The Cavern Cafe

Mmmmmse. Qué se yo. Definitivamente no es el tipo de lugar que me gusta.
Caí acá con una cita tipo 20 hs un día de semana porque era un horario medio complicado para elegir un lugar en el que se pueda meter una onda teanner; terminamos eligiendo el primer lugar que se nos cruzó.
Estaba vacío y había una sola moza que me pareció que estaba medio en la pavada. Elegí un sandwich de vegetales con pan integral acompañado de un campari, keeping it simple.
A que el lugar no me pareció nada atractivo, le voy a sumar que a los 10 minutos de tomar el pedido vinieron a avisarme que no tenían pan integral (ok, metele cualquier pan). También le sumo la sorpresa de que el sandwich venía con queso rallado, cosa que no especificaba en la carta. (Soy alérgica y este tipo de cosas me rompen muchísimo las pelotas. YOU HAD ONLY ONE JOB. No quise ser pesada preguntando por algo que la carta no dice que contiene y PUM. Ya aprendí y ahora voy a densear en todos lados). Por último voy a recalcar que suelo pedir este tipo de sandwichs en distintos lugares y la verdad nunca comí uno tan insulso como este.
Y bueno, ya que estamos, la decoración me pareció bastante fea.

Bienvenidos al Disney de los Beatlemaniacos (?)
Si sos fan, amante o lo que sea de The Beatles, ESTE es el lugar donde tenes que ir. Toooodo meticulosamente decorado, mesas, paredes, recuerdos, la barra en forma del Yellow Submarine te transportan a Liverpool inmediatamente.
Reconozco que no soy gran admiradora, pero si me resultó agradable el lugar. Lo único que al ir en plan recibida de amiga/​mesa larga el show en vivo del cantante con la guitarra estuvo un toque de más para nosotros que lo único que queriamos hacer era comer, tomar, hablar y festejar.
Las picadas muuuy buenas y abundantes, primero nos trajeron la parte fria, con fiambre de excelente calidad y unas paneras que tenian un pan calentito del infierno haciéndome capaz de comerme una entera sin ningún problema.
Después vinieron las cazuelas calientes con DE TODO! milanesitas, rabas, alitas de pollo, pichos caprese, muzzarelitas y salchichas ahumadas, acompañadas de varios aderezos. En ese momento pensé porque ME COMI TODA LA PANERA eh?
Lo que no me pareció práctico fue el tema bebidas, ya que solo tienen porrones de Quilmes, Stella o Corona, en lugar de jarras lo cual me pareceria más apropiado para un lugar con ese tipo de picadas. Me queria tomar mil de esas botellitas después de semejante atracón!
El precio se los debo ya que la carta ni la vi! fue todo invitación de los padres de la homenajeada, la flamante Doctora Iglesias. CERTIFICADOS PARA TODAS Y TODOS!!!

Lo encontré de casualidad cuando volvía pedaleando a mi casa por Virrey Avilés. Lo primero que quiero destacar es la atención que nos dieron. Nos sentamos afuera, pegados contra la pared, una posición difícil de ver. Vinieron al toque, nos recomendaron que comer y lo trajeron rápido.
Antes, para amenizar la espera, nos trajeron pancitos calientes con una salsa de queso crema y verdeo. Luego milanesa napolitana con guarnición, para dos que no están muertos de hambre, alcanza. Todo rico. Cerramos con un café que estaba incluido en la cuenta (?). Eso nos dijeron. Salió un 40% menos de lo que pensé que nos iba a costar.
Luego todo lo relacionado con los Beatles, que no me detendré a describir porque no fue lo que más me llamó la atención.
En conclusión: triple B. Bueno, barato y bonito.

De principio a fin, un desastre. Pedimos unas rabas, y dos hamburguesas (tienen solo dos variedades, pedimos una de cada una). Por orden de aparición…
Las rabas ‘con untable’ llegaron quemadas. Tan quemadas que las comimos con la mano porque de otra manera hubiese sido imposible. Y el untable que prometíà la carta era un bowl grosero de mayonesa.
Las hamburguesas, capítulo aparte. El pan era muy rico, el tamaño estaba muy bien. Pero hasta ahí llegamos. Las hamburguesas estaban (también) quemadas, la que en teoría tenía huevo y panceta no tenía ni panceta (fuimos avisados) ni huevo (omisión del cocinero).
No volveremos, por sugerencia del niño de 7 años que nos acompañaba y se indignó mas que yo con los platos presentados.

Un lindo café con ambientación original del coleccionista más grande del mundo de los Beatles, que es argentino. Los precios son un poco altos y el menú acotado, pero si sos un verdadero fan vale la pena ir al menos una vez. Tiene WiFi.

En el corazón de Colegiales se encuentra este icónico bar conocido entre la comunidad del stand up. Constantemente organiza micrófonos abiertos donde nuevos comediantes pueden ir a probar sus monólogos y aquellos que disfrutamos del stand up podemos ver un show gratis mientras disfrutamos una rica comida.
Una de las especialidades de este café/​bar son las picadas, teniendo picadas exóticas como picada de milanesa, picada de quesos, picada de pastas y picada de papas fritas (la que pedí yo, que contiene papas noisette, papas españolas, papas fritas con cheddar y panceta y pan tostado con aderezos especiales).
Se puede ir tanto a comer como a tomar un trago con amigos, y tiene descuento con la Clarín 365.

Un Nuevo Cavern Café abrió sus puertas en el barrio de Colegiales.
Es un lugar muy bonito y bien puesto. Tiene parte de la colección de museo Beatle en exposición permanente!
Si bien dice ser un café, tiene platos de comida abundante, picadas mas que generosas, tragos, postres y pastelería!
Todas las mesas son un disco de los Beatles y estan realmente muy bien hechas!
Posee ademas una barra en forma de submarino amarillo que realmente es impresionante!
Muy recomendable para ir con amigos, en familia o en pareja!
Además, cuenta con shows acusticos y de stand up!