaba condimento. Luego probamos un Curry de Langostinos con mango verde y leche de coco acompañado con arroz y un par de tortillas de harina, que estaba riquísimo. Lo interesante es que te sirven además un platito con ají picante adicional, en caso que uno quiera agregarle más a la comida. Verdaderamente al curry se le sentía el sabor del mango y del coco, sin opacar los langostinos. También probamos un Guiso indio de cordero con arroz; esté viene en una porción bastante abundante y la carne estaba suave y tenía un baño de yogurt como aderezo.
Igualmente recomendables son los Gingers, que presentan combinaciones muy particulares de frutas, como el Ginger Trópico Americano (naranja, jengibre, maracúya y hojas de menta) o el Rosado. Los postres también denotan esmero en su elaboración, así que no hay desperdicio.
Definitivamente un lugar para ir con tu pareja o con un par de amigos y disfrutar de un buen menú rico y saludable. Los precios son algo elevados, con lo cual no es para ir todas las semanas, pero para darse un gusto de vez en cuando es recomendable.

De cocina natural gourmet, conocí este lugar gracias a una amiga vegana fan de Quimbombó. Y entendí por qué.
La decoración es rústica, con mucha madera y vista a Plaza Armenia. De hecho la entrada está un tanto escondida, pero creo que eso ayuda a que sólo vaya gente interesada en la propuesta del restaurante. Recomiendo hacer reserva por Restorando, si mal no recuerdo, podés acceder a descuentos en el consumo de la mesa de esta forma.
Para tomar, pedí el batido Trópico de Oceanía. Muy fresco y una mezcla de sabores genial: banana, anana, frutilla, kiwi y jugo de naranja. Para comer, elegí el Rissotto de Hongos y Queso Brie. Excelente.
Me faltó aclarar que ofrecen muchos platos para veganos y celíacos. Es una opción muy buena cuando se cuenta con una persona así en el grupo de amigos ya que el menú está pensado para satisfacer a todo tipo de comensal.
De postre pedimos el Mousse de Maracuyá y Chocolate Blanco con Arándanos, y también el Baklava de Manzana y Nueces. El Mousse era literalmente una fiesta de sensaciones en el paladar. El Blaklava estaba bastante duro, pero compensaba con el helado de banana y rhum con el que venía acompañado. De todas maneras, el ganador es el mousse, lejos.

Adoré! Los espacios son muy cómodos, la decoración invita a quedarse. Fui a desayunar, es muy lindo por la mañana. La atención super gentil. Deliciso todo. Los precios son muy buenos. Quiero volver pronto!

Came here for lunch a couple of weeks ago on a Friday. The restaurant has 3 different levels of seating areas and looked very chic. We opted to sit on the top level, where we got a nice view of the surrounding Palermo Soho neighborhood.
They have a lunch special deal starting at around 12:00PM. There are 2 different deals: one that has 3 courses and the other that consists of 2 courses. I opted for the 3 course option which came with a starter of some corn fritter sticks with a small side salad, my main of gnocchi with marinara sauce and basil, and a dessert of an apple crêpe with banana ice cream. I believe that this place is vegan friendly as there was no dairy or eggs in any of my dishes. The food was clean tasting, if that makes sense. The food didn’t feel heavy, though it was quite filling. The food could’ve been a bit tastier, but perhaps it was the dish that I got. I tried my cousin’s curry dish and that tasted a lot better.
Service was pretty slow, but this is B.A. so that’s kind of a given.

Já adianto: a melhor janta que já tive em um restaurante até hoje em disparado a todos os que já fui na minha vida.
Mas Márcio, tão bom assim? É, é sim. O Quimbombó tomou um lugar super especial em meu coração após a minha primeira visita a ele em uma curta passagem por Buenos Aires. Primeiro que ele fica em Palermo SoHo (ou Palermo Viejo, como preferir) só para começar e eu considero ali um dos melhores locais que já fiquei (arte, design e muito mais ali perto, apenas andando).
Vamos lá: o lugar é tímido de início pois é um restaurante de vários andares, se não me recordo bem, 4 andares. Ao chegar, já fui extremamente bem recepcionado (obviamente teve aquela piada deliciosa de argentinos com brasileiros). A maître extremamente gentil me perguntou onde eu gostaria de me sentar, se era em um lugar mais reservado ou mais aberto e eu acabei escolhendo um mais aberto e para a minha surpresa ela me levou para um lugar no terraço do prédio onde tinha uma pequena parte coberta e uma parte externa e escolhi a parte externa apesar de já estar fazendo frio em Buenos Aires na época mas eu estava vestido à caráter.
Agora imagine o lugar: iluminado à luz de velas e tochas de fogo, bem escurinho na medida que necessita. Não, não estava frio assim pois tinham aquecedores do lado de fora em cima das mesas. Para iniciar, enquanto eu fazia o pedido, fui recebido com uma cesta com pães dos mais diversos como entrada e cortesia da casa: ah, que delicia!
Peguei o cardápio e sim, tive um pouco de dificuldade de ler ele pois o local a luz de velas não proporcionou algo tão legal neste momento mas nada que o telefone não ajudasse. Todo em espanhol e inglês, uma variedade de coisas que não tinha visto antes e resolvi provar o raviolli recheado com crème de abóbora e molho de maracujá com sementes de girassol: a sugestão do dia. Para acompanhar, um suco de laranja.
Enquanto aguardava o prato chegar, o que não demorou muito, aproveitei a wifi gratuita e rápida do lugar, uma vez que eu estava sozinho. Ao chegar o prato, me arrependo de não ter tirado uma foto dele: era lindo (e além de tudo, estava delicioso).
Agora você me pergunta: então, Marcio, e quanto tudo isso custou? Deve ter sido uma fortuna, não? Não. Me custou apenas 158 pesos argentinos, o que dá uma média de 40 reais. Se comparando o preço com lugares do Brasil que poderiam oferecer algo parecido, nunca que eu iria conseguir pagar apenas isso para tamanha experiência que envolveu os 5 sentidos ao mesmo tempo.
Ao sair para ir embora, os funcionários que me atenderam durante o período que eu estava lá, extremamente educados e gentis agradeceram por eu ter escolhido ali para a minha janta naquela noite de quarta-​feira. Sim, eles mal sabiam que esta havia sido uma das melhores experiências que tive gastronomicamente falando.
Quando eu voltar a Buenos Aires, espero estar acompanhado para levar um (a) sortudo (a) para visitar o Quimbombó. A vizinhança também é uma graça e cheia de restaurantes gastronômicos.
Dica do dia: dá para fazer reservas no site deles. Quando fui, provavelmente por ser em baixa temporada e durante o meio de semana, deve ter contribuído por não estar cheio o lugar, além do horário que fui (por volta de 19h).
Dica do dia 2: eles aceitam cartão de crédito internacional sem colocar taxas extra. O pagamento é fácil, rápido e sem problemas.
Dica do dia 3: tente ficar no terraço do lugar pois a visão do céu é incrível e devido a baixa iluminação e altura, fica ainda melhor. Ou seja, dê uma olhada na meteorologia de qualquer forma antes.
Dica do dia 4: eles tem MUITOS drinks, eu não bebi pois eu não bebo bebidas alcoólicas normalmente porém o bar deles, no segundo andar, tem uma parede cheia de garrafas que nunca havia visto antes. Não avaliarei questão de bebidas mas quem sabe em um futuro próximo.