Telecom

Me senté a escribir esta reseña repitiendo el mantra «Ser objetivo, ser objetivo, ser objetivo» pero me doy cuenta que es imposible porque soy al fin y al cabo soy consumidor.
Este centro de atención al cliente de Telecom está ubicado en las intersecciones de Las Heras y Aguero, lo deben haber puesto al lado de una iglesia para que uno recurra al agua bendita para calmar los instintos homicidas que afloran luego de salir de acá.
La oficina es chica, con rampa para discapacitados y te atienden dos recepcionistas. Un hombre y una mujer, el hombre te mira soberbiamente de arriba a bajo y mirándose las uñas te dice «Decime en que te ayudo», la mujer te contesta en un tono monocorde y te trata mal cuando le preguntas las cosas.
Como primera instancia siempre te remiten a unos box con teléfonos para que te comuniques con un asesor, o sea… ir ahí o llamar desde tu casa es exactamente lo mismo. LO MISMO. La única diferencia es que si vas hasta la oficina, empezas a los gritos LITERAL y amenazas con prender fuego todo, por ahí y con mucha suerte, sale una oficinista llamada Lucía que con un poco más de predisposición y te soluciona parte del problema.
Te gritan un poco, te cortan la línea y tenes que volver a llamar… burocracia y burocracia.
La clave para este lugar es ir armado de paciencia, con la frente en alto y estar listo para volverse un asiduo visitante del lugar.
Atiende de 9 a 17.