Smeterling

Este lugar es demencial. Verdaderamente. Yo soy soldada de los tostaditos y las picada, pero estos dulces, ay mamita estos dulces.
Es un local pequeño en pleno recoleta. Vitrina que exhibe delicias una pequeña barra baja y una o dos Mesas para comer ahí. Realmente recomiendo llevar porque el lugar no se ve muy cómodo y no es muy grande, pero no viví esa experiencia.
De cualquier manera, acá lo que importa son los productos ir venden. Decirles tortas me parece injusto, es una pastelería impecable. No solo por el sabor si no por la presentación.
Comimos unas «tortitas» una de pistachos con un bizcocho y un bavarois de pistachos alucinante. Y otra de chocolate y naranjas.
Suaves, livianas deliciosas.
También tienen merengueros, macaroons, galletas navideñas decoradas y tortas grandes, forradas, como de casamiento.
No es económico, pero tampoco es una locura. Una de esas tortitas sale 70 pesos (nov 2015). Valen cada centavo.
Si quieren darse un gusto dulce o quedar realmente bien, este es el lugar.

Isabel Vermal le dio vida a este lugar y con él a las mejores tortas de Buenos Aires. Tienen mucha variedad de mini cakes y eso te permite armarte una buena selección sin obligarte a probar una sola variedad. Y eso es genial, porque todas las variedades son increíble.
Todas las que tienen chocolate son impresionantes. No suelen ser empalagosas ya que balancean a la perfección los distintos ingredientes. La bavarois de pistachos es una locura, la de naranjas es increíble y mi preferida, la de peras, es probablemente la torta más rica que probé.
El local el chico, más para llevar que para quedarse ahí. La atención es siempre muy amable. Un lugar para volver siempre.

Al fin pude probar la pasteleria de Smeterling!
Pasé por el local al mediodía. Como todos ya dijeron, es un lugar chiquito en donde al entrar te inundas del olorcito a cosas siendo horneadas. Tiene una mesita en una esquina, y una o dos sillas en la barra. No es que no podes merendar ahí, pero no es para ir con muchas personas.
Las cosas que tienen son una maravilla y todo super fresco, tanto que hasta el menos catador de pastelería se podría dar cuenta. Hay muchas opciones de mini tortas, para todos los gustos. Yo me llevé a casa el crumble de manzana y una torta de chocolate rellena con mouse de frutos rojos. Una delicia con todas las letras ambas. También tienen macarrones de diferentes gustos, pero no probé ninguno aún.
Creo que pasar por esta pastelería es obligatorio al menos una vez. Aunque peligroso, ya que se puede convertir adictivo y desesperante por querer probar absolutamente todo lo que ofrecen (o eso me esta pasando a mi en este momento). Las mini tortas salen aprox $ 70. Son caras, pero a la vez no ya que cada uno de sus ingredientes, preparación, presentación, frescura y sabor lo valen. Es una excelentísima opción para cuando tenes que hacer un regalo y no sabes que!
También venden tortas grandes, ideales para eventos.
La atención es muy buena!
Voy a editar esta reseña cada vez que vaya a probar algo nuevo: P

Un lugarcito hermoso tienen la cocina a la vista todo muy cuidado en los detalles, impecable!
Llegué y me abrió ella la mismísima Isabel Vermal súper dulce me contó todas las tortas y me ayudó a decidirme (tooodo era súper tentador).
Me llevé una ópera de castañas $ 70 súper rica! Volveré a probar más!!!

La mejor patisserie de Argentina. Te hacen las tortas en el momento con una calidad impresionante.
Mi favorita es la torta de Banana, nunca probé algo igual.
Voy cada vez que puedo. Súper recomendable

Hoy pase por esta pastelería que tanto me gusta y no pude dejar de entrar.
Lugar: pequeño y cálido
Servicio: Excelente
Menú: te verde que lo acompañe por esta torta que hace tiempo no hacían tarta de peras!!! base de peras sobre crumble de azúcar rubia y coronada con una cubierta de avellanas tostadas. De textura suave y toques crujientes. Espectacular!
Precio: entre 60 y 80 las mini cake
Lugar ideal: para disfrutar de la pastelería, relajarse y reunirse con amigas

Este lugar es para mi ya un clásico al que siempre vuelvo. Ya probé todas sus tortas. El lugar es chiquito e incómodo salvo que tengas la suerte de encontrar libre la única mesa del lugar. Sino hay una barra con banquetas. La atención es excelente y todo lo que venden está preparado en la cocina que tienen parte a la vista de los clientes. Ahora para Pascuas hay una edición de galletas con forma de gallinita que muero x probar. Sino están las mini cakes que pieden compartirse. Hoy probé el cheesecake de naranja amarga. Un manjar.

Muy buena la pastelería pero le faltan opciones de bebidas si uno quiere tomar algo mientras degusta las distintas opciones de tortas. Más cuando hace calor y casi no tienen bebidas frías.

Excelente la pastelería de Smeterling. Fui por las reseñas anteriores y no me defraudaron.
El lugar es pequeño y su única mesita con sillones tiene todo el estilo de María Antonieta. Fui ayer (lunes feriado) a las 17 hs y como no había un alma en la calle estaba vacío. Tomé un té en hebras, la chica me dejó oler las variedades antes de elegir y luego me atendió con la variedad de mini tortas que tenían. A la hora de estar ahí varias personas pasaron y se llevaron lo que quedaba.
El precio justifica su delicadeza y exquisitez aunque en verdad hay que tener suerte para ir cuando esté vacío y no tener que estar comprando para llevar.
Lo recomiendo para ir con una o dos amigas como máximo.

Uno de mis rinconcitos favoritos en Recoleta. Cada vez que viajamos a Bs. As., hacemos una parada obligada en este lugar.
Hermoso lugar para degustar y/​o comprar y llevar tortas, mini cakes, macarons, cookies, cupcakes, etc.
El lugar es bien pequeño, tiene 1 sola mesita más la barra (total 5 personas sentadas), esto es para tener en cuenta que no no es apto para ir en grupos numerosos.
Tienen café Illy y té Twinings para acompañar las delicias de la casa.
Altamente recomendado.

Smeterling nos regala gloriosa patisserie para llevar o para comer en su barra o pequeña mesa a un costado. Si optan por lo segundo, van a poder admirar por más tiempo las deliciosas creaciones exhibidas.
El Café también se merece distinción (Illy, si no me falla la memoria), así como la atención de todo el staff, quienes explican sin problemas que es cada cosa.
Bonus: para distintas fechas especiales (desde Halloween hasta Navidad), crean pasteles y cookies relacionados que se pueden convertir en excelentes regalos.

«Que coman tortas» dijo María Antonieta supongo que pensando en las que se ofrecen en Smeterling. Y menciono a la desgraciada reina francesa porque todo en el local de Isabel Vermal nos hace sentir como si estuviéramos en un rinconcito de París. El concepto de «pastelería boutique» es para mí lo más apropiado para describir lo que se ofrece en Smeterling, a la manera que se realiza en los locales de Pierre Hermes o Fauchon: pastelería moderna, realizada con productos nobles, una combinación infalible. Por supuesto que los precios están a la altura de lo anterior (el chocolate Valrhona no es precisamente barato) y la atención es muy amable. Si se quieren quedar en el local tienen que tener suerte: hay una sola mesa y está la barra, pero siempre se pueden empaquetar para llevar (las cajitas son preciosas).

Creo que es la mejor pastelería en Buenos Aires. Básicamente es un local para comprar torta y llevar pero también uno puede quedarse allí a probar alguna minitorta con un café.
El local es pequeño pero acogedor, apenas una mesa y la barra, así que no es tan fácil encontrar lugar. Sin embargo vale la pena ir.

Una línda pastelería para comprar tortas para llevar. Compramos dos tortas, una de bizcocho de chocolate con mousse y otra de dulce de leche con chocolate blanco. La primera es muy rica pero una bomba, dos bocados y morimos. La segunda estaba bien pero nada del otro mundo. Probamos un macaroon de avellana y no nos decepcionó. La atención buena, y podes ver como hornean porque la cocina es abierta. Los precios son in poco salados, más de 50 pesos por una tortita individual me parece mucho, sobre todo estando tan cerca de otros lugares con tortas tan ricas, como el de una famosa pastelera de la tele.

I love cakes. I ate my way through bakeries in Paris. Tried the best San Francisco has to offer. And searched far and wide in all the cities I have been, and that’s a lot. Smeterling’s beats them all to a pulp. The individual cake portions are so immaculately prepared you won’t want to touch it. The flavors are just velvety smooth in your mouth and the staff are very welcoming! We even got free macarons from the baker who just popped the shells out of the oven — right in front of you. I would fly 20hrs to Buenos Aires again in a heartbeat for Smeterling’s.

Empezamos por el hecho de que no hay nombre más lindo. Significa mariposa en alemán, lo más.
Tuve la oportunidad de ir y conocer a Isabel, la chef patissier de ese local chiquitito y fino de Recoleta. Ella, más simpática imposible y te hace apasionarte todavía más por todo lo que hay ahí adentro, contando un poco de cada dulce disponible en la vidriera.
Probé de todo por tantas veces que fui. Igualmente siento que tengo el corazón vendido por la preferida de Isabel, la torta de peras que juega y equilibra bien el dulzor de la porción y la fruta. Luego, los cookies de coco son la cosa más rica para una merienda. Después la pie de manzanas y la de limón son exquisitas!
Hay dos re contra chocolatosas: una que viene con cereales en formato de corazón con crema de chocolate adentro que es una bomba, una explosión. Y otra que es mi preferida, Smeterling, que viene con chocolate, mousse de chocolate, chocolate blanco por adentro y etcs que quieras pensar.
El local es chiquito, está la barra para sentarse y ver los chicos trabajando y también una mesa con espacio para tres no más para el té de la tarde durante la semana.
No hay mucho más que decir de allá, pero para mí es donde se comen los postres y tortas más ricos de la ciudad.

Tortas tortas tortas. Siempre hay que conocer un lugar con tortas ricas. A veces no hay tiempo para hacer una en casa y para esos días es clave conocer un buen lugar. Si viviera en Recoleta sería Smeterling el lugar que me llenara ese puesto.
Fui con mi novio un día de mucho calor que no soportábamos estar en casa (no tenemos aire). Entre el cine y cenar decidimos ir a Smeterling ya que hace mucho que me habían dicho que tenía tortas ricas. Fuimos y pedimos dos, uno de manzana y naranja y otro que era básicamente una bomba de chocolate, chocolate blanco y dulce de leche. Eran bastante caritas (tipo 35+) pero muy ricas. Nos sentamos a comerlas allí con un café (normal, nada especial) y disfrutamos del aire.
Deberían ser las tortas más lindas de la ciudad; son muy elaboradas y los sabores interesantes. La de manzana era rica aunque media dura y después me di cuenta lo de la naranja que no me gusta tanto. ¡Culpa mía! Yo lo hubiera servida calentito pero todo no se puede. La de chocolate era buenísima y justo lo que todos los adictos al chocolate (y ddl) quieren en esos momentos de antojo extremo. Quiero volver para la torta de crème brûlée que parece increíble.
En mi opinión no es tan un lugar para ir a comer tortas, sino de llevar. Probaselo!

Mi patisserie favorita, a cargo de la genia de Isabel Vermal, que tiene una mano exquisita para la decoración y el armado de todos sus productos.
El local es principalmente para take away, aunque si llegás y te tentás hay una mesa chiquita que se puede usar y sino varias sillas en la barra. Conviene llamar y encargar la torta que quieras comprar, porque hacen una determinada cantidad por día y después del mediodía ya no suele haber de algunas.
Todo lo que venden es riquísimo. Yo recomiendo principalmente los macarons (de chocolate, frambuesa, limón, café, pistacho o vainilla), el muffin cítrico (que tiene una combinación de vainilla con naranjitas ácidas) y lo mejor de lo mejor: el corazón de velours que es una torta de chantilly de chocolate con leche sobre una masa de avellanas tostadas recubierto con cereales glaseados con chocolate con leche.