Tra Panne

Aguante Tra panne viejo!
Llegué un mediodía medio perdido con respecto al almuerzo y vi la luz al final del camino bajo esa arcada…
Con un local no muy grande pero súper luminoso gracias a que es todo una apertura a la calle la posta esta en pedir para llevar, porque para comer ahí mismo sólo hay una barra linda pero con pocos lugares para sentarse.
En cuanto a la comida, además de opciones de tartas y algunas variedades de ensaladas la vedette y el motivo por el que se lleva mis cuatro estrellas son los sanguches. Tiene una oferta nada despreciable, con más de 10 variedades prearmadas, con distintas opciones de panes, ingredientes que van desde el clásico jamón y queso hasta el pollo rebozado con de todo. Acompañan, además de los clásicos aderezos unas salsas muy logradas con queso crema y: ciboulette o mostaza o roquefort.
Los precios varían bastante, y hay opciones desde 35 hasta 90 pesos en cuanto a los sanguches y algunas opciones de combos que incluyen bebida y el café o papas fritas (de paquete, si eran caseras era el sueño).
Finalmente el otro punto altísimo es la atención, un gran humor, sugerencias y buena onda hacen la experiencia muy amena.

Si andás a las corridas y no tenés tiempo de parar a almorzar o si, simplemente, tenés ganas de comer tranquilo y seguir, Tra Panne es una buena opción. Dedicado a los sambuches de todo tipo y ubicado un poco cerca de todo (facultades, hospitales, sanatorios), lo primero que endulza el ojo es el mostrador con algunas de sus variedades. Carne, pollo, atún y vegetariano, además de varias tartas con un tamaño decente y algunas ensaladas.
El rango de precios está bien relacionado con lo que ofrecen, los sandwichs varían entre 40 y pico hasta 50 y largos. Están hechos con baguettes de 25 – 30 cm y no escatiman en relleno (que es bien fresco y con buen sabor).
Otro punto a favor: las salsas que tienen para elegir. No serán muchas pero sí riquísimas: mostaza, roquefort y ciboullette con queso son las que recuerdo.
Tienen también cafetería y bebidas frías (milkshakes, exprimidos) y productos de panadería que van desde muffins a chipá.
El espacio físico es chico, de hecho la mayoría compra para llevar, aunque tienen unos taburetes contra la pared para sentarse un rato y embuchar tranquilo.
Buen lugar para comprar de paso a la oficina o facultad.

Sandwiches gourmet.
El sandwich Modena de carne (peceto rebozado y rucula) y el Modena de pollo (pechuga rebozada, lechuga, tomate) son mis preferidos.
Cuenta con sandwiches de fiambres, matambre, peceto, pollo… Muy rico el pan.
Te ofrecen agregarle algún condimento/​salsa para no caer en la típica y clásica mayonesa (probe la salsa de mostaza, muy rica)
Cuenta con tartas, ensaladas. Facturas, muffins y panes de queso.
Tiene delivery y los precios van desde $ 30 en adelante.

Gran variedad y muy buena calidad de sándwiches. También tienen facturas, muffins, venden café para llevar y muchas cosas más. Ideal para salir del apuro o si uno no tiene muchas ganas de prepararse algo para el almuerzo o desayuno.
Está cerca de lugares muy transitados: a metros de la avenida Córdoba, cerca del Hospital de Clínicas, del Sanatorio Otamendi, de la Fundación Barceló y de cinco facultades de la UBA (Ciencias Sociales, Ciencias Económicas, Farmacia y Bioquímica, Medicina y Odontología). Por esta razón es útil para comer algo simple y rápido si tenés que circular por alguno de estos lugares.

Un increíble local para comprar un sándwich con todas las variantes que puede entrar en dos panes, el lugar arroja a la calle un decorado de color ocre, por todos lados y las estrellas culinarias detrás un mostrador como en una vitrina de museo, donde se sacan fotos sin flash.
Sin el marco de puerta de entra, es una gran arcada abierta a la calle, que tiene pocas personas trabajando detrás del mesa de venta, suelen ser dos o tres, pero parecen ser mas, por el servicio que brindan.
Siempre que paso hay personas del lado designado para el público y se llevan su pedido en una bolsa.
La ubicación del local es una zona prolífera para este tipo de rubros, que se encargar de darle un almuerzo a los que salen de la oficina o de la facultad.
Ya les hablé de mi devoción por el sándwich, por la condición de poder comerlo en cualquier posición y cualquier estado de ánimo, que es una alternativa de un almuerzo o un cena de producción rápida, fácil y si ensuciar ollas y si se come envuelto en el clásico papel de panadería, después de comer se puede hacer un bollo y se tira a basura.