Saverio

Sinceramente no sé lo que me pasa con Saverio pero yo creo que es amor. Eso se debe a la maravilla de sus copas heladas que escasea en muchas heladerías, esas copitas que vienen decoradas como si fueran obras de arte. Y obviamente, su helado es una cosa de no creer y vienen en los gustos que se te ocurran.
Es eso nada más, una heladería tradicional a la que siempre voy por su calidad y calidez.
PS: las copas son un poco caras pero es un gustito que vale la pena darse.

Es una linda heladeria artesanal. La variedad de sabores sorprende con gustos innovadores.
La calidad del helado es exelente, se nota que usan productos de primera.
Hay una gran variedad de postres y copas heladas.
Como aspecto negativo, el lugar es un poco chico para quedarse.

Amo el sabor de crema chantilly de Saverio. Solo o acompañado, tiene un gusto que ninguna otra heladería lo pudo lograr. Los precios son bastante elevados (actualmente el kilo esta 180 pesos), es por eso que prefiero ir personalmente al locar y pedirme una copa o un cucurucho, para amortiguar gastos.
De las copas, mi favorita es el banana split. Tiene una base de una banana cortada al medio con ensalada de frutas. Le sigue una bocha de helado de vainilla, una de chocolate y una de dulce de leche. Arriba de cada una, una bocha de helada de crema chantilly. Todo decorado con crema, nueces y cerezas. Supuestamente es para compartir (pero shhh, yo me lo como todo sola).
También hacen copas de castañas, almendras y frutillas. Casi todas llevan algunas bochas de mi sabor preferido. Si me compro un cucurucho, abajo siempre me pido de chocolate blanco escocés (viene con almendras y dulce de leche natural), y arriba chantilly Saverio, que tiene dulce de leche natural y nueces (un sueño).

Saverio surgió hace más de un siglo en el barrio de San Cristobal. Hoy es una cadena de heladerías que cuenta con tres sucursales, pero no deja de perder su estilo. En particular, yo siempre me acerco a la que está ubicada en el barrio de Belgrano, en la esquina de Av. Cabildo y Virrey Arredondo. Todos los helados y postres que allí venden son caseros e imperdibles, además tienen cafetería.
La textura del helado es diferente, es cremoso y se desplaza de una forma ligera sobre la paleta con la que lo sirven. Cuando comes, esta sensación se transmite a tu boca. Hay que comerlo para creerlo. Todos los gustos son muy ricos, hasta ahora no encontré ninguno que no lo sea, pero haceme caso: probalo vos y contame mediante tu propio review.
Yo siempre pido un cuarto y tengo tres sabores preferidos: frutilla al agua, sambayón con pasas al rhum y dulce de leche tentación (tiene dulce de leche de verdad y unos bocaditos de chocolate adentro).
Esta heladería es un poco más cara que las demás (aún más cara que las famosas cadenas comerciales), pero tienen un sistema novedoso: dependiendo de la temperatura que hace, es el regalo que te hacen. Cuanto más baja es la temperatura, más helado te regalan. Entonces, por ejemplo, si vas en invierno y te compras un cuarto de helado pero hace mucho frío, te llevas otro cuarto de regalo. ¡Un premio para el que se anima!

Saverio es una heladería de barrio que está ubicada en Cabildo y Virrey Arredondo, justo en la esquina. Los helados son riquísimos, tienen una gran variedad de gustos y no son tan caros como las grandes cadenas de heladerías.
Además cuentan con postre helados, copas heladas. Para los que les gusta el Sambayón, esa es su especialidad. Los helados son todos artesanales y tienen de distintos tamaños, hasta potes de 2 kg.
Los que quieran puede pedir delivery o sino ir al local que está bueno y tiene afuera unos bancos de plaza para sentarse y pasar el rato.