Urban Style

Alguna que otra vez estaba en la calle y me reflejé en una vidriera sólo para darme cuenta que, de nuevo, mi flequillo se había descontrolado. En general lo corto yo, pero a veces me olvido y no lo noto hasta que veo que parezco uno de los hermanos Ramone. Estaba, entonces, caminando por Triunvirato cuando tuve una de estas horribles revelaciones y la primera peluquería que vi cerca fue esta.
Tenía mucha gente y trabajaban por turno, pero cuando le dije que era sólo por el flequillo me atendieron igual. El peluquero que me atendió era por demás simpático, y terminó antes su hora de almuerzo sólo para atender mi capricho capilar de cortarle el flequillo.
El local estaba muy limpio, aunque claro, con pelos en el piso. Tiene sillas y espejo para unas 5 personas a la vez, y todos los cortes que veía a mi alrededor parecían muy profesionales. Si sos una de esas personas que realmente va a la peluquería (no es mi caso), este pareciese ser un gran lugar para hacerlo.