Sufi Pilates Studio

Hace unos años me había hartado de los gimnasios convencionales y quería tomar clases de pilates. Averigué por internet y encontré este lugar que quedaba cerca de mi casa, llamé y me dijeron que la primera clase era gratis, para probar. Y allá fui.
Decir que quedé encantada sería decir poco. Tomé la clase con Diego que es uno de los dos profesores que están a cargo del lugar, y ni bien terminé acordé mis horarios de ahí en adelante. Durante dos años fui casi ininterrumpidamente dos veces por semana (lo cuál para alguien como yo, que empieza y deja sistemáticamente, es mucho).
El lugar es chiquito y lindo. Tienen tres reformers de modo que en las clases siempre éramos dos o tres. Diego es sencillamente un genio. Es bailarín y eso se nota en cómo dicta la clases. Te cuida el cuerpo al máximo, pero sin por eso dejar de exigir. Sin duda las clases son las mejores que tomé y estando ahí conocí gente que viajaba más de una hora para tomar las clases ahí.
Durante un tiempo compartí mi clase con una extranjera y como ella no hablaba castellano tomábamos la clase en inglés. Así que es para tenerlo en cuenta si alguien estando de visita en Buenos Aires quiere hacer un poco de actividad.
Dejé hace medio año porque me sobrecargué de actividades y no me quedó un hueco en el que poder ir, pero ya estoy tratando de rearmar mi semana para poder volver.