Siete

Siete es un local bastante curioso. Con las persianas medio bajas, de afuera parece bastante vacío y sospechoso, y una vez que uno asoma la cabeza el estilo (la estética tipo fast food, con los carteles grandes mostrando algún combo arriba de la caja) aumenta la reticencia. Sin embargo, lo que también se vuelve inmediatamente evidente es que no sólo no está vacío nunca, sino que la pocas mesas que tiene, sobre todo en relación con el espacio que podría aprovecharse, suelen estar en su mayoría ocupadas.
En la caja se ordena comida rápida, como es esperable: hamburguesas, wraps, papas, y la ensalada es autoservicio: un carrito lleno de los ingredientes fundamentales. La atención es buena, y la comida, aunque básica, también.
Un lugar más que razonable para comer algo al paso.